En el conflicto de la provincia más austral del país colisionan intereses de por lo menos de tres actores distintos: El gobierno nacional y su modelo de desindustrialización, apertura comercial, importación y especulación, por un lado. Por otro lado, patronales asentadas en la provincia, beneficiadas por un régimen de promoción industrial e incentivos a la rentabilidad, y en tercer término los trabajadores, que son los que junto a sus familias, instalados en la provincia más austral de la Argentina, poblaron ese territorio, construyen soberanía territorial de importancia geopolítica y producen toda la riqueza de la provincia.
Ante el ataque brutal del gobierno nacional, con la eliminación de aranceles progresivos hasta llegar a cero a finales de año y principios del 2026, y que pone en jaque al régimen de promoción industrial de la provincia, abriendo la posibilidad que el país se inunde de lo que se produce en la provincia a menor precio, y por lo tanto no tenga condiciones de competir, se desarrolló un proceso de lucha, que se transformó en un provincialazo.
Ese fue un primer momento, donde luego del paro de 9 días de trabajadores metalúrgicos y la huelga general provincial, Melella, el gobernador, convocó a la UOM y a las patronales a una reunión, que se quiso mostrar a los distintos sectores en una misma trinchera contra el gobierno nacional.
Paro por tiempo indeterminado, huelga general y un acuerdo polémico bajo la lupa
Fue la fuerza de la base de los trabajadores y el apoyo social del conjunto de la población lograron poner en la agenda nacional el debate de lo que pasa en Tierra del Fuego. Mostraron una fuerza increíble, que a pesar de no cambiar la determinación del gobierno de Milei, forzaron un acuerdo, sobre el cual hay que poner la lupa, entre las autoridades políticas de la provincia, la Cámara de Empresarios y los trabajadores representados por la conducción de la UOM, nacional y local. Dicho acuerdo garantiza que no haya despidos sin causa hasta fin de año y que se paguen los días de huelga. Esta conquista trae aparejada una mesa de diálogo y garantizar una “paz social” que sabemos que siempre beneficia a los mismos que ya están precarizando más y más a los laburantes. La mesa de trabajo que se propuso entre empresarios y trabajadores pretende “diseñar estrategias conjuntas para enfrentar el nuevo escenario que se abrirá a partir de enero de 2026”, cuando entre en vigencia la baja a cero de los aranceles para la importación de teléfonos celulares, por ejemplo. Acá se pone en igualdad de condiciones a trabajadores y empresario, cuestión completamente falsa. Y además el gobierno nacional no solo se mantiene firme en su política de eliminar los aranceles sino que también el derecho a huelga. Todas medidas que intentan golpear económica, laboral y sindicalmente a los trabajadores.
El conflicto no se cerró, está en un nuevo momento
Toda la prensa burguesa nacional presentó la paz social firmada por estos actores como el fin del conflicto. Lo cierto es que el conflicto ingresó en una nueva fase, donde es fundamental por parte de los trabajadores y el pueblo fueguino, discutir las implicancias del acuerdo. Tener claridad que empezó a crujir esa unidad con el acuerdo entre las autoridades provinciales y las patronales locales, puesto que se ponen en juego estratégicamente la defensa de sus intereses que en definitiva son contrapuestos al de los trabajadores, es clave. Y esto ya se empezó a sentir ni bien se dio a conocer el acuerdo. Cuando la UOM de Río Grande explicó en las fábricas el acuerdo firmado como un triunfo sin matizarlo, se multiplicaron las críticas y la desconfianza, un poco instintiva o inconsciente pero con un claro sentimiento de desconfianza de clase. Algo completamente lógico, dado que los trabajadores tienen claro que los patrones, no importa si es en Tierra del Fuego, en Buenos Aires, en Pekín o en donde sea, defienden esencialmente su interés privado, su rentabilidad y no la soberanía, ni mucho menos los derechos del conjunto de los trabajadores y el pueblo.
¿La paz social que se firmó, para quién es?
