Diego Santilli, el principal candidato de Juntos en provincia de Buenos Aires, viene de afirmar ante una reunión realizada en el recoleto Hotel Alvear con los empresarios del “círculo rojo” que va a apoyar el Acuerdo de Facilidades Extendidas que el gobierno está negociando con el Fondo. Para el candidato de Juntos, esta sería una “política de Estado”. Una vez más se confirma que entre el Frente de Todos y Juntos, pese al teatro electoral, no hay diferencias en lo central. Tampoco con Milei. Solo el FIT-U plantea que para salir de la catástrofe social que atraviesa el país hay que romper con el FMI y dejar de pagar la fraudulenta deuda externa.
Hace pocos días el presidente Fernández aseguró que el acuerdo con el FMI estaba cerrado. Ahora, Santilli se encarga de reafirmar que está “convencido que si hay un acuerdo con el Fondo, es un acuerdo que podemos apoyar y firmar. Los argentinos necesitamos políticas de Estado.” Lo dijo, interrumpiendo su gira de campaña, frente a la crema de los empresarios del país en una reunión del Congreso Interamericano de Comercio y Producción (CICyP). Estuvieron en la Recoleta Funes de Rioja de la UIA y presidente de CICyP, Gabbi de la Bolsa de Comercio, Brito de ADEBA, Szczech de Camarco, Frederkin de la Sociedad Rural, Grinman de la Cámara de Comercio y Servicios, Bulgheroni de Samconsult, Patanian de Aeropuertos Argentina 2000 y Rattazzi de Fiat, entre otros.
Luego de hablar de la necesidad de bajar impuestos a los empresarios señaló la necesidad de una reforma laboral (flexibilización y pérdida de derechos) y fiscal (achique de los presupuestos en jubilaciones, asistencia social, salud y educación públicas). O sea, los mismos requisitos que pide el Fondo para sus acuerdos, aunque la propaganda electoral del Frente de Todos intente ocultarlo y que la derecha menciona sin problemas.
El gobierno ya está aplicando el ajuste que exige el Fondo
Ajustes que Guzmán viene implementando sin pausa. Pese a la carta de Cristina, solo algunos mezquinos anuncios intentan revertir el castigo electoral que sufrió el gobierno. Se anuncia el aumento en $ 5.000 del salario por hijo para dos millones de trabajadores formales que ganan menos de $ 70.000 con lo cual se está muy lejos de cubrir el costo de la canasta familiar. La mayoría de los jubilados gana la mínima, $ 25.000; son 4.500.000 de jubilados y pensionados que, según un estudio de Ismael Bermúdez publicado en Clarín, cobran una tercera parte de la canasta básica para el sector, ubicada en $ 75.505, de la cual el gasto en alimentos y medicamentos alcanza a la mitad.
En cumplir con el FMI no hay grieta, pese a lo discursos electorales y cada vez les cuesta más engañar a la gente. Por eso, Máximo un día dice en tono de campaña electoral que cada dólar que va al Fondo se le saca al pueblo argentino, mientras Cristina ya avaló la necesidad de firmar, y no le puede responder a la pregunta del periodista Alejandro Bercovich, que en una reciente entrevista le preguntó: “Vos que de hecho tenés más de 200 millones de dólares, de pesos, y por eso pagaste el impuesto extraordinario a las grandes fortunas, ¿qué necesidad tenés de tener tantas propiedades o cómo vivís, cómo atravesás esa situación?” Ante semejante pregunta, el hijo dilecto de la vicepresidenta, antes de señalar que estaba embargado, balbuceó: “No entiendo la pregunta”.
Dos escenarios completamente opuestos
Este jueves hubo concentraciones de sectores populares. Por miles los trabajadores desocupados y sus organizaciones sociales de izquierda ocuparon las calles del centro porteño y cortaron varios accesos a la ciudad, hecho que se replicó en muchos puntos del interior del país. Nuestro MST Teresa Vive desplegó una importante columna frente a Desarrollo Social y se movilizó en muchas provincias. El reclamo del “polentazo” fue ante la total falta de asistencia alimentaria a los comedores populares, a los cuales llega mucha polenta y algunos productos de mala calidad.
En la cancha de Chicago se reunieron para relanzar la campaña electoral del Frente de Todos las agrupaciones Evita, Somos- Barrios de Pie, la CCC, entre otras. Junto a sus dirigentes estaba Máximo, Tolosa Paz, el presidente prometiendo mejoras cuando la pobreza no deja de avanzar día a día. Allí en su discurso Fernández afirmó que: “Mientras ellos brindan en Miami, yo peleo con el Fondo Monetario” y que “nadie puede estar en paz con su espíritu sabiendo que hay una Argentina que queda al margen mientras unos pocos disfrutan de su buena vida”.
Curiosa manera de pelear contra el Fondo, al que este año va a terminar pagando cerca de U$S 5.000 millones y con el cual va a renegociar una deuda impagable de U$$ 45.000 millones que el mismo ha denunciado por fraudulenta, aceptando más cláusulas de ajuste y flexibilización laboral. También es probable que se haya “olvidado” que “entre los pocos (que) disfrutan de su buena vida” tenía, por ejemplo, a su lado, al super millonario Máximo o la cheta Tolosa Paz, que vive en el country más lujoso de La Plata.
Así, nuevamente, miles de compañeros que han luchado mucho contra la miseria que este sistema nos impone eran llevados por sus dirigentes a apoyar a los que van a seguir profundizando su miseria pagando y pactando con el Fondo.
El relato electoral y algunas mínimas concesiones no pueden ocultar la realidad de medio país sumido en la pobreza, mientras los empresarios se llenan de plata, se está pagando la deuda al FMI y se va a firmar un nuevo acuerdo con el apoyo de Juntos, Milei y los grandes empresarios del país que va a someter a nuestro pueblo a muchas más penurias.
Por eso es más necesaria que nunca la unidad de todos los sectores combativos, para derrotar esta política en la cual no tienen grieta entre los que manejan el país y para construir una alternativa política distinta, que suspenda de inmediato los pagos a los buitres de la deuda y destine ese dinero a invertir en trabajo, salud y educación. Al servicio de esto es necesario ampliar y fortalecer el Frente de Izquierda Unidad.