Este inicio de clases no fue “normal” como dijeron Alberto, Kicillof, Larreta y sus ministros de Educación. La bronca creció ante el tope salarial del 60% de Massa y el FMI que los gobernadores buscan aplicar. El conflicto escaló a 15 provincias en una disputa política por el sentido mismo de la educación, ¿cómo sigue?
Este 2023 asistimos a un “No Inicio” con paros y conflictos docentes que abarcan a 15 provincias. Las medidas más fuertes, masivas y con intensa continuidad, se dan en San Juan con la rebelión autoconvocada y en Santa Fe con la votación de 30 mil docentes en las escuelas, concretando un parazo provincial.
Le siguieron Río Negro, Neuquén, La Rioja, Córdoba, la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, Chubut, Santa Cruz, Chaco, Misiones, Tucumán, Formosa y una acción en La Pampa. En Jujuy Morales decretó la conciliación esta semana se suma Corrientes a la lucha.
“Paritarias docentes con sabor a poco…”
Así tituló Página 12 refiriéndose a ofertas como la bonaerense o de San Juan. Por eso se incrementaron las provincias que iban al No Inicio, lo que confirmó nuestra definición de apostar a un proceso nacional, impulsando coordinar una jornada de protesta, confluyendo el 1º de marzo con paro y su continuidad el 8M.
Si bien no fue sencillo, el nivel de conflicto superó los debates y trabas para impedirlo. Primero, por la política de los gobiernos y burocracias como la Celeste de CTERA, de SUTEBA o la UTE de iniciar como fuera por su efecto político, en un año electoral. Segundo, por una Multicolor que no termina de estar a la altura de las circunstancias, debilitada por el retroceso en SUTEBA y el pobre resultado en CTERA, con dificultad para vertebrar una política unificada, jugarse y postularse.
La expresión más clara fueron las tensiones para convocar al paro Multicolor bonaerense lanzado apenas un día antes, lo que dificultó trabajarlo porque la Granate (Bahía Blanca), Comuna Docente (La Matanza) y todo el Encuentro Colectivo se negaban a impulsar el No Inicio y a llamar a paro provincial el 1º.
Pero la importante adhesión al paro saldó los debates, ante esa postura que descargaba en las bases su falta de decisión para luchar, en una política funcional a quienes se dice combatir: el gobierno, los K y la Celeste. La realidad nos dio la razón: 100 mil docentes bonaerenses pararon con la Multicolor. El gobierno y la burocracia cómplice, derrotados.
La continuidad con un nuevo paro el 8M
Ante el 8M, quedó en la Multicolor lograr un paro real del conjunto de la docencia y no formal como decía la burocracia, al “adherir al paro internacional”, pero librando la “modalidad” a cada distrito. La Celeste llamó además a marchar planteando: “con esta justicia no hay derechos ni democracia”, consigna funcional a Cristina, la Cámpora, Kicillof y la campaña por la reelección del Frente de Todos que votó la Celeste en el Congreso de CTERA. Intentaron también limitarlo a un mal entendido “paro feminista”, donde los varones trabajen y acompañen “desde su tarea diaria en la escuela”.
La bronca en las escuelas y el malhumor social ante un ajuste sin grieta llevó a que el paro se fuese haciendo efectivo en la mayoría de las provincias. Habrá que evaluar su continuidad en cada gremio y seccional. En la Multicolor bonaerense, avanzar en una consulta a las escuelas y poner fecha al nuevo Plenario provincial de delegades.
Un proceso de alcance nacional
En los discursos de estos días, los gobiernos hacen su relato. Alberto dijo: “la preocupación docente es no pagar Ganancias”, pero burócratas aliados lo desmintieron. Según Romero de UDA, “un tercio cobra salarios que están por debajo de la línea de la pobreza”, es decir, más de 400 mil docentes. Mientras para CTERA, “solo el 10% de los sueldos docentes son alcanzados por ganancias”.
Pero fueron esas luchas en 15 provincias la mayor desmentida al gobierno nacional y a Kicillof o Larreta que nos venden su “mejor aumento”, aunque ninguno supera siquiera la línea de pobreza y está lejos de un salario igual a la canasta familiar que garantice el acceso a los bienes culturales, de formación y recreación para así trabajar en un solo cargo y en cursos de 20 alumnos o menos.
Disputa política por el sentido de la educación
Este inicio 2023 volvió a instalar una disputa política y social por el sentido de la escuela pública. Atravesada por la disputa electoral por el gobierno del país, cosa que tiñe todo. Ya que, al integrarse a la gestión de gobierno, la Celeste nos dice que no es momento de luchar, si no de ganar dignidad dentro de las escuelas… Eso deja la lucha en manos de la Multicolor, los sectores combativos, gremios de la Federación Docente, FND.