Es importante analizar el momento actual para sacar conclusiones y sobre todo para actuar.Por un lado, el gobierno nacional no se movió un milímetro de su posición. Frente a esto, la UOM tendió puentes con las autoridades políticas provinciales, el gobernador, los intendentes y la Cámara Empresaria AFARTE, para cerrar un acuerdo, en vez de nacionalizar la medida. Es decir, eligió negociar con los patrones y las autoridades de la casta política tradicional local, en lugar de nacionalizar la pelea de los metalúrgicos. No fue a fondo para cuestionar todo el plan del gobierno nacional, ya que se podría haber utilizado la enorme lucha provincial para colocar el debate sobre el rumbo general de la economía y el rol de los trabajadores en la etapa Milei, pero una orientación así contradice su propia naturaleza negociadora, burocrática y de acuerdos con las patronales y los gobiernos, no de movilización, que es lo que hace falta y necesita en definitiva lar autoorganización de los trabajadores, aumentar el activismo, preparar medidas defensivas más duras y pasar a la ofensiva. Es decir, asumir la conducción global del proceso, impulsarlo y no pactar la dirección de la pelea con los patrones y las autoridades políticas provinciales.
Esto es fundamental, ya que el objetivo de este stand by queda clarísimo en el comunicado de la Cámara Empresaria: discutir los términos para adaptarse a las nuevas condiciones de eliminación de incentivos, aumentando productividad y bajando costos de producción ¿Esto qué significa? Muy simple, más explotación. No existe en ningún lugar del mundo, en el capitalismo actual, que las grandes patronales reduzcan costo de producción en función de recortar su propia expectativa de rentabilidad, o que aumente productividad invirtiendo lo que tiene acumulado en tecnología sin tocar los puestos de trabajo. Productividad y costo de producción en clave capitalista significa reemplazar trabajadores por máquinas, producción local por importaciones y reducir salarios e intensificar las condiciones de explotación laboral. Ese es todo el secreto.
Por eso, la paz social firmada no es más que un chaleco de fuerza para la movilización de los trabajadores y su organización independiente, ajustar los términos recortando derechos de los trabajadores y reconvirtiendo el negocio de las patrones locales, invirtiendo un poco más en importación, desmantelando en parte la producción local a mediano plazo y ejecutar como variable de ajuste el salario, las condiciones de trabajo, de los que producen toda la riqueza y de verdad garantizan soberanía en Tierra del Fuego, que es la clase trabajadora de esa provincia.
Entonces, para descomprimir la bronca que existe entre los trabajadores, para distraer y correr el eje del debate en estos términos, es que la conducción local de la UOM convocó una marcha de antorchas para el próximo viernes, pero sin continuidad, ni como parte del reinicio de un proceso de movilización, sino como una medida de descompresión frente a una bronca que empezó a crecer desde abajo en las fábricas y que amenazaba con cuestionar de conjunto el acuerdo firmado.
Recorrido y propuesta para dar la pelea hasta el final
Lo sucedido hasta acá deja, a nuestro punto de vista, para analizar varias cuestiones:
1- La fuerza de los trabajadores es clara. Sin ellos no hay producción. Por eso la organización y la lucha son el camino, sin ceder a los cantos de sirena de las patronales y los gobiernos de turno que defienden sus intereses. Porque una unidad circunstancial, en este caso contra la medida del gobierno de Milei, no puede hacer dejar de ver que lo intereses entre unos y otros son contrapuestos.
2- Que los puestos de trabajo se tienen que defender, todos. No se puede permitir que no se renueven contratos (despidos encubiertos), que se reconviertan las empresas sin importar los puestos de trabajo y las condiciones laborales. Por eso, hay que impulsar que se prohíban los despidos y suspensiones, por ley a nivel nacional.
3- Y que el no cumplimiento de esa medida, para proteger y garantizar el derecho al trabajo, tenga una acción obligue a cumplirla. Es decir que, la empresa que no cumpla, se declare de utilidad pública, se estatice y pase a estar controlada por sus trabajadores y se ponga en marcha en estás condiciones.
