Este jueves la Cámara Alta votó por la expulsión del senador entrerriano detenido en Paraguay tras ser encontrado con más de 200 mil dólares sin justificar. El debate público migro rápidamente a la disputa entre Milei y su vice.
Idas y vueltas de la sesión
La sesión tuvo sus interludios donde el oficialismo intentó boicotear su desarrollo. Por un lado impulsando la suspensión de Oscar Parrilli, quien se encuentra procesado por la causa del Memorándum con Irán.
A su vez, sectores del PRO y el radicalismo se oponían a la expulsión, en cambio sostenían que se debía suspender y actuar de acuerdo con el desarrollo judicial de la causa que lo involucra.
En paralelo, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, que se encarga de la investigación por lavado de dinero, había solicitado el desafuero del legislador entrerriano para “proceder a su detención por los canales diplomáticos correspondientes”. Además, prohibió el ingreso al despacho de Kueider y ordenó allanamientos en 13 propiedades: siete en la Ciudad de Buenos Aires, 4 en Entre Ríos y dos en la provincia de Buenos Aires, en Morón y Berazategui.
En la sesión hubo dos ausencias con aviso, la del propio Kueider, detenido en Paraguay y Zimmermann, ya que ahora es ministro del gobierno de Zdero en Chaco. En cambio, se ausentaron sin aviso Natalia Gadano de Santa Cruz y Gerardo Montenegro de Santiago del Estero.
Se dio a inicio a la sesión con la intervención de Fernández Sagasti (UxP) que sostuvo: “Pedimos la exclusión de Kuieder. El mismo Milei dijo que es un problema de los kirchneristas. Salvo que se hayan convertido en casta. ¿O tienen miedo a que se conozca cómo se consiguieron los votos para la Ley Bases? Tienen miedo de que Kuieder cante más que Valeria Lynch”.
En la misma dirección habló el jefe del bloque, José Mayans: “Voy a hablar en los términos de Milei. Él dijo que acá había coimas y ratas. Milei manchó el honor del Congreso. A los gobernadores les dijo que los iba a hacer mierda. A todos. ¿Y qué se hizo acá? Acá se juntaron unos senadores, llegaron a 39 y dijeron que tienen el derecho a hacer lo que quieren. Y había dos que vinieron por la boleta nuestra. Entonces ahora viene la otra parte: ¿por qué se fueron para el otro grupo? Armaron una bandita para vender su voto. ¿Cuál fue el premio? La Comisión de Asuntos Constitucionales. Kueider expuso sobre la Boleta única para luchar contra la corrupción”.
Además, agregó que “la Ley Bases fue corrupta, se compraron votos”. Advirtiendo “que Kueider no salga ni al balcón porque no vaya a ser que se caiga a la psicina. ¿Qué más sabe Kueider? Sabe mucho”.
Desde el oficialismo, en boca del senador Abdala, sostuvieron que Kueider “merece una suspensión. Me encanta purificar el Senado, por eso les pido que nos habiliten el debate para el tema que sigue”, en referencia al debate sobre la suspensión de Parrilli, que luego fue descartado.
Por su parte, el senador libertario Atauche quiso evitar la expulsión de su socio, declarando: “No somos nosotros los que debemos juzgar, pero sí la Justicia”.
En cambio, Tagliaferri del PRO quiso apuntar tanto a peronistas como a liberales, desarrollando que: “Sería bueno que estemos acá discutiendo ficha limpia. Hasta hace dos minutos el discurso del gobierno era ir contra todo, contra la casta y la corrupción. Pero ahora hacen contorsionismo moral. Y el kirchnerismo finge demencia: Kueider fue elegido en la boleta con Cristina Kirchner. Los dos sectores están especulando políticamente. Kueider fue votado con la boleta de Cristina Kirchner y hace un año está con el gobierno”.
La paradoja del contorsionismo moral que denuncia el PRO es el espejo de la denuncia al jefe de su bloque en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, a quien se le descubrió un entramado de sociedades offshore y propiedades millonarias sin declarar, por valores 10 veces mayores a los que se le encontraron in fragantti a Kueider.
En un intento de traer calma a la sesión, el senador de Cambio Federal, Carlos Romero, expresó: “Kueider es insalvable, pero dejemos de tirarnos carpetazos, no contribuye en lo más mínimo”.
Asimismo, el compañero de bloque del senador entrerriano, “Camau” Espínola, también busco sin éxito disuadir hacia una resolución judicial: “Kueider deberá dar explicaciones en la Justicia”.
Resultado, intentos de empantanar e interna en llamas
Con la votación de 61 senadores a favor, Kueider fue expulsado del Senado y su banca será ocupada por Stefanía Cora, militante de La Cámpora de la provincia de Entre Ríos.
