El año 1974 fue un año convulsionado. Podríamos enumerar decenas de sucesos trascendentales de la historia reciente de Argentina. La historia oficial se encargo de darle más “prensa” a algunos muy puntuales, muchos otros han sido escondidos, reducidos y minimizados. Casualmente los invisibilizados siempre son los que representan un problema al dogma del populismo burgués. La imagen que la historia oficial busca recrear de los años 70 y su reflejo de la izquierda quedan reducidas a ciertos grupos foquistas y sus acciones. Poco refleja el creciente polo combativo y antiburocrático que se gestaba alrededor del Partido Socialista de los Trabajadores (PST).
La Argentina de los 70, hija del Cordobazo y todos los “azos” que sacudieron al país, comenzó a gestar un movimiento obrero organizado que empezaba a cuestionar a las burocracias sindicales. Estas burocracias, peronistas en su totalidad, habían enquistado su poder tras años de dictaduras y persecuciones al activismo joven, incluso activismo que se había forjado en la “resistencia peronista” pero que comenzaba a cuestionar al peronismo y a Perón. Esta vanguardia obrera comenzaba a empalmar con las políticas del PST.
El PST era un partido relativamente nuevo pero surgido de una corriente cuya historia se remonta al año 1943. Impulsado por Nahuel Moreno y otros compañeros y compañeras, en el año 1972 se produce la fusión del PRT La Verdad y el grupo proveniente del Partido Socialista, liderado por Juan Carlos Coral. En la zona norte del Gran Bs. As. el PST había logrado un sólido trabajo político en varias de las principales fabricas metalúrgicas como: Del Carlo en Béccar, el Astillero “Astarsa” de Tigre, las fundiciones Corni y Cormasa de Pacheco, Wobron en el Talar, y otras varias más. El crecimiento militante e influyente de este polo combativo llevó a la constitución de la Lista Gris en unidad con otras corrientes, que disputaba la conducción de la seccional Vicente Lopez de la UOM frente a la burocracia sindical de Victorio Calabró y Gregorio Minguito. Es importante destacar que la seccional Vicente Lopez era la segunda con mas afiliados en ese momento en el país.
La Triple A, organización parapolicial surgida de las entrañas del peronismo, hizo sus primeras apariciones en el propio 1974. Primero con una lista negra de personalidades “que serían inmediatamente ejecutadas en donde se las encuentre”, y luego ya con sus atentados y asesinatos. En esta banda fascista actuaban conjuntamente miembros de la policía, matones sindicales y la Juventud Sindical peronista.
Mayo de 1974. Atacan al PST
En esos tiempos varios locales del PST comenzaron a sufrir varios atentados. El 7 de mayo fue asesinado Inocencio “Indio” Fernández, mientras iba camino a su trabajo en CORMASA. A partir de ese momento, varios locales comenzaron a hacer guardias para protegerse de posibles atentados. Uno de esos locales fue el local de Pacheco.
En la noche del 29 de mayo, una banda de la Triple A y la Juventud Sindical Peronista con varios autos llegaron a las puertas del local de Gral. Pacheco, sin medir palabra comenzaron a disparar. Los compañeros que hacían guardia esa noche enfrentaron el ataque y lograron detenerlos un tiempo, sin embargo, eran ampliamente superados en número y armamento. El grupo armado de la ultraderecha peronista logró ingresar al local y allí secuestran y golpean a tres compañeras y a dos compañeros. A unas cuadras encontraron a otro compañero y también se lo llevaron. A las compañeras Mónica Wolf, Silvia Ferraté y Amalia las dejaron tiradas en un baldío con los yuyos altos; cuando volvieron a buscarlas no las encontraron. Los compañeros fueron asesinados a balazos y sus cuerpos fueron encontrados al día siguiente en Pilar.
Hoy, 50 años después, recordamos a los compañeros del PST, Oscar “Hijutus” Meza, obrero y delegado metalúrgico en Astilleros Astarsa; Antonio “Toni” Moses, obrero metalúrgico de Wobron y Mario “Tano” Zidda, estudiante y dirigente de la Técnica 5 de Tigre.
En el año 2016 se condenó a cinco imputados por crímenes de la Triple A (el sexto Eduardo Fumega, subinspector de la Policía Federal, falleció): Jorge Conti, subsecretario de Prensa de Nación en 1974 y vocero de López Rega; Julio Yessi, titular de la Juventud Peronista de la República Argentina (JPRA, organización armada por la derecha peronista con el objeto de restarle poder a las Regionales de la JP identificadas con la tendencia y Montoneros) están entre los más destacados. Carlos Villone, Norberto Cozzani y Rubén Pascuzzi completan la lista. Sin embargo, las interminables apelaciones permiten que estos sigan libres.
Al cumplirse los 50 años de la masacre habrá dos actos. El miércoles 29 de mayo a las 17.30 horas en la plaza de Talar, convocado por la Comisión de Familiares y amigos de Ana María Martínez junto al SUTEBA Tigre. Y el sábado 1 de junio a las 15 horas en Salta y Córdoba, en la Plaza de Pacheco, convocado por el MST, que contará con la presencia de Alejandro Bodart; Roberto Zanetti, obrero de CORNI y LOZADUR militante del PST y Chiquito Moya, dirigente obrero y del PST, quien recientemente publicó su ultimo libro “Memorias y Desmemorias de un trosco”, de editorial La Montaña. En este libro, Chiquito, cuenta en profundidad como fueron los acontecimientos en su capítulo “Pacheco 1974”.
A 50 años de la masacre de Pacheco las ideas y las luchas por las que dieron su vida los compañeros asesinados siguen más vigentes que nunca. Y ellos fueron simiente para nuevas generaciones de compañeras y compañeros que hoy levantamos sus banderas, sus nombres y sus historias, con el compromiso de luchar con rabia para hacerlas realidad.