Estudiantes secundarios del Fader, Yrurtia, Cerámicas 1, Danzas 2 y Agro movilizaron el viernes cortando la avenida Nazca en el cruce con Rivadavia, en contra del modelo educativo que viene aplicando Larreta junto a su ministra Acuña con las pasantías obligatorias y la reciente prohibición del lenguaje inclusivo.
A los recortes presupuestarios que viene aplicando año tras año el gobierno de la Ciudad hacia la educación pública, la efectivización de las pasantías obligatorias y la reforma del estatuto docente que se traduce fácilmente en flexibilización laboral, se le suma un nuevo decreto por el cual el gobierno de Larreta prohíbe el lenguaje inclusivo. Como excusa de que es una traba para el aprendizaje apuntan contra las disidencias y las femeneidades, que al calor de la lucha por nuevos derechos fueron encontrando en el lenguaje inclusivo otra forma de visibilización e igualdad de género. Frente a esto les estudiantes secundarios y el conjunto de la comunidad educativa no se quedan callades.
La crisis educativa es consecuencia de un plan sistemático y profundo de desfinanciamiento que sufre todo el ámbito publico; con colegios que se le caen los techos o que no tienen estufas para combatir el frío, con escuelas a las que no llegan viandas o si llegan están en mal estado y no cumplen con la dieta básica de nutrición, con una ley de educación sexual integral que no se aplica y con docentes que cobran un salario de miseria y que, con la nueva reforma de estatuto, flexibilizan aún más sus condiciones labores.
La arremetida contra el lenguaje inclusivo se enmarca en la desesperación del régimen por empezar a encauzar la bronca de la población hacia la vía electoral, y un gobierno de derecha como el de Larreta comienza con un ataque claro contra la comunidad LGBT, hacia la que tiene una política totalmente discriminatoria.
Les secus somos parte de la enorme ola verde feminista y disidente que vino a poner en debate todo, somos la generación que en 2018 tomamos los colegios por el aborto legal, que lucha por la ESI y por la aplicación de los protocolos contra la violencia de género. Cuestionamos todas las instituciones y falsas ideologías que nos impusieron desde arriba, incluyendo el lenguaje binario. Entendemos que lo que no se nombra no existe, y como sí existimos luchamos contra el decreto discriminatorio de Larreta, porque no vamos a permitir que en nuestros espacios de formación nos excluyan y discriminen.
Las ACAP arrancaron con fuerza
Con muchos cambios de nombre y resistencia por parte de las comunidades educativas empezaron a funcionar en los colegios de CABA las Actividades de Aproximación (ACAP), nombre que les pone el gobierno para ocultar lo que realmente son: mano de obra gratis para empresas y el gobierno. Cada colegio tiene sus particularidades, pero en todas coincide la carga horario de 120 horas de trabajo gratis y obligatorio de la juventud como requisito para recibirse.
Todo esto en horario de clase, perdiendo contenidos que sí están en nuestra currícula que no volveremos a recuperar; por lo tanto, se pierde especificidad en las cursadas, lo que implica una degradación en el aprendizaje. Esto es aún mas grave en las escuelas técnicas y artísticas donde las pasantías se deben realizar a contra turno, imposibilitando a les estudiantes a cursar los talleres específicos de su orientación.
Contra el gobierno, más lucha y organización
Este modelo educativo está al servicio de prepararnos para un futuro de precarización y exclusión, al servicio de las empresas y de la mercantilización. Por eso, desde Rebelión secundaria y el MST en el FIT-U planteamos un modelo que esté al servicio de las necesidades reales de la sociedad, que fomente la inclusión, la cultura, el pensamiento crítico, la ESI, la educación ambiental, etc. Por eso nos enfrentamos a cada medida del gobierno, como lo hicimos con la prohibición del lenguaje inclusivo a través del amparo judicial que presentamos junto a Cele Fierro y Vanesa Gagliardi para impedir su aplicación.
Entendemos que la educación la tenemos que pensar entre les que la hacemos, por eso exigimos un congreso pedagógico abierto entre docentes, estudiantes y familias. Esto tiene que estar acompañado de un aumento del presupuesto educativo por arriba de los 10 puntos para poder aumentar salarios, becas, generar un plan edilicio para poner y abrir escuelas en condiciones de cursada.