Después del fuerte sismo que vivió la provincia el pasado 18 de enero, con más de 50 réplicas que siguen moviendo la tierra, como en toda tragedia natural de la historia de nuestro país, con el correr de los días comienzan a hacerse evidentes las falencias de un Estado que hace agua por todos lados.
Al día siguiente del temblor, desde las 7 de la mañana, vecinos del Departamento Pocito cortaron, con quema de neumáticos, la calle Aberastain y calle 16. La ausencia de atención por parte del Estado comenzaba a calentar la mañana. Por la tarde, llegó el presidente Fernández que, en una conferencia de prensa que sobreactuaba “el compromiso”, prometió 1800 viviendas en una Provincia con un déficit habitacional de 60 mil casas aproximadamente. Fernández recorrió zonas afectadas notoriamente alejadas del epicentro del terremoto, en donde se registra la mayor cantidad de daños materiales, evidenciando, una vez más, la utilización política de la situación. Por la tarde noche, vecinos del Departamento Rivadavia protestaron por la ausencia de funcionarios del Estado para solucionar los problemas.
Después de 24 hs. del terremoto, los municipios solo repartieron a los vecinos afectados módulos de comida. Los propios funcionarios municipales les avisaron a los vecinos que, para recibir las viviendas prometidas por Fernández, deben esperar 3 años, a sabiendas de que no se sabe cuándo llegarán más fondos. Mientras tanto escasean las soluciones para las miles de familias que quedaron en la calle y sin casas. Por la tarde noche, los cortes de ruta con quema de neumáticos también se vieron en otros barrios de Rivadavia y en el cruce de la calle 11 y Alfonso XIII, en Pocito. Más tarde, también se vieron cortes en el Departamento de Santa Lucía, realizados por varios vecinos con casas inhabitables.
Más de 2 mil familias ya pasaron su tercera noche a la intemperie. Ningún organismo estatal se interesó por ofrecer a los damnificados baños químicos, agua fría, elementos de limpieza o higiene personal. Tampoco materiales para reconstruir las casas o levantar casas dignas temporarias. Como ocurrió en toda nuestra historia, el pueblo es quien responde, se auto organiza y ayuda ante la ausencia estatal.
Garantizar lo inmediato y vivienda digna para las familias
El terremoto deja al descubierto una realidad que el gobernador Uñac quiere ocultar. La pobreza en aumento en la provincia. Acceder a una vivienda digna sismo resistente no es para todos. La desigualdad social que genera el sistema capitalista se refleja en el hecho de que los sectores más humildes son quienes más sufrieron las consecuencias del terremoto. Esto evidencia que hay un estado (en la Provincia con más experiencia en sismos de todo el país) sin fondos que no cuenta con un plan preparado para cuidar a la población ante un desastre natural que San Juan conoce bastante bien.
Hoy nos toca pelear por lo mínimo: dormir bajo un techo, tener agua potable, comida para quienes perdieron todo. Con más de 2 mil familias afectadas, se requiere de la implementación urgente de un presupuesto de emergencia para resolver lo inmediato, como también un programa de viviendas populares sismo resistentes, planificado con control social. Además, para combatir el déficit habitacional que pueda prevenir este tipo de situaciones, es urgente que se ponga en pie un gran plan de viviendas dignas con presupuestos sacados en base al no pago de la deuda externa, grandes impuestos y permanentes a las grandes fortunas, y la declaración social de las viviendas ociosas.
Desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad comenzamos una campaña de solidaridad con los damnificados por el terremoto. Estamos recolectando agua mineral, hielo, elementos de limpieza, etc., lo necesario. Y, en forma independiente, lo entregamos en mano a los vecinos más afectados. Porque no confiamos, lamentablemente, en que ningún organismo del Estado entregue, en forma efectiva, la ayuda recolectada. Teniendo en cuenta que, como ya ocurrió en este y otros desastres naturales, este Estado capitalista no puede garantizar el bienestar de la gente, organizarse para que todas las familias tengan una vivienda digna y sismo resistente, es una necesidad. Habrá que cambiarlo por otro sistema social igualitario, que piense en la gente y no en las ganancias propias: el socialismo.
Sumate a nuestra campaña solidaria. Acércate a nuestro local de la calle España 4436. Rawson.
Cristian Jurado