Casi tres meses han pasado de la primera gran movilización de varios sectores del personal de salud. El 26 de mayo a las 00 horas culminó la huelga de hambre llevada a cabo por Manuel Piris, uno de los referentes de enfermería, finalizando una etapa del reclamo por sus derechos laborales. Los últimos días fueron especialmente movidos, pues con la adhesión al DNU de confinamiento estricto, el gobierno aprovechó la situación para desalojar el acampe que mantenían fuera de Casa de Gobierno y llevarse detenidos a tres enfermeros, junto a un docente y dos estudiantes que se encontraban en el lugar apoyando el reclamo. Esta acción despertó la bronca de la población y el activismo de enfermería y produjo una importante movilización en repudio a la criminalización de la protesta que lleva adelante el Frente de Todos. Como respuesta, el gobierno se vio obligado a citar por segunda vez a los referentes de salud, y al día siguiente concretaron una reunión con el ministro de Trabajo para atender a los reclamos.
¿Qué conclusiones podemos sacar de este proceso de lucha? Para responder esta pregunta, realicemos un breve punteo que nos permita hacer el análisis con un poco más de claridad y profundidad.
Los principales reclamos fueron:
- Defensa del Convenio Colectivo de Trabajo
- Pago de guardias adeudadas desde noviembre 2020
- Reducción de carga horaria de los contratos Covid
- Pase a planta permanente del personal
Las medidas que han llevado a cabo han sido:
- Asambleas y reuniones de cada sector
- Masivas caravanas y movilizaciones
- Tomas pacíficas del Ministerio de Salud y Ambiente, y del Departamento de Enfermería del hospital regional
- Acampe, festivales y huelga de hambre fuera de casa de gobierno
Algunas cosas que tuvieron que soportar durante todo este tiempo:
- Campañas sucias de los medios masivos de comunicación oficialistas (1)
- Intento de no reconocimiento de parte del gobierno provincial
- Cortes de calefacción y prohibición de usar baños y hasta enchufes eléctricos mientras mantenían la ocupación del Ministerio
- El clima inhóspito de nuestra ciudad
- Desalojo y detención por parte de las fuerzas de (in)seguridad
- Inicio de sumarios sin explicación
- Desplazamiento de un enfermero a otro sitio de trabajo
- Suspensión de un enfermero
Las principales conquistas obtenidas hasta el momento son:
- Apertura de la paritaria sectorial de salud (que aún no se resuelve por la burocracia sindical en complot con el gobierno de Alicia Kirchner)
- Reconocimiento y pago de las guardias adeudadas
- Reducción de la carga horaria de los contratos Covid de 176 a 144 horas mensuales
- Ser atendidos por el ministro de Trabajo (que prometió entre otras cosas pasar a planta permanente a algunas enfermeras y atender el caso del enfermero que designaron a otro lugar)
- Aumento en el valor de las guardias para algunos turnos y sectores
Algunas primeras conclusiones
En primer lugar, hay que resaltar que no se ha logrado solución a todos los reclamos; pero se consiguieron importantes logros gracias a la organización y lucha, a pesar de no contar con el apoyo de los gremios, que hoy cínicamente pretenden hacerlos pasar como triunfos propios. Sumado esto a los intentos del gobierno para deslegitimar el reclamo y hacer pasar como solucionado el conflicto,queda demostrado que ha sido un dolor de cabeza no solo para la burocracia sindical, sino para el Frente de Todos a tal punto que no han podido cerrar la paritaria que nunca quisieron abrir.
En segundo lugar, la enorme fuerza que han llegado a tener estos sectores de salud, en medio de una crisis económica y sanitaria tan grande (tengamos en cuenta que nunca han ido a un paro, por lo cual estuvieron trabajando y manifestándose al mismo tiempo), combinado también con la precarización laboral que sufren desde hace tiempo.
