Mientras los desbarajustes económicos golpean al bolsillo de los trabajadores, principalmente con la escalada inflacionaria, hoy el gobierno confirmó un golpe más. Por la mañana, en el Boletín Oficial, se vio reflejado el nuevo cuadro tarifario en el transporte público de AMBA. Como luego lo confirmó el Ministerio de Transporte, el aumento será del 40% y comenzará a regir a partir del mes de agosto.
Con este aumento los precios quedarán de la siguiente manera:
- Tramo de 0-3 km: pasa de $18 a $25,20
- Tramo de 3-6 km: pasa de $20 a $28,00
- Tramo de 6-12 km: pasa de $21 a $29,40
- Tramo de 12-27 km: pasa de $22 a $30,80
- Tramo de más de 27 km: pasa de $23 a $32,20
El aumento en trenes se reflejará en los precios mínimos en las diferentes líneas del siguiente modo:
- Mitre, Sarmiento y San Martín $17,25
- Urquiza $11,25
- Roca y Belgrano Sur $10,75
- Belgrano Norte $9,50
Este aumento se da en medio del tire y afloje entre el gobierno y las cámaras empresariales del transporte público. Mientras las patronales siguen exigiendo el pago de subsidios, mediante lockout (bajaron la frecuencia de las líneas), el gobierno cede en primera instancia con este aumento en el boleto. Tal adelanto de favores, se puede leer entre líneas en la declaración de una fuente del Ministerio de Transporte a Página12, tras una reunión con las patronales: “Fue un diálogo con buena predisposición de ambas partes. Se habló sobre el estado de situación, que forma parte del diálogo permanente que hay entre las cámaras y el Ministerio, ya que la situación lo amerita”.
Vale aclarar que, a pesar de las grandes erogaciones públicas que reciben las empresas, el servicio sigue siendo de malas condiciones y, a la misma vez, los trabajadores tienen salarios cada vez más degrado por la crisis económica. El aumento logrado también se entiende por la complicidad de la dirección burocrática de la UTA que no convoca a medidas de fuerza en defensa de los salarios, ni tampoco presiona para dar una pelea general con los otros sectores, exigiendo a la CGT un plan de lucha más global contra el ajuste.
Cada vez queda más claro que sólo el cese de la licitación del servicio en manos privadas, convirtiendo el servicio a uno de carácter estatal bajo el control de los trabajadores y usuarios, es la única solución que contempla al transporte como un derecho.