lunes, 18 noviembre 2024 - 20:49

Staff report del FMI. Massa se comprometió a un nuevo tarifazo, bajar salarios estatales y jubilaciones

La publicación del staff report del Fondo exige una “contención” del gasto en salarios estatales y jubilaciones y un nuevo tarifazo entre otras fuertes medidas de ajuste. Como un vampiro hambriento que no se conforma con el brutal sacudón que la reciente devaluación significó sobre los ingresos de los trabajadores argentinos, el FMI pide más esfuerzo y el ministro candidato, pese a su discurso electoral, lo aceptó.

En este informe del organismo financiero se detalla la “letra chica del acuerdo por el que acaba de liberar U$S 7.500 millones, para que Argentina le vuelva a cancelar vencimientos de la fraudulenta deuda externa convalidada en el Acuerdo de Facilidades Extendidas. Este acuerdo fue firmado por este gobierno con el aval de Juntos por el Cambio en el Congreso el año pasado, para pagar el fraudulento crédito Stand By contraído por Macri por U$S 45.000 millones del cual no vimos un solo dólar, ya que se los fugaron entre los bancos y el sistema especulativo financiero.

En el staff report, los funcionarios develan que lejos del discurso confrontativo del ministro candidato, las condiciones aceptadas por Massa implican que se debe disminuir la masa salarial de los empleados estatales entre agosto y diciembre en un 5%, debe contenerse el gasto en jubilaciones, las tarifas deben volver a aumentar de acuerdo al nuevo costo planteado por la reciente devaluación –que se calcula va a significar un ajuste de un 12% más en sus precios- y se debe cumplir una  meta de ajuste fiscal hasta fin de año, más una acumulación de reservas y pautas de restricción de la emisión monetaria, objetivos que la mayoría de los analistas señalan son imposibles de cumplir.

El Fondo, que acaba de recalibrar las proyecciones de la economía argentina a la baja, señalando que la inflación trepará a un 120% anual, la caída del PBI sería de un 2,5% y la bola se Leliqs se incrementará hasta llegar al 15% del PBI, ahora exige que la baja del gasto fiscal estribe en un 1,9% del PBI de déficit fiscal. Un monto de reducción exactamente igual al pactado antes de conocerse el efecto de la grave sequía y meta de reservas, que disminuyeron del formato original, pero exigen a un país con pocos dólares por exportaciones por la baja producida por la crisis climática la acumulación de U$S 8.000 millones hacia fin de año.

El organismo internacional que habla de un “descarrilamiento del acuerdo pactado, señala varias razones de esta situación. Por un lado reconoce el impacto de la sequía, pero señala además los desvíos” y “retrasos” en las políticas pactadas por “una política de ajuste insuficiente”.

Mientras se espera el demorado anuncio de las “medidas compensatorias” anunciadas por el ministro candidato para paliar el impacto de la devaluación en los bolsillos populares, lo cierto es que las condiciones pactadas con el FMI en el reciente staff report, que se calcula en un nuevo ajuste del 11% en las prestaciones del Estado, pone en duda la magnitud de los próximos anuncios.

El aumento de los precios para compensar el efecto de la devaluación ya presenta promedios arriba del 30%, con picos en la carne del 50%, con un ritmo de aumento de los alimentos del 8% en una sola semana. sobreprecios y desabastecimientos especulativos para mejorar aún más los márgenes empresarios aprovechando la inestabilidad planteada por la devaluación.

Los distintos medios ligados a la campaña electoral del ministro tienden a justificar las concesiones realizadas para que el Fondo remitiera los fondos demorados más de dos meses, que obligaron al gobierno a tomar otros créditos –con la CAF, Qatar y China- para cubrir los vencimientos de junio y julio pasados. Lo cierto es que quedará frente a el repago inmediato de estas acreencias y los vencimientos con el propio FMI hasta fin de año, sumado a las metas de ajuste pactadas, muy poco margen para mejorar los devaluados ingresos populares o reactivar las restringidas importaciones de insumos necesarios para el funcionamiento de la economía.

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La oposición electoral no difiere, solo tiene en matices en el ajustazo en marcha para cumplir con el Fondo. Milei, en su entrevista con el organismo ha prometido un “ajuste mayor” que el exigido por el FMI, promete en su relato de campaña hacerlo sobre el “gasto político” pretendiendo ocultar que su plan dolarizador empieza por un brutal ajuste fiscal. Bullrich, en la presentación de sus economistas habló de arrancar su posible gobierno con “un déficit cero”, planteando que su gobierno será “el más austero que recuerde la República Argentina”, con tarifazo, reforma laboral y jubilatoria, entre otras medidas.

Cuando la inflación anual ya trepa entre un 140% o un 150%, los tres presidenciables con discursos distintos coinciden en ajustazo tremendo para cumplir con el Fondo. Milei y la Pato se esmeran en prometer medidas terribles para los trabajadores y sectores populares. Massa ya las está aplicando, con la excusa que no le queda otra, ya que habría recibido un “tomuer” que no es culpa de él. Los progres de Unión por la Patria nos piden que apoyemos a este saqueador de los ingresos populares para “que no triunfe la derecha”.

No hay salida para esta crisis sin romper con el Fondo. Para lograr una recomposición inmediata de salarios, jubilaciones y planes sociales hace falta salir a pelear contra este ajuste brutal, como proponemos desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad. Hay que apoyar y ayudar a desarrollar y coordinar todas las luchas en curso y a la vez exigir a las conducciones sindicales de la CGT, las CTAs y todos los gremios importantes, que terminen con su pasividad y llamen a un paro nacional activo contra este brutal saqueo.

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