Luego de haber realizado una devaluación del 22% un día después de las PASO, y de haber permitido una aceleración casi sin límites en el aumento de los precios, Sergio Massa había dicho que iba a dar medidas para contrarrestar este mazazo hacia los salarios e ingresos de los sectores populares. Llegó el día, pero el paliativo denominado programa de Fortalecimiento de la Actividad Económica y del Ingreso para las familias argentinas no alcanza a ser ni eso. El ministro candidato sólo dio a conocer medidas que, como era esperable, siguen afirmando a los salarios, jubilaciones y programas sociales por debajo de la línea de pobreza. Toda una confesión de parte ante los que vivimos de nuestro trabajo, el gobierno de la coalición peronista sólo piensa atarse a los mandamientos del FMI para pagar la trucha deuda macrista que fue convalidada en el Congreso durante esta gestión de los Fernández y Massa.
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Una por una las medidas
- Salarios:
Para los trabajadores formales del sector público y privado, luego de la larga cantaleta de una supuesta suma fija de $ 70.000, se confirmó que recibirán apenas una suma fija de $ 60.000 que será pagada en dos veces. Una cuota de $ 30.000 en septiembre y una cuota del mismo valor en octubre. La misma a su vez no es remunerativa y también es por única vez. Además, para beneficio de las patronales, será absorbible por las futuras discusiones paritarias. Por si fuera poco, la cifra sólo será para aquellos trabajadores que de bolsillo (neto) sólo perciban hasta $ 400.000.
Como se sabe, esta medida por demás pobre para una situación económica crítica donde más del 40% del país es pobre y la inflación anual, según algunas mediciones, puede llegar al 180%, no llega a la totalidad de los trabajadores. Los monotributistas apenas tendrán una exención impositiva durante seis meses. Ni hablar de que los trabajadores que ni siquiera poseen un monotributo no recibirán nada.
Para que los bancos también festejen y las familias trabajadoras se sigan endeudando, también habilitaron líneas de créditos. Como lo dijo el propio Massa: “Habrá un acceso a crédito por hasta 4 millones de pesos dependiendo de la categoría, a pagar en 24 cuotas a la mitad de la tasa bancaria con garantía 100% del Estado”. Si no llegas a fin de mes, el gobierno piensa que la solución es que te sigas endeudando.
- Jubilaciones y pensiones:
Para los jubilados y pensionados que reciben la mínima, el bono será apenas mayor que las cuotas de la suma fija para los trabajadores activos. Massa anunció que los jubilados y pensionados que perciben el haber mínimo recibirán un refuerzo de $ 37.000 en los meses de septiembre, octubre y noviembre, lo que elevará a $ 124.000 el monto total que percibirán a partir del próximo mes. Para tener una referencia, la canasta básica del mes de julio según el INDEC fue de $ 248.900, para el ministro candidato los jubilados pueden vivir bien con apenas la mitad de esa cifra.
Y tal como hizo con los trabajadores, también ubicó a los jubilados y pensionados como carne de cañón de los bancos. El sistema deuda es para todos, y por eso si no llegan a fin de mes tendrán “un programa de crédito a su disposición por más de $ 400.000 millones que les permite acceder hasta $ 400.000 a un cuarto de la tasa que pagan en el banco a 24, 36 y 48 meses”. Capitalismo en serio, como alguna vez dijo la vicepresidenta.
- Tarjeta Alimentar
Las preocupaciones en este ítem dejaron en claro que para el gobierno el objetivo principal es no sobrepasar las metas que establece el FMI. No se puede sobrepasar el gasto fiscal pactado del 1,9% y no importa si el 60% de los chicos se encuentran hundidos en la pobreza. Queda reflejado esto en el aumento de la Tarjeta Alimentar que se dará de la siguiente forma:
Para las familias con un hijo: $ 10.000.
Para las familias con dos hijos: $ 17.000.
Para las familias con tres hijos: $ 23.000.
- Potenciar Trabajo
Mientras las organizaciones piqueteras reclaman un aumento de los programas sociales que eleve los mismos al valor de la canasta básica, otra vez se corrobora que, como ya repasamos, el ministro candidato piensa que todo se resuelve con dos bonos de $ 10.000. Para el presidenciable de Unión por la Patria va a ser posible que quienes perciban el programa, un poco más de un millón de persona, vivan con apenas $ 66.000 y $ 69.000 en los meses de septiembre y octubre. Sobre las partidas a los comedores no hay noticia alguna, mientras la mercadería sigue escaseando por el hachazo al presupuesto en Desarrollo Social que ha encabezado la ministra Tolosa Paz.
Siempre ganan los mismos
Entre otros puntos, Massa también habilitó un programa de “retención 0% para economías regionales con valor agregado industrial como el vino, el mosto, el arroz, el tabaco, la producción forestal, y la cáscara de citrus, entre otras”. Y sumó un nuevo programa de 770 millones de dólares para prefinanciación de exportaciones a través de líneas del Banco de la Nación Argentina (BNA) y del Banco de Inversiones y Comercio Exterior (BICE). Los verdaderos ganadores de la fecha, otra vez, son las patronales. Hay que sumar acá otro acuerdo de precios, seguramente fallido como todos los anteriores, que tras la arremetida de suba de precios de la semana pasada habilitará un incremento mensual del 5%. Mientras, la CGT, que festejó estas medidas junto con las CTA duermen la siesta y no convocan a ningún paro general ni mucho menos a un plan de lucha.
Es momento de organizarse, de hacer crecer una fuerza de izquierda, de fortalecer al FIT-Unidad para derrotar esta orientación fondomonetarista. Hay que revertir este programa de ajuste y pobreza permanente por estar arrodillado ante el FMI, para cumplir con cualquier demanda que viene desde Washington.
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Es hora de hacer que el pueblo decida todo y echar a los verdaderos saqueadores de nuestros bolsillos. Esta es la orientación que levantamos desde el MST en el FIT-Unidad. Tenemos propuestas para fortalecer nuestra herramienta política, la cual integramos con los demás partidos del frente para ser una alternativa que ponga un punto final a esta situación que tanto Milei como Bullrich quieren profundizar.
Ante estas medidas anunciadas, que nada van a cambiar de la realidad cotidiana de las mayorías, es hora que nos organicemos en defensa propia.
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