La vuelta a las escuelas la promueven el empresariado, la corporación mediática, “pedagogos” liberales y la casta política, junto a la Iglesia y demás patronales privadas. Con cinismo capitalista, dicen que les preocupa la salud emocional, mental, desarrollo cognitivo, la desigualdad y abandono de niñes y adolescentes más vulnerables. ¿Qué hay detrás de esta repentina “inquietud” social, de las clases poseedoras? ¿Qué hacer para transformar la escuela pública?
Hasta dicen sentir alarma por el aumento de abusos sobre las infancias y la violencia de género. Todas cosas graves, pero que no reclaman cuando los ajustes capitalistas las materializan, aún sin pandemia. Ninguno cuestiona su responsabilidad al no garantizar el derecho social a la educación ni las condiciones materiales y simbólicas para la enseñanza-aprendizaje.
No cuestionan que, en estos 8 meses, no se dieran dispositivos ni conectividad gratis a la totalidad de docentes y estudiantes. Algo pendiente, que agudiza la brecha educativa. La escuela, en manos capitalistas, es así de clasista.
Por eso convocamos al 7º Encuentro Educativo Nacional, ONLINE este sábado 28, a las 16hs. Para debatir si, en tiempos de COVID, capitalismo y presencialidad, ¿volvemos y cómo? ¿Bajo qué condiciones? Además de reflexionar si en educación es posible un proyecto socialista. Te invitamos a inscribite y recibir el enlace de la aplicación Zoom, en los teléfonos al final de esta nota. ¡Imperdible!
¿La OMS pide reabrir las escuelas…?
Entre quienes aparecen “preocupados”, está Macri con su carta a Clarín donde pide que las escuelas estén abiertas. El multimedios agrega que habría un marco de crecientes reclamos de entidades civiles y grupos de padres para que se habiliten las clases presenciales. Indigna que estos defensores de la vuelta a las escuelas, digan estar preocupados por “garantizar la conexión a Internet… la desigualdad y riesgo de abandono…”.
Porque son de los gobiernos que más desfinanciaron la escuela estatal, estimularon el privatismo, el aumento de los subsidios a las privadas y un mundo de convenios con Fundaciones, ONG, corporaciones y los gigantes tecnológicos. Todo para maximizar ganancias con lo educativo.
Y se muestran como sus mejores sirvientes, al promover una política imperialista -colateral de la pandemia- que venimos alertando, cuando llama a “dialogar sobre las oportunidades que nos deja la experiencia de este año en relación al uso de tecnologías en las aulas, la enseñanza de habilidades blandas y la posibilidad de virar hacia modelos escolares con regímenes académicos más flexibles”. Aunque es justo decirlo, Trotta y Alberto no lo desmontaron, sino que mantienen el privatismo.
Macri no habla al azar. Gobiernan la Ciudad, Mendoza, Jujuy y Corrientes. Bancan a Acuña y con Clarín y La Nación, afirman que la OMS y UNICEF están por escuelas abiertas. Pero veamos si es así… Mientras Europa vive una segunda y cruda ola de COVID-19, se difundió esa interesada noticia, a partir de un cable que cita al director para Europa de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
“Debemos asegurar la enseñanza para nuestros hijos”, es lo que dijo Hans Kluge. Punto. No hay rastro de una posición en ese sentido de la OMS. Y no lo hay porque no sostiene eso. Se construyó un titular, funcional al sector aperturista que, al igual que este funcionario, considera que niñes y adolescentes no son impulsores principales del contagio, y el cierre de escuelas “no es efectivo”. Hasta ahí el cable, pero La Nación construyó dos notas con esto, preguntando por qué, si lo piden Unicef y la OMS, en Argentina aún no regresaron las clases.
Una búsqueda exhaustiva de esa supuesta “noticia” muestra que no hay tal declaración de la OMS. No está en su sitio oficial ni en su sección de prensa. Es que la OMS nunca dijo tal cosa. Solo yendo a la sección en inglés de la Región de Europa de la OMS se logra encontrar una exposición de este funcionario, que en realidad dijo: “Estos son mis 3 puntos. Si todos hacemos nuestra parte, los bloqueos se pueden evitar (se refiere a cierres de actividades en general, aunque también lo relativiza). La tecnología y los productos farmacéuticos nos ofrecen un nuevo horizonte: la esperanza (se refiere a las vacunas). En tercer lugar, mirando hacia el futuro, debemos garantizar un aprendizaje seguro para nuestros niños y asegurarnos de que disfruten de la temporada festiva”.
