Durante la tarde del miércoles y el mediodía de este jueves, Alberto Fernández se reunió con los gobernadores para obtener un paneo, en detalle, del desastre sanitario en el que se está convirtiendo el país. Hospitales colapsados, una primera línea totalmente fatigada tras más de un año de lucha contra la pandemia, son la tónica que marcan la situación sanitaria de Argentina. A pesar de que hace semanas se registran contagios récords, como también los casos de difuntos, el presidente, sus gobernadores y la oposición negacionista de Juntos por el Cambio liderada por Larreta, transitaron este tiempo en una completa inacción. Clases presenciales, una apertura económica indiscriminada sin el cuidado necesario en los puestos de trabajo de las distintas ramas, transporte público al límite de pasajeros, conforman el combo de decisiones criminales que hoy, tarde, motivaron a Fernández, por medio de una cadena nacional, a comunicar un nuevo confinamiento durante 9 días para que el desastre no sea peor. De todas formas, estas medidas, a destiempo, siguen siendo insuficientes.
Confinamiento y ¿nada más?
Volver a una cuarentena más estricta, de manera temporal, es algo totalmente necesario que desde la izquierda se viene reclamando. Sólo de esta forma, conjuntamente con el aumento de la campaña de vacunación, es posible contener una segunda ola que se encuentra totalmente desmadrada, que presenta mayor voracidad por la existencia de las cepas de Manaos y Reino Unido que son más contagiosas y letales. Sin embargo, reiteramos, el gobierno llega tarde a aplicar estas políticas parciales cuando la ocupación de camas UTI, a nivel nacional, ya se encuentra en un 72,6%.
“Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia” dijo Alberto, de todas maneras, en estos 9 días de confinamiento, ¿el gobierno avanzará en conseguir más dosis para vacunar? Las noticias de negociaciones, supuestos arribos de dosis de las vacunas AstraZeneca, quien incumplió el contrato con Argentina, obliga a tomar medidas estructurales para resolver el drama de la pandemia. Confinar a la población, sin avanzar en la expropiación del laboratorio de Hugo Sigman, mAbxience, es quedarse a mitad de camino. En la localidad de Garín es donde está parte importante de la solución, sólo que, por una posición a favor del lucro de los laboratorios en medio de la pandemia, Alberto admite que las jugosas ganancias de estos estén por encima de la vida de millones.
Terminar con las patentes y establecer la producción local de vacunas para la mayoría de la población, si es que el presidente no quiere “naturalizar tanta tragedia” y considerar que “no es momento de especulaciones y nadie debe sacar ventajas”, es una medida que tiene que implementarse inmediatamente para que el confinamiento, a mediano plazo, no termine siendo estéril.
Medidas económicas que siguen alentando la pobreza
En el medio de la conferencia Fernández anunció la continuidad de la asistencia a las empresas, el aumento de los salarios complementarios y la tarjeta alimentar. Sin embargo, en estos 9 días ¿cómo van a subsistir los casi 9 millones que el año pasado accedieron al paupérrimo IFE de $10.000? En un país donde la pobreza escaló al 45% y la canasta básica se acercó a los $63.000, no implementar un verdadero ingreso de emergencia de $45.000 para sustentar económicamente las medidas sanitarias, sigue obligando a millones de familias a salir de sus casas para trabajar en pos de conseguir un plato de comida.
Fondos para medidas de este tipo, sobran. Sólo resta afectar de verdad a las grandes fortunas del 1% de este país, no por única vez, sino de manera permanente mientras dure la pandemia. También cesar el pago de la deuda externa con el FMI y los demás organismos internacionales, tendría que ubicarse como acción primera en la agenda para asegurar recursos al sistema de salud.
Otra medida ausente
Sobre el sistema de salud nacional, a pesar de encontrarse colapsado en muchas provincias, el presidente hizo poca mención en su conferencia. La unificación del sistema de salud en uno único de carácter estatal y público, es fundamental para romper con la mezquindad de los dueños de las clínicas privadas y prepagas que en medio de la pandemia imponen decisiones sobre el uso de las unidades sanitarias.
Las propuestas aquí expresadas son algunas de las que sostenemos del MST en el FIT-Unidad para combatir seriamente la segunda ola de Covid-19, asegurando la vida de las grandes mayorías trabajadoras como así también sus derechos económicos, que este gobierno, que dijo iba empezar por los de abajo, parece olvidarlos.