jueves, 14 noviembre 2024 - 10:23

Sigue la entrega. Con reservas netas negativas el gobierno cumple con los bonistas

Terminar con la herencia macrista fue el hit del Frente de Todos en la campaña presidencial de 2019. A meses de terminar el gobierno que encabezan Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa continúa con lo peor de esa herencia: el pago de la fraudulenta deuda externa. Si la semana pasada fue el turno de cobro para el FMI, esta semana llegó el pago para los bonistas privados. Una entrega que continúa en medio de una crisis de reservas, que ya refleja en rojo la cifra de reservas netas.

El pago a los bonistas

La gracia de Massa para esta semana será con los bonistas privados, aquellos que renegociaron la deuda en tiempos donde Martín Guzmán estaba al frente de Economía y, en su momento por tal tarea, había sido felicitado por la vicepresidenta.

En estos días lo que se pagarán son los cupones de los bonos en dólares reestructurados en 2020. La suma total de la erogación que se hará es de unos U$S 1.000 millones. Al igual que la deuda con el FMI y otros organismos de crédito, esta no fue investigada y se sigue pagando al contado a pesar de los diferentes ilícitos que se conocen que existen.

Como en la pandemia, mientras existía una crisis económica, el gobierno coloca como prioridad abonar a los grupos como BlackRock, Templeton y Fidelity entre otros. El pasado martes 4 de julio el secretario de Finanzas, Eduardo Setti expresó: “Conforme el cronograma habitual, estaremos realizando el pago de cupones de los títulos denominados y pagaderos en moneda extranjera. De esta forma reafirmamos una vez más nuestro compromiso con el pago de las obligaciones de la deuda pública y la gestión de una estrategia financiera que permite dar tranquilidad y certidumbre a los mercados”.

La tranquilidad a los mercados de la que hablan desde el equipo de Massa en Hacienda significa a la vez profundizar la sangría y el deterioro de las reservas. Sumando el pago al FMI que se realizó la semana pasada con yuanes y DEG´s, más este cumplimiento por U$S 1.000 millones, las reservas netas según la consultora Equilibra pasarán a ser de un saldo negativo de U$S 6.000 millones. No significa sólo una cifra récord en la historia de la economía de nuestro país, sino una muestra del mecanismo de usura que significa el sistema-deuda que no se rompe bajo ningún gobierno patronal, independientemente de la extracción que sea.

Estas escasas reservas, a la vez, remarcan un nulo “poder de fuego” ante una eventual corrida cambiaria por parte del BCRA. Dato no menor

ya que ese episodio se viene adelantando desde hace tiempo por la incertidumbre que hay ante el contexto electoral.

La negociación con el FMI

Así como se le pagó al Fondo la semana pasada, el calendario arrojaba nuevas fechas de vencimiento con el organismo. Sin embargo esta mañana, como lo anticipó Alejandro Rebossio en el DiarioAR, Massa y Miguel Pesce, presidente del Banco Central, han decidido patear los pagos para el próximo 31 de julio. Las fechas estipuladas eran el 14 y 21 de julio, mientras que los montos en total significaban una entrega de US$ 2.555 millones.

Este aplazamiento no significa ningún tipo de desconocimiento soberano ni nada por el estilo. En realidad es una maniobra, permitida por el organismo en sus estatutos, que el ministro de Economía usa para no terminar de vaciar las reservas y especular con una finalización de la nueva negociación con el Fondo para un acuerdo que, como dijo, sólo durará hasta fin de año. Massa, para cumplir con el pago de los vencimientos del préstamo Stand By tomado por el gobierno de Mauricio Macri, busca concretar los adelantos que el propio FMI puede llegar a darle para pagarle al mismo FMI. Sin embargo, como venimos anunciando, esto sólo se dará bajo nuevas condiciones leoninas para el país. Entre ellas, se especula un nuevo salto devaluatorio, aunque no sea de manera tradicional y se dé por la vía de aumentar el costo de los permisos de importaciones. Medida que también colaboraría a frenar la economía local que ya viene presentando indicios de desaceleración.

Mientras las reservas brutas -las totales- están en sólo US$ 27.926 millones, el menor nivel en nueve años tras el pago del viernes pasado al FMI, el ministro y candidato a presidente por Unión por la Patria busca cerrar con el Fondo sin pensar en lo indicado previamente. Para esta tarea, esta noche, como lo remarca Rebossio en su artículo, enviará a Estados Unidos una comitiva integrada por “el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, el jefe de asesores de Massa, Leonardo Madcur, un director del Central, Jorge Carrera, y el subgerente general del mismo, Germán Feldman”.

Una salida de otra clase

Ni un nuevo acuerdo con el FMI ni presidentes obsesivos por pagarle al organismo que nos estafó son las políticas que nos van a sacar de esta trampa, que sólo colabora a empeorar la situación social y económica del país.

Como lo vienen expresando los candidatos de la lista “Unidad de luchadores y la izquierda”, integrada por el MST y el PO en el FIT-Unidad, la única salida verdadera para terminar con esta estafa y el sufrimiento de las familias trabajadoras es dejar de pagar la deuda externa. Avanzar en un desconocimiento soberano, investigarla y avanzar en la nacionalización de la banca y el comercio exterior para poder tener control sobre nuestros recursos.

Sólo por este camino es que se podrá responder a las necesidades sociales de las mayorías trabajadoras.

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