Los trabajadores de salud de tigre, nucleados en CICOP, venimos denunciando desde hace más de un año salarios por debajo de la canasta básica y desmantelamiento del sistema público de salud de Tigre. “Durante los últimos dos años hemos intentado por todos los medios ser recibidos por el hoy exsecretario de Gobierno y hermano del intendente, Mario Zamora, pero se ha negado sistemáticamente a escucharnos”, expresó Marina Varni, presidenta de CICOP Tigre.
Los salarios de hambre que hoy perciben los trabajadores de salud son producto de una política de corrupción y enriquecimiento personal acordada entre sectores empresariales y el gobierno municipal, con la que se vienen llenando los bolsillos unos pocos, mientras los trabajadores ni siquiera llegamos a llenar la olla.
Los negocios turbios de los HDI, los centros diagnósticos, el Hospital Odontológico y el anunciado nuevo hospital de alta complejidad, todos convenios realizados sin licitación, no son otra cosa que negociados que lejos están de mejorar la calidad de atención de la salud. La falta de transparencia de estos convenios en los que el municipio se hace cargo de todos los gastos y la empresa solo recauda queda aún más al descubierto cuando se conoce que el secretario de Salud municipal, Fernando Abranzom, es CEO de la empresa encargada de concesionar estos centros.
Este escenario de corrupción en el que solo importa ganar dinero con la salud tiene como víctimas tanto a los trabajadores, que se ven obligados a irse o a trabajar por salarios de hambre, como a los usuarios con menores recursos, que encuentran cada vez menos profesionales que les brinden atención en los centros de salud de su barrio y se ven obligados a viajar horas para atenderse en estos centros que muchas veces cobran la consulta o el estudio, limitando de este modo el acceso a la salud a aquel que no pueda pagar.
Es por esto que se le exige al gobierno municipal un aumento salarial urgente de al menos un 50%. El pase a la ley de carrera profesional de sus trabajadores, cese inmediato de los contratos basura y el pase a planta permanente de todo el plantel de salud. “Los trabajadores de salud no bajamos los brazos, vamos a defender la salud pública y nuestro salario es garantía de eso. No hay salud pública sin trabajadores”, concluyó Marina.