El pasado viernes 6 de agosto, en el departamento de Iglesias, se conoció la dolorosa noticia de que dos bebes nacidos con 6 meses de gestación, habían fallecido, a pesar de todos los esfuerzos que hicieron los profesionales de la salud. La indignación creció cuando se supo que el hospital central del departamento no cuenta con incubadoras ni con servicio de neonatología.
El gobierno de Uñac hace tiempo que sostiene una política de desfinanciamiento de la salud pública. Para empezar, los salarios de quienes están en la primera línea contra el covid son de pobreza. Y la flexibilización laboral es moneda corriente en los hospitales. La pandemia ha dejado al descubierto la fragilidad de un sistema sanitario que no es prioridad para los gobiernos de turno.
El departamento de Iglesias es, por excelencia, el lugar en el que se lleva a cabo la mayoría de los proyectos megamineros. Desde hace más de una década, la promesa de recuperación económica para la provincia es el argumento de los gobiernos para justificar el modelo extractivista. Pero hace tiempo que los hospitales no tienen insumos, las escuelas se caen a pedazos y no tienen presupuesto, y los trabajadores cada vez estamos más pobres. La megaminería es, sin lugar a dudas, un negocio para pocos que sólo nos deja sin agua para la población y contaminación ambiental.
Para que el pueblo mejore, los ricos tienen que pagar
Sobre este caso hay un silencio que aturde de los medios oficiales. Solo la prensa local del departamento y algunos medios independientes han dado a conocer la noticia. Desde nuestro espacio, sostenemos que hay que terminar con la megamineria y prohibirla. Hay que diversificar la producción provincial y que se decida democráticamente producir lo socialmente necesario.
Para fortalecer la salud hay que unificar el sistema público y el privado y aumentar su presupuesto. La plata tiene que salir de un impuesto permanente a los ricos y a la actividad que genera riqueza como los bancos, el agro negocio y las grandes bodegas, y también del no pago de la deuda externa. Con estas medidas, los hospitales tendrían los insumos y equipos suficientes, con sueldos dignos para los profesionales. Para tener salud para todos y todas hay que tocar los intereses de quienes más tienen.