En tercer lugar, que la lucha de Río Gallegos no es un hecho aislado, sino que está a tono con las movilizaciones que en todo el país está dando el personal de salud, convirtiéndose en el sector más dinámico ante la falta de políticas tanto del Frente de Todos como de Juntos por el Cambio para solucionar sus demandas. Y esto no es por mera casualidad, pues la pandemia expuso los grandes problemas que se vienen gestando hace tiempo en la salud pública.
Es un hecho que la gran participación del comienzo fue decreciendo con el correr del tiempo. El desgaste de un conflicto largo, con el gobierno y todas las conducciones sindicales del sector en contra, fueron determinantes para esto. Además del hecho que al no haber paro, todas las medidas se hacían mientras se continuaba trabajando. El gobierno, además, sin dar repuestas al reclamo central fue haciendo algunas concesiones para intentar dividir a la base. Todos estos elementos explican en parte el debilitamiento en el acompañamiento de algunos sectores del personal a las medidas.
En último lugar, y no menos importante, que el conflicto no está cerrado y en cualquier momento puede volver a estallar y levantarse nuevamente, pues no se ha respondido a todas las demandas ni cerrado la paritaria. Además, el deterioro del sistema de salud y de las condiciones laborales y salariales, en el marco de la segunda ola de la pandemia y un contexto inflacionario que no se detiene, puede provocar nuevos reclamos.
Prepararse para nuevas batallas
Uno de los elementos importantes de esta pelea es que ha surgido una nueva camada de activistas de enfermería que ha hecho una gran experiencia de lucha. Por eso el debate sobre las conclusiones de esta etapa del conflicto son claves para encarar próximas peleas que sin duda se plantearán. Desde el MST en el FIT Unidad hemos acompañado desde el primer momento todas las medidas; apoyando, difundiendo, movilizando y jugándonos enteros para su triunfo. Al mismo tiempo aportamos nuestra mirada sobre el conflicto debatiendo fraternalmente con sus protagonistas sobre las tareas que nos parecían importantes llevar adelante. Queremos ahora aportar también nuestra mirada sobre algunas cuestiones que sirvan hacia el futuro. Nos parece fundamental mantener la organización dentro del hospital, volviendo a retomar el diálogo y el debate con todos aquellos que participaron y acompañaron en algún momento del conflicto. Y al mismo tiempo debatir cómo dar pasos en un agrupamiento que pueda superar a la burocracia y pelear por un nuevo modelo sindical, democrático y combativo. Nuestra agrupación nacional Alternativa Salud y sus dirigentes de ALE, UTS, CICOP, AGHIM, APyT del Garrahan y otros lugares se ponen a servicio de esta tarea.
Una salida de fondo
En este sistema capitalista todo está al servicio de que una minoría de privilegiados se enriquezca cada vez más a costa de las penurias de la mayoría. Por eso, a pesar de los cambios de gobierno, siempre ajustan a la clase trabajadora. Nunca tocan el dinero de las grandes empresas mientras 3 de cada 10 trabajadores son pobres y cada día rompemos los récords de contagios y muertes por Covid. Por eso se oponen a tomar medidas de fondo como las que planteamos desde la izquierda: volcar dinero en salud y educación, dejando de pagar la estafa de la deuda y cobrando un verdadero impuesto a las grandes fortunas; aumentar los salarios para que cubran la canasta familiar y terminar con la precarización laboral;unificar todo el sistema de salud bajo el control de sus trabajadores; ydeclarar de utilidad pública los laboratorios, empezando por mAbxience para poder fabricar vacunas de manera masiva para los habitantes del país.
Por esto mismo la salida a la crisis no es con un tibio Frente de Todos, ni la derecha rancia de Juntos por el Cambio. La salida debe ser con políticas en serio, que cuestionen a los poderosos y con políticas diametralmente opuestas a las que propone la casta gobernante. Medidas que solo proponemos desde el MST en el FIT-UNIDAD.
Javier Martínez
(1) https://periodismodeizquierda.com/santa-cruz-alicia-kirchner-en-guerra-contra-la-enfermeria/