El compañero Dolfi Castillo falleció el martes 21 de marzo a los 71 años, produciendo un enorme dolor y conmoción en todos los que lo conocimos en la regional Tucumán, y amigos y compañeros de varias generaciones. Empezó a militar en el PST hace más de 50 años, y luego fue parte del MAS y del MST, siempre confiando en la clase obrera y en que el socialismo es posible, militando en el partido al que le dedicó su vida.
Desde joven participó de grandes luchas, como la huelga de Panam, y los Tucumanazos de los años 70 o la militancia en los ingenios. Y siguió aún en los momentos más duros del Operativo Independencia, donde la última dictadura se ensañó con una generación que quería cambiar el mundo.
Lo vamos a extrañar mucho, porque era parte de nuestras vidas, de nuestro local del MST en Tucumán al que iba todos los días a abrir sin faltar jamás, pese a sus problemas de salud. Era un ejemplo. No será lo mismo llegar y no encontrarlo. En el emotivo velatorio y homenaje que hicimos en nuestro local, con la presencia de compañeros de varias generaciones del PST y de nuestro MST, todos los compañeros que hablaron reivindicaron lo mucho que habían aprendido de Dolfi, de anécdotas de las grandes huelgas y luchas que había participado, con su particular personalidad.
Agradecemos la presencia de todos los militantes, amigos y familiares, los saludos también del MST Jujuy y Santiago, de Cele Fierro, Alejandro Bodart, Carlos Maradona, Guillermo Pacagnini y Carlos Carcione del MST. También de Nora Ciapponi, Héctor Manfredo, del PTS y PO Tucumán y compañeros de otras provincias que lo conocieron. Carlos “Chino” Moya, quien fue dirigente de Tucumanazo escribió unas emotivas palabras sobre esa etapa trascendente donde militó con Dolfi que adjuntamos.
En la marcha del 24, con mucho afecto compañeros llevaron un afiche con su foto, que encabezó la columna junto a nuestros compañeros desaparecidos del PST. Deja un enorme vacío porque representa una parte de nuestra historia, parte de nuestra tradición partidaria que deben conocer y valorar los compañeros y transmitir a los nuevos militantes.
Querido Dolfi, con enorme tristeza te despedimos, aunque seguirás presente en todos los que te conocimos.
¡Hasta el socialismo siempre!
MST en el FIT Unidad – Regional Tucumán
Unas líneas sobre el querido Dolfi Castillo
Me sacudió una tremenda noticia: el fallecimiento de mi querido amigo y camarada Dolfi. Lo conocí en el local que el PST (Partido Socialista de los Trabajadores) tenía en el centro de San Miguel de Tucumán, en la calle Córdoba al 800. Venía con un compañero y amigo de la facultad, Guillermo Abregú, desaparecido. Ambos eran estudiantes de Bellas Artes y Dolfi era muy buen escultor. Eran los años de 1970-1971.
Ellos venían al local del PST con otros jóvenes que se fueron incorporando a nuestra juventud. Nunca ví tanta alegría junta. Se escuchaba música, se hablaba de todos los temas y nos escuchábamos. Hablábamos de política y de muchos otros temas. Esa juventud dio muy buenos militantes para el partido.
No recuerdo bien la fecha exacta, pero en el año 1972 se desarrolla una gran huelga en la fábrica PANAM, del plástico. Todo el PST se organiza y se moviliza en apoyo a la huelga. También lo hace el movimiento estudiantil, fortalecido por el triunfo de recuperar y agrandar el comedor universitario. Desde el comedor de la calle Ayacucho se llevaba la comida a la fábrica ocupada por sus trabajadores. Y algunas veces los trabajadores en huelga venían directamente a comedor al comedor estudiantil.
En esa huelga Dolfi tiene una actividad muy destacada. Era un compañero que iba siempre al frente, que no tenía miedo. No me acuerdo bien si había practicado yudo o algo parecido. Pero en ese momento, la situación lo ameritaba y era muy útil. Sea en una asamblea o en cualquier lugar, Dolfi estaba siempre en la primera fila de todas las luchas, por más peligrosas que fueran. Siempre iba al frente.
Estuve muchos años sin volver a Tucumán, pero después comencé a ir. Estábamos articulando la celebración de los 40 años del Tucumanazo del 70, y Dolfi me venía a buscar a la estación de micros o venía a visitarme a la casa en que me alojaba.
Toda nuestra militancia era una hermandad. Las reuniones familiares y sociales eran frecuentes. Los asados, las guitarreadas, las empanadas y el vino. Querido Dolfi, hasta el socialismo siempre. Te vamos a extrañar mucho.
Carlos “Chino” Moya