El domingo que pasó el superministro de Economía volvió a replicar una de las tantas prácticas que lo apasiona, visitar la embajada de Estados Unidos. De estar forma, Sergio Massa y Marc Stanley mantuvieron una reunión tras la asunción del tigrense en el Ejecutivo del Frente de todos.
Tal es la alegría de Estados Unidos por tener un soldado en el gobierno, que hoy por la mañana el mismo Stanley fue quien publicó en su cuenta de Twitter una foto del encuentro. El funcionario estadounidense, expresó: “Gracias a @SergioMassa por la productiva reunión de ayer. Esperamos seguir trabajando con él en su nuevo rol”.
Todos sabemos que una reunión “productiva” con estos personajes no significa más que un síntoma de una nueva entrega. Seguramente esta reunión de Massa con Stanley funcionó como plataforma de los viajes que el nuevo ministro prepara a Estados Unidos dentro de unas semanas. Periplo que, como él mismo lo dijo, servirá para buscar nuevos prestamos internacionales, es decir mayor endeudamiento externo. Además, otro punto importante que Massa busca destrabar, es el cónclave que quedó pendiente entre Alberto Fernández y Joe Biden.
La vuelta a las relaciones carnales, como Argentina vivenció en los ´90 bajo los gobiernos de Menem, parecen volver. Esta reunión de reunión es una muestra más, pero ya en meses pasado la propia Cristina Fernández de Kirchner fue la que se reunió con el mismo funcionario y, además, con la comandante del Comando Sur de EE.UU., Laura Richardson. Se profundiza de esta forma una relación con el imperialismo estadounidense, gran responsable del sometimiento económico que nuestro país vive hoy en día por el peso de la deuda externa. Principalmente por uno de sus organismos de créditos predilecto: el FMI.
Así las cosas, se revela que el giro “pragmático” del gobierno es más derechización y sometimiento, que se traduce en pérdida se soberanía política y económica.