El pasado viernes 19 se conoció la denuncia en la policía realizada por la familia de una estudiante con discapacidad que sufrió abuso sexual en el baño del colegio Nuestra Señora del Luján, ubicado en la Capital de la provincia. Esta denuncia no solo despertó el lógico enojo de los padres del resto de los estudiantes, sino que también salió a luz más información que compromete a los curas que manejan la escuela.
Lo insólito es que no es el único caso de abuso en la escuela. Aproximadamente desde el 2017 se han sucedido casos similares que nunca han llegado a ser denunciados debido a que la propia Iglesia lo ha impedido. Y son los propios curas responsables los que desestiman los reclamos de padres y estudiantes, prefiriendo no hablar del tema, tal como ocurrió en casos anteriores. En uno de ellos, la estudiante víctima de abuso, debió dejar la escuela ante la inacción de las autoridades. También se supo que el cura Walter Bustos, quien actualmente está siendo enjuiciado por varios casos de abuso sexual, cumplía sus obligaciones sacerdotales en la escuela Luján entre el 2015 y el 2018. Pero esto no es todo. También se sabe que la escuela tiene fuertes lazos con la justicia sanjuanina, y es por este motivo que ninguno de los casos de abuso prosperó en denuncia.
Los estudiantes se organizan por sus derechos
Este último hecho colmó la paciencia de los estudiantes, que ya llevan tres días de sentada en la puerta de la escuela. Cuando nos acercamos a expresar nuestro apoyo, los estudiantes nos expresaron: “No nos quieren escuchar y tampoco nos dejan hablar. Pedimos la aplicación de la ESI porque no tenemos. Y lo que nos dan es muy superficial y sin perspectiva de género. Nos dicen que presentemos proyectos, pero nos censuran temas a tratar y no podemos hablar de violencia o de abuso. Tampoco nos dejan organizar un centro de estudiantes y nos dicen que, si no nos gusta, nos podemos ir”.
Queremos ESI en las escuelas
A pesar de los dichos de los libertarios sobre eliminar la ESI, desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad apoyamos el reclamo de los estudiantes. Queremos educación sexual integral con perspectiva de género en todos los niveles educativos. Queremos que los estudiantes se puedan expresar y organizar libremente a través de centros estudiantes que no estén enchalecados por los directivos. Basta de mantener con subsidios la educación religiosa, de donde salen curas abusadores, estas escuelas no escuchan y no hacen nada frente a los abusos, pero además los ocultan.
La juventud es quien abre paso para hacerse escuchar. Acompañaremos su lucha por justicia, para que se investigue hasta el final, para que no quede en la nada como los anteriores.