La presión de gobiernos y burocracias por imponer el ajuste presupuestario y su tope salarial, según la auditoría del FMI, actúa también sobre sectores de la Multicolor para frenar su postulación. Desde Alternativa Docente, impulsamos mandatos y nuestro XIº Encuentro nacional para plantar una opción potente, con la escucha en las escuelas, pero marcando un camino de lucha.
Porque vemos que un importante sector se siente defraudado al haber votado a Alberto y Cristina para sacarse de encima al macrismo. Ven a Massa como ministro del ajuste junto al FMI, comprobando que hubo más continuidad que cambio. Incluso la crítica de Juntos y los liberfachos es para correr más a derecha la agenda y que el PJ les haga el trabajo sucio.
Por eso comprobamos que muchas reformas que intentaron meter Macri o Vidal en la Provincia y no pudieron, las aplica hoy este gobierno que se dice “popular” sin grieta con lo que hace Larreta en la Ciudad, como vemos con el proyecto de Kicillof para reformar la Secundaria bonaerense. Por eso avanza también la privatización educativa al aumentar los millonarios subsidios. El Presupuesto apenas supera el 5% del PBI cuando nos dicen que lo elevarían al 8% para el 2032. Relato electoral escandaloso que busca adornar el ajuste.
Asistimos entonces a una tensa disputa político electoral, de proyecto de país y modelo educativo. El PJ habla de “dos modelos”, pero en verdad con Juntos expresan dos variantes del sistema, que difieren más en los modos, ritmos e intensidad, que en las medidas y contenidos. En esa disputa, buscan entrar también los liberfachos de Milei o Espert, con mucha denuncia, pero para esconder su real plan de gobierno.
Milei plantea ir al privatismo, descentralizar e introducir la “libre competencia”, dando “voucher educativos” a las familias y que paguen la escuela privada. Para esa desregulación, Milei pide cerrar el ministerio de Educación. También atacar los Estatutos Docentes y el derecho de huelga. Así lo dice su plataforma: “decretaremos el carácter de ‘actividad esencial’ a la educación para asegurar el máximo de días de clases”. Son debates a dar en las escuelas, con la docencia, las familias y pibes que se impacten por estos discursos, funcionales al privatismo.
Precarización laboral y educativa
No solo hay ajuste salarial y recorte de derechos, condiciones laborales, presupuestarias y materiales que aseguren el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino un recorte de los contenidos pedagógicos, pensados al servicio del mercado. Para formar apenas en las herramientas rudimentarias que demandan las “oportunidades” de un mercado laboral precarizado.
La burguesía nativa y sus gobiernos “piensan” la educación, pero para un proyecto de país con 30%-40% de pobreza estructural asentado en los servicios, la producción de materia prima casi sin agregar valor ni industrializar, del extractivismo y el saqueo. Una escuela como gran guardería que contenga, sin ser prioridad los saberes complejos a los que se acceda, para un proyecto real de desarrollo personal y social.
Hay recorte pedagógico al proponer trabajar por áreas con ajuste en la cantidad de materias y contenidos, incluso en la Formación Docente. Pensando en carreras cortas y también en la disputa del PJ y Juntos por quién “luce” mejores estadísticas.
El ajuste se ve también en el avance precarizador con la situación de reemplazantes y/o suplentes; o al extender “programas” que venían a cubrir una excepcionalidad y llegaron para quedarse, desconociendo derechos del Estatuto; o al extender a 5 horas en Primaria, con maestras que deben trabajar en dos cargos, ¿en qué momento se planifica, piensa la clase, corrige y hace una devolución o se detectan situaciones críticas? Así también empobrecen la educación.
Frente a todo esto, la Celeste se alinea en la disputa ideológica junto al gobierno del PJ, que responde a los lineamientos del Banco Mundial, la OCDE y el FMI. No es por ahí.
Como vemos en San Juan y otros distritos, luchar rinde al buscar nuevos canales y formas de organización para superar el freno burocrático. Debemos dar respuesta a la demanda salarial, exigir el aumento ya del Presupuesto al 10% del PBI como la CTERA le exigía a Macri, eliminar todo subsidio a la enseñanza privada y saldar la deuda con la educación, no con el FMI ni los bonistas.
Hay que luchar también por una verdadera transformación educativa, exigiendo un Congreso Pedagógico Nacional. En ese sentido, en nuestro XI° Encuentro debatimos una actualización de nuestro programa educativo que incorpore los derechos que se van expresando con fuerza.
Si compartes esta propuesta te invitamos a sumarte. Porque es importante luchar y organizarnos sindicalmente, pero también políticamente para que alguna vez gobernemos quienes nunca gobernamos.