Hoy por la tarde se terminó de sellar una ofensiva antidemocrática en la Legislatura salteña. El Senado de la provincia, luego de que el miércoles lo haya hecho la Cámara de Diputados, aprobó con 11 votos a favor y 10 en contra una ley que “regula” las protestas y cortes de calles y rutas. Básicamente una ley “antipiquetes” para cercenar el derecho de todos los trabajadores y sectores populares a manifestarse ante la actual crisis, que también se reproduce en Salta.
Un paso autoritario más del régimen comandado por el amigo de Massa, el gobernador Gustavo Sáenz, quien es el promotor de esta medida que atenta contra las libertades democráticas. Se muestra que esta iniciativa es una clara respuesta a las grandes manifestaciones docentes que se vienen realizando, en reclamo por mejores condiciones laborales y salariales. En una de las últimas manifestaciones docente, la respuesta del gobierno provincial había sido la represión, que dejó un saldo de 19 heridos.
Ante este conflicto abierto, como lo reflejó Andrea Villegas, dirigente del MST en el FIT-Unidad en Salta, el régimen “(…) se juega con todas sus fuerzas a derrotar a los trabajadores. Han movido a la justicia, los grandes medios de comunicación, la policía, los dirigentes sindicales vendidos y a los legisladores de los partidos patronales. En la otra vereda estamos las y los trabajadores unidos y movilizados, con el apoyo del pueblo y la izquierda”.
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Salta como Jujuy, son dos provincias que están siendo un laboratorio antiderechos, donde se ensayan estas políticas autoritarias, como adelanto de lo que vendrá en el país cuando aceleren el ajuste que exige el FMI, gane quien gane las elecciones de las coaliciones patronales.
Desde el MST en el FIT-Unidad rechazamos rotundamente este atropello al derecho legítimo de la manifestación y protesta por parte del gobierno de Sáenz y la legislatura salteña. Llamamos a la unidad más amplia para exigir la derogación de la ley por medio de la movilización en la calle. De ninguna manera los gobiernos capitalistas van a acallar las voces de los trabajadores en reclamo de sus derechos.