Kluge centró en denunciar que en Europa hay “más de 15,7 millones de casos y casi 355.000 muertes notificadas”. Con más de 4 millones de casos solo en noviembre, que Europa representa el 28% de los casos mundiales y el 26% de las muertes. Muertes que aumentaron un 18% y “la semana pasada, registró más de 29.000 nuevas muertes. Eso es 1 persona que muere cada 17 segundos… Cada día se pierde un promedio de 4.500 vidas a causa de COVID-19 en Europa. Esto es evitable”.
En este marco, el funcionario dice que “el cierre de escuelas no se considera una medida eficaz”. Todo relativizado y aclarando que es su postura: “Mantengo mi posición de que los cierres (se refiere a los cierres de actividad en general) son una medida de último recurso. Si el uso de mascarillas llegara al 95%, no se necesitarían cierres. Pero, a tasas de uso de mascarillas del 60% o menos, es difícil evitar los cierres”.
Y para sostener la lógica capitalista-imperialista, carga la responsabilidad en lo individual. No exige a gobiernos ni farmacéuticas ni clínicas, sino que concluye: “Insto a que mantenga la esperanza y haga todo lo posible por reducir su riesgo personal y el riesgo para las personas y la comunidad que lo rodean. Gracias…”. Le faltó agregar, como el mordaz Tato Bores, ¡Vermouth, papas fritas y good show!
¿Qué dijo la UNICEF…?
Respecto de UNICEF, varias de sus afirmaciones van en otro sentido: “La crisis de la COVID-19 es una crisis de los niños”, asegura. Y aclara que, pese a “representar una pequeña proporción. A medida que el virus se ha ido propagando, el número de niños y jóvenes que se infectan está aumentando en muchos países”. UNICEF agrega: “Los niños y jóvenes son susceptibles de infectarse… Si bien sus síntomas suelen ser más leves que los de los adultos, se han registrado casos graves y fallecimientos. No son los principales transmisores, pero pueden infectarse unos a otros y contagiar a los grupos de edad más avanzada. Los niños mayores y los adolescentes deben adoptar los mismos comportamientos que otros miembros de la población”.
Aunque luego concluyen: “La evidencia demuestra que los beneficios netos de mantener las escuelas abiertas son superiores a los costes que se derivan de cerrarlas”. Esto en un informe de julio, donde también resaltan que “las instituciones de educación superior han influido en la transmisión comunitaria en muchos países”.
Para UNICEF, en noviembre un 11% de los 25,7 millones de infecciones en 87 países son niños y adolescentes menores de 20 años. Es decir, 2,8 millones de menores. ¿Por qué este organismo imperialista pide mantener las escuelas abiertas…? Para utilizarlas como base de la acción social: “la cobertura de los servicios de nutrición registra una disminución del 40% en 135 países”, afirma. Pero esto no es responsabilidad de docentes y escuelas…
También lo justifican diciendo que “en octubre, 265 millones de niños seguían sin recibir comidas en la escuela en todo el mundo… Las interrupciones de los servicios y el aumento de la desnutrición podrían ocasionar 2 millones de muertes de menores de 5 años y 200.000 muertes fetales adicionales… entre 6 y 7 millones de menores de 5 años adicionales podrían sufrir emaciación o desnutrición aguda”.
Así la UNICEF culpa a la pandemia y a las escuelas, no al capitalismo y su inhumana distribución de riquezas, de estos males. Como cuando afirma que “debido a la COVID-19, 140 millones de niños más viven en hogares pobres”. O debido a la COVID, 3.000 millones de personas -el 40% de la humanidad- no tienen acceso a un lugar para lavarse las manos. Y 700 niños mueren por día de enfermedades debidas a la falta de infraestructura adecuada de agua, saneamiento e higiene. Es decir, un cuarto de millón al año… ¿Esto se resuelve con escuelas abiertas, sin infraestructura? ¿O con inversión y planes económicos que prioricen la deuda social, los presupuestos y no a los bonistas y al FMI?
¿Qué hay atrás de la “preocupación” burguesa por volver a las escuelas?
La pregunta vale porque el marketing del regreso a las escuelas es una total mentira. Ni siquiera en la Ciudad hay actividad presencial real, solo marginal. Muy pocas escuelas y pibes, con 9 a 10 bancos, en su mayoría vacíos. Apenas 3, 4 o 5 estudiantes en “clase”, más el o la docente por establecimiento. Ya sea en un patio o salón.
Primero porque la mayoría se niega a enviar sus hijes a la escuela. Hasta Trotta, impulsor de la presencialidad, reconoