A fines del 2021 finalizaba una etapa de lo que fue una de las luchas obreras emblemáticas de La Matanza de ese año. La asamblea de trabajadores de Just, después de más de 10 meses de lucha decidieron firmar un acuerdo arrancado a la empresa y dejar la ocupación de la planta de Lomas del Mirador. Un cierre positivo fruto del camino emprendido contra la precarización laboral. Siempre en unidad de acción y con los métodos de la clase obrera como pilar fundamental. Una vez más, agradecemos su lucha por ser ejemplo de la resistencia contra el ataque patronal y los gobiernos que miran para otro lado. En esta oportunidad hablamos a Mardonio, delegado de la asamblea.
En primer lugar, contanos de Just, la empresa, el origen del conflicto.
Bueno, básicamente, allá por febrero del 2021 la empresa decidió vaciar la empresa dónde nosotros trabajábamos en Lomas del Mirador. La empresa, con una maniobra engañosa, nos dio un descanso en el feriado de carnaval como una forma de “agradecimiento” al esfuerzo realizado todo el 2020 producto de la pandemia. Obviamente nosotros habíamos arriesgado nuestra vida sin saber de qué se trataba la enfermedad, sin vacunas ni ciencia cierta de que estábamos hablando y que para ellos nos dijeron que era la forma de agradecernos todo lo que estábamos haciendo. Lamentablemente la maniobra incluyó vaciar el depósito, trasladar el trabajo a otra empresa, la tercerizada Transfarmaco y privarnos a nosotros de nuestro legítimo derecho a defender nuestra fuente de trabajo, o al menos esa fue la intención inicial de la compañía.
¿Qué momentos les tocó atravesar? Desarrollá esa parte por favor.
El cimbronazo que significó el vaciamiento de la empresa a las más de 50 familias que estábamos viviendo de nuestro trabajo en la compañía, constituyó un golpe muy fuerte a los trabajadores que ya veníamos organizados en asamblea. Ese golpe trajo que en una semana casi un 50% de los trabajadores se retiren con acuerdos individuales o tomando lo que la empresa les ofrecía y el otro 50% llegando a abril constituyéndonos como trabajadores organizados como resultante.
Los momentos que se llevaron adelante fueron de angustia, incertidumbre, de bronca contenida por las acciones que había tenido la empresa de deshacernos de nosotros y que básicamente despertó el deseo en nosotros de luchar, de ese 50% de los trabajadores, luchar con todas nuestras fuerzas para intentar revertir el proceso y la decisión que había tomado la empresa hacia los trabajadores. Hemos atravesado diferentes momentos de una crudeza muy fuerte, de desesperanza pero al mismo tiempo de esperanza y auto convencimiento. Éramos un grupo unido, convencido de lo que queríamos y nos pusimos a trabajar en ese aspecto.
Creo que los golpes de estas características producen dos situaciones: una, o te vas a tu casa totalmente dolido por los eventos y que obviamente es entendible. Dos, te quedas y luchas con todas tus fuerzas hasta hacer respetar tus derechos, para que aquellos que constituyeron el ataque no se la lleven completamente de arriba sino que paguen un precio más alto por las acciones y determinaciones que tomaron. Creo que eso también es un factor a tener en cuenta. Pueden pasar muchas cosas, sabiendo que se puede ganar o perder pero el precio que deben pagar aquellos que infringen y hacen este tipo de ataques todo les tiene que salir mucho más caro. Tienen que padecer lo que uno padece y sufrir lo que uno sufre, la incertidumbre, la bronca, la impotencia. Esos escenarios que tuvimos les ha pasado a ellos también. Es una forma, de marcarles el camino y que las cosas no van a ser así nomás para nadie.
A lo largo del conflicto les tocó hacer una experiencia a fondo la patronal, los gobiernos, las fuerzas políticas tradicionales: ¿qué les deja como lecciones?
La realidad es que uno en situaciones de estas características, de un shock, de un golpe de efecto más que potente. Lo que hicimos fue tomar las primeras herramientas para lograr hacer conocer el conflicto, conocer lo que estaba ocurriendo difundiendo en redes sociales y donde en cada acción que fuimos encontrando.
Lamentablemente el Estado y el gobierno de turno, más allá de las leyes que impulsaron como la prohibición de despidos, en las acciones no estuvo ni está a la altura de las circunstancias de lo que les está ocurriendo a trabajadores cómo nosotros. De la experiencia que hemos hecho en el camino con la adrenalina de tener todo encima, de un momento a otro, sin tener una preparación de estas características nos llevó a un desafío donde conocer las formas y el contenido que cada uno ocupaba del espectro social de cada partido político o una organización social, sindicatos, el propio gobierno nacional, provincial, el Estado han cumplido roles en esta instancia que marcaron de que lado del río están. Hoy entendemos eso, que hay sectores que juegan un rol como los medios de comunicación que te plantean estar preocupados por el pueblo o por el ciudadano pero que les interesa cómo beneficiarse de los hechos en base a los intereses económicos para los que están. Eso es lamentable porque juegan con las necesidades de los afectados. Así que esa experiencia permitió poner en blanco sobre negro los dichos con las acciones, pudiendo contraponer lo que se dice con lo que se hace en luchas de estas características.
Queda claro que a la clase obrera se les ha declarado la guerra y van por todos sus derechos. Mi impresión es que lo que se define aquí es si se está con los trabajadores o no. Hay sectores que plantean muy llanamente que las riquezas no las genera el pueblo trabajador, la clase obrera sino que eso está en otro lugar. Dicen que la riqueza se crea en el mercado, en el intercambio y no es así. La riqueza se genera en el proceso de producción y estructuración de los productos, hecho por la mano de los trabajadores. En ese sentido, creo que es una línea muy marcada con lo que construyen la riqueza de un país y quienes no. Creo que la primera lección para nosotros fue clarificar esto: definir quién está con los trabajadores y quienes no más allá de los dichos y planteos.
Podes ver el último video de la asamblea de trabajadores aquí.
Salen realmente distintos de este proceso de lucha: ¿en qué los cambió como trabajadores?
Uno entiende que toda experiencia de estas características, con el nivel de conflictividad, de lucha, de compromiso. Con un grupo muy aguerrido por donde se lo mire, decidido a dar las peleas que tenga que dar y de las maneras que las tenga que dar, no puede no cambiar, no puede no cambiarse.
El individuo se transforma en el grupo y el grupo se transforma a través de sus individuos, de la interacción y las decisiones que uno va tomando y sosteniendo como parte de ese núcleo de compañeros. La asamblea ha transformado seguramente mucho lo que tiene que ver con el sentido común de cada compañero, sobre lo que pensaba de ciertas cosas y hoy tiene otra mirada diferente por su experiencia, por lo que fue transitando y todo lo que hizo para lograr los objetivos que como grupo nos propusimos de entrada. Creo que nadie puede terminar de la misma manera en una etapa de estas características. Con diferentes visiones, aspectos y miradas. La asamblea lo que hizo es poder exteriorizar lo mejor y lo peor de lo que le fue pasando a cada individuo. Creo que esa es una lección muy importante para nosotros.
¿Cómo sigue ahora todo?
Una parte de las compañeras y compañeros de la asamblea realmente no podemos quedarnos mirando como pasan las cosas a nuestro alrededor. Entendemos que este es un paso más, un golpe más en nuestras vidas y en nuestra forma de mirar las cosas. A partir de ahora uno se compromete o no. En ese camino estamos en búsqueda de qué es lo que queremos como grupo, que queremos construir como grupo respecto a lo social. Es parte de los debates que seguramente se saldarán en un tiempo porque ahora seguimos en balance y síntesis de esta etapa de nuestra vida.
Un mensaje final a la militancia del MST-FITU que siguió la lucha de Just y obviamente, vive con ustedes este cierre positivo.
Nosotros conocimos a organizaciones de todo tipo, partidos y movimientos. La realidad es que con algunas hemos tenido la oportunidad de debatir muy profundamente la mirada de trabajadores, de la gente de a pie que sin ningún tipo de militancia política ni social fuimos evaluando a quienes se nos acercaban. Con eso se producían debates, discusiones, intercambios y la realidad es que con el MST en particular pudimos profundizar discusiones que no compartíamos, que teníamos mirada diferentes y creo que mutuamente nos hemos consolidado en algo muy básico: la solidaridad no es hacer beneficencia, la solidaridad es intercambiar con el otro como par, ayudar al otro como par y acompañarlo en lo que se pueda. Creo que el MST ha comprendido perfectamente que rol ocupa y qué rol tiene que ocupar en un acontecimiento que tiene que ver con la lucha y la defensa de los derechos de los trabajadores, del respeto por la asamblea y que esa asamblea también con todo respeto puede intervenir, puede hacer y puede acompañar el proceso de crecimiento de la militancia que se retroalimenta en la actividad. Creo que eso es una mirada positiva con respecto a lo que uno ha transitado y las experiencias que ha podido hacer de una manera muy intensa con las distintas organizaciones y en particular con el MST. Así que agradecemos profundamente habernos acompañado, el habernos comprendido y entender que este camino se hacía juntos, hombro a hombro y no llevando a nadie de la mano y eso creo que es lo más importante de destacar.
El 24M junto a Vilma Ripoll, Guillermo Pacagnini y Alejandro Bodart. En el cierre de campaña del MST en la interna del Frente de Izquierda Unidad. Acampe en Transfarmaco, Escobar. Llevaron su solidaridad internacionalista Derya del SEP de Turquía y Cele Fierro del MST, ambas de la LIS. Mardonio e Iván, delegados de la Asamblea de trabajadores de Just en marcha contra el FMI.