4- Que para que esto se garantice, la permanencia en los lugares de trabajo para cuidar los medios de producción y fuente de trabajo es fundamental. Son las acciones que la clase trabajadora siempre ha llevado adelante en el país y en el mundo.
5- Quienes argumentan en contra del fomento a la industria, lo hace desde una posición economicista que no tiene nada de visión nacional ni de la realidad de la provincia, como a su vez no entiende nada de soberanía ante Malvinas, la Antártida, y no le interesa dejar nuestros territorios servidos para capitales extranjeros; a su vez tampoco está bien lo que hacen como quienes los defienden sin cuestionar que los beneficios de esa promoción son especialmente para aumentar las ganancias de los capitalistas, está posición carece de visión de clase. Por eso los incentivos tienen que estar puestos al servicio de la clase obrera y los habitantes de la provincia.
Solo la clase trabajadora a la cabeza puede asegurar derechos, trabajo y soberanía
Entonces, tenemos que afirmar que para asegurar trabajo y derechos lo primero que es imprescindible hacer es defender efectivamente el sentido geopolítico, defensa de la soberanía que tiene la población y la producción industrial en Tierra del Fuego AeIAS. A nadie se le escapa que la estrategia de negocios, especulación, importación y desindustrialización de Milei, se combina con el visto bueno al propósito del imperialismo yanqui: instalar bases militares en una zona de ingreso a la Antártida, como es Tierra del Fuego. Inglaterra tiene Malvinas, la base militar más grande de la OTAN en el sur del mundo. Una base militar que además completaría el cuadro de ocupación imperialista y neocolonial de territorio, por eso la defensa de la soberanía, la población y el desarrollo industrial son claves para garantizar derechos.Y para garantizar trabajo y derechos, pensando en los trabajadores, la promoción industrial que hace falta es una promoción industrial que en todo caso se saque de encima el elemento parasitario que la encarece, que no es el salario de los trabajadores, no son sus condiciones de trabajo, ni mucho menos, sino que es la rentabilidad de patrones privados que hoy están y mañana no, y que ahora están pensando cómo protegen sus negocios, como decíamos antes, a costa del salario y las condiciones laborales de la clase trabajadora. Por eso, si los patrones y la conducción de la UOM no están dispuestos a plantarse de verdad frente a Milei, lo cual es lógico porque tienen estratégicamente intereses comunes, aunque coyunturalmente tengan roces, que se vayan! Y que sean quienes son las verdadera fuerza de toda la provincia los que lleven adelante una planificación industrial democrática protagonizada.
Las y los trabajadores tienen esa fuerza y ese desafío, planificar de manera democrática, de abajo hacia arriba, todo. Además, que se declaren de interés público provincial y se estaticen sin indemnización todas las fábricas de la isla y que se pongan a producir bajo control de sus propios trabajadores sin tocar el salario, sin tocar un solo puesto de trabajo. Por eso, creemos que para defender la estabilidad laboral y los derechos es clave no solamente prohibir por ley del Congreso Nacional los despidos y suspensiones, sino que además incorporar la cláusula gatillo de estatización bajo control de sus trabajadores de toda fábrica o taller que cierre y despide.
La lucha de Tierra del Fuego AeIAS, es una lucha emblema, es una pelea testigo que recoge simpatía de los trabajadores de todo el país, que está encapsulada por parte de la CGT. Entonces, tenemos la tarea de nacionalizarla, al servicio de esta tarea desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad, estamos acompañando el conflicto, difundiendo, viajando a la provincia con nuestra compañera diputada Cele Fierro. Y es central que se clarifique lo que de verdad está en juego, quién es quién en la provincia y cómo ganar, que la pelea no terminó sino que después de un primer round donde los trabajadores y el pueblo de Tierra de Fuego mostraron de lo que son capaces y de la fuerza con que cuentan, ahora hay que prepararse para lo que viene e ir por más, por la defensa de los puestos de trabajo, por el desarrollo industrial y por la soberanía.


MST – FIT Unidad
- Decreto 333/2025: https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/325601/20250520