En medio de un cambio político en el que Milei se prepara para pegarle nuevos golpes a la población trabajadora, en donde la supuesta oposición del PJ que llamaba a “frenar a Milei” le dio el aire que ya le escaseaba para rearmarse, los trabajadores de la Sanidad tenemos que tomar el ejemplo del Garrahan y lograr una actualización paritaria acorde a la canasta familiar.
La situación política del país atraviesa un nuevo momento luego del triunfo electoral de La Libertad Avanza que le permitió cerrar al gobierno la crisis y retomar la iniciativa. Aunque no sin problemas. En ese contexto, además de arrodillarse ante los yankees, el gobierno volverá a la carga con las reformas estructurales para reventar lo que quedan de los derechos laborales, sociales y democráticos.
Con la nueva composición en la Cámara de Diputados se propone meter la laboral, la jubilatoria, la impositiva y un nuevo salto antidemocrático para reforzar la represión social.
Ante esto, la “oposición” del PJ, que hizo campaña electoral diciendo que había que frenar a Milei, muy lejos está de eso. Quedó demostrado como de una u otra manera le han permitido al gobierno aplicar su plan de ajuste y no frenarlo ni siquiera cuando estuvo en su peor momento. Es por esto que el gobierno se siente seguro para avanzar con estos cambios estructurales gracias a la inmovilización generada por las cúpulas sindicales dirigidas por el peronismo.
Y no solo eso. La burocracia sindical al haber sido cómplices de todas las quitas de derechos, del aumento del empleo informal, las tercerizaciones, las rebajas salariales y el pacto con todos los gobiernos de turno hace que hoy el empleo formal en la argentina sea menos de la mitad de la población activa.
Basta de paritarias a la baja
El gremio de la Sanidad dirigido por la Celeste y Blanca (agrupación peronista que fue parte de la dirección de la CGT con Daer) no deja de debilitar la posición de los trabajadores de la Sanidad frente a sus patronales. Luego del bochorno de haber avalado la sumas en negro en medio de la pandemia para las y los trabajadores de la sanidad año a año ha avalado una rebaja salarial sistemática. Con salario básico por debajo de la línea de pobreza desde hace décadas, dejaron correr despidos, contrataciones basura, trabajo en negro, tercerizaciones, monotributos y un largo etcétera. Hoy los trabajadores de la Sanidad tenemos que trabajar más horas que las indicadas por el bajo salario que tenemos, muchos tenemos más de un trabajo y la situación es cada día más vulnerable.
La última paritaria de miseria la justificaron diciendo que el gobierno no quería dar más de un 1% y así es como luego del mazazo de la pérdida salarial del 2024, durante el 2025 la rebaja salarial se mantuvo. Siempre sembrando miedo y justificando el ajuste para poder cubrir las paritarias miserables sin desborde. Metiéndonos veneno en la cabeza diciendo que no se puede y que los que planteamos que es necesario un aumento acorde a la canasta familiar somos utópicos. Los únicos utópicos son ellos que pretenden que sigamos viviendo con estos salarios de hambre.
Esto no se soporta más y por eso mismo en la actualización paritaria de este mes la historia debería ser otra.
El Garrahan nos muestra el camino
El aumento logrado por las y los compañeros del hospital Garrahan vino a patear el tablero a la política de ajuste del gobierno y a la complicidad de los gremios dirigidos por el peronismo que le permiten pasar todo el ajuste a los gobiernos (tanto los que declaran como gobiernos amigos como el último de Alberto y Cristina; como los que dicen que están en contra como Milei y Macri).
Las y los compañeros del Garrahan dirigidos por la izquierda lograron un aumento salarial del 61% en una sola cuota. Todo un ejemplo de lo que necesitamos los laburantes.
Ahora quieren montar una persecución sobre los dirigentes de la histórica huelga para intentar aminorar su impacto. No hay que permitirlo y por eso bregamos por la máxima solidaridad con las y los trabajadores del Garrahan.
Por un plan de lucha para lograr lo que necesitamos
La Celeste y Blanca tiene que convocar ya a un plan de lucha. Necesitamos un aumento acorde a las necesidades que tenemos, pero necesitamos que se pelee en serio y no que se hagan medidas testimoniales para figurar y no para ganar. La fórmula para ganar está: acciones directas, asambleas para discutir los pasos a seguir y tener la determinación de hacer todo lo necesario para ganar.
Y al mismo tiempo que presionamos para esta salida tenemos que organizarnos desde abajo para poder llevar esta perspectiva adelante. No podemos quedarnos de brazos cruzados, tenemos que fortalecer a la agrupación Bordó para luchar con más fuerza contra la reformas estructurales, lograr salarios para no tener que trabajar extra y tener más tiempo para nosotros, para nuestras familias y para desarrollar nuestra vida sin tener que vivir para el trabajo.