Los 6 votos en contra de la expulsión corresponden al radical Maximiliano Abad; los miembros del PRO, Carmen Álvarez Rivero, Andrea Cristina, Alfredo De Angeli y Martín Goerling; y el compañero de bloque de Kueider, Carlos “Camau” Espíndola.
A horas de la votación, se deslumbró parte de la estrategia de La Libertad Avanza para empantanar la situación El riojano liberal Carlos Pagotto señaló que Victoria Villarruel, quien presidió la sesión en el Senado, debía estar supliendo las funciones del presidente Milei, que se encontraba viajando rumbo a Italia.
Bartolomé Abdala quiso calmar la situación y esclarecer: “Nosotros nos hemos ajustado 100% al reglamento y a la Constitución. según lo dice el artículo 88 de la Constitución, asume cargo de presidencia una vez que es notificada por el escribano, y eso ocurrió después”, “de hecho, tampoco hubiera afectado, porque la doctora Villarruel solamente vota en caso de empate, y no hubo empate, o sea que tampoco se vio afectada la voluntad del cuerpo en este caso“, agregó el senador libertario.
La Casa Rosada, lejos de validar la explicación de Abdala, sostuvo que Villarruel estaba en pleno conocimiento y con anterioridad del viaje de Milei y sus horarios de partida, el propio Milei sostenía desde Roma: “El mismo jueves, el propio Adorni confirmó que yo estaba viajando a Italia y eso fue diseminado por todos los medios. Pero, además, cuando yo termino de firmar, el escribano la llama insistentemente (a Villarruel) y después le escribieron a la secretaria, que tampoco contestó”.
“Así funciona el sistema de contrapesos. En el momento que yo entro de viaje automáticamente se produce la acefalía, entonces queda a cargo del Ejecutivo. Si preside la sesión del Congreso, está trabajando en el Poder Legislativo, pero al mismo tiempo es presidente de la Nación y eso violenta la división de poderes”, agregaba el presidente, sosteniendo que la sesión es invalida, pero que se podría hacer nuevamente.
Villarruel no se quedó callada y contestó: “cumplo (el rol de presidenta) cuando me notifica un escribano que es enviado por el Ejecutivo. El traspaso de poder lo hace el Ejecutivo. Yo sólo acato y firmo. Lo cual hice a las 19 horas del día jueves. Así que no incumplí ninguna Constitución, en todo caso el incumplimiento es de otros”.
Arde la interna libertaria, mientras desde la Rosada buscan poner en cuestionamiento la sesión y otorgarle una sobrevida al senador Kueider. Mientras que Villarruel se encuentra apuntada por el fuego aliado de una relación mellada en tan solo un año de gobierno.
Critica amarilla
El líder del PRO, Mauricio Macri, aportó declaraciones acerca de la sesión desde su discurso en el cierre anual de la Fundación Pensar, en sus palabras: “Lo que pasó ayer (el jueves) en el Senado fue un papelón”.
Sosteniendo que él entiende “que todos estemos indignados con que ese senador cruce con valijas a Paraguay, pero el debido proceso es el que decidió el PRO”, la solución del partido amarillo era “suspenderlo sin goce de sueldo, desaforarlo y que vaya a la Justicia”.
Expresando que “es una manera obvia que tienen todos aquellos que tienen el culo sucio: tiran a uno por la ventana, así las fieras se calman”. La hipocresía que compone al PRO se hace carne cuando acusa de suciedad y no limpia la propia, justo la semana en la que se descubren los negocios oscuros de Ritondo.
No tapemos el sol
La expulsión de Kueider no debe tapar el sol con el dedo, se debe investigar hasta el final la ruta del dinero que le encontraron al senador, así también sobre las relaciones “transaccionales” que hubo detrás de la aprobación de la Ley Bases. La propia ley ya debería ser invalida ya que se aprobó gracias a un voto de quien fue expulsado del Senado por corrupto.
Además, no solo se debería investigar a Kueider, sino que también a personajes como Ritondo o Bulllrich, quienes recibieron denuncias por lavado de dinero y ocultamiento de activos en los últimos días.
Para dicha investigación no confiamos ni un ápice en esta Justicia adicta al poder de turno. La misma debería ser desarrollada por una comisión independiente del poder político que esté conformada por personalidades intachables que no tengan ninguna relación con la corrupción.
Asimismo, sin medidas de fondo la corrupción seguirá propagándose como un germen. Es preciso eliminar los privilegios de los funcionarios políticos y aplicar la revocabilidad de cargos ante incumplimiento de funciones.
El gobierno toma el rumbo contrario con su propuesta de reforma electoral, que prácticamente privatiza las elecciones, “blanquea” el lobby empresarial y avanza en medidas proscriptivas a la izquierda y fuerzas emergentes. Enfrentaremos dicha reforma que legitima la “compra de voluntades”, como se sospecha que fue en el caso de Kueider con la Ley Bases.