Tras los últimos eventos en la provincia ha quedado demostrado que la política del gobierno de Sáenz-PJ no es el diálogo y el consenso, sino responder con represión a la enorme huelga que está llevando a cabo la docencia autoconvocada en la provincia.
La docencia salteña lleva dos semanas de paro por tiempo indeterminado, recrudeciendo medidas con cortes de ruta en ex –Aunor y otros acceso de la ciudad, como también la instalación de carpas en plaza 9 de julio. En este contexto, el gobernador Sáenz, a tres días de las elecciones provinciales, mandó por la noche a desalojar con la policía a la docencia que mantenía el corte en Aunor, y en la madrugada de hoy se encargó de hacer vallar las calles de ingreso a la plaza, algo nunca visto en la provincia. Este nivel de amedrentamiento hizo recordar a la docencia lo que fue la noche de las tizas que se vivió con Juan Carlos Romero-PJ, quien durante su gobierno respondió a los reclamos con una feroz represión, lo que en lugar de quebrar la lucha sumó al pueblo.
Estas maniobras represivas y antidemocráticas son inaceptables, es por eso que en la tarde desde el Frente de Izquierda Unidad fuimos parte de una gran movilización unitaria junto a La Red por la defensa de DD.HH. Salta, MAR, PRML Cuba, estudiantes y docentes desocupados.
Luego de recorrer las calles céntricas e ingresar a la plaza del pueblo, pese al vallado y el cordón policial, se logró confluir con la docencia que se encontraba allí presente, culminando con un acto donde tomaron la palabra los distintos referentes y uno de los delegados por capital. Coincidiendo en que para ganar esta lucha es necesario fortalecerse en la unidad en las calles y en una asamblea plural y democrática que represente a toda la docencia.
Queda una vez más de manifiesto que los gobiernos provincial y nacional están decididos a aplicarnos el ajuste con mayor crudeza a los trabajadores, siendo el 50% pobre y perdiendo cada día más poder adquisitivo frente a la inflación. Frente a esto, el gobierno en lugar de recibir a autoconvocados de manera formal para hacer una oferta salarial, prefiere responder con el uso de la fuerza, es decir, hacer pasar el ajuste con palos y maniobrando con esperar las paritarias nacionales para recién poder discutir las provinciales, inaudito.
Estamos convencidos que esta lucha se puede ganar, que podemos torcerle el brazo al gobierno de Sáenz por la reapertura de paritarias y conquistar por fuera de la burocracia sindical que pacta y entrega, un salario acorde a la canasta familiar y presupuesto real para la educación pública. Solo se necesita la voluntad política para hacerlo, como por ejemplo dejar de pagar los miles de millones a la deuda provincial y cortar los subsidios millonarios a colegios privados y la Iglesia.
Andrea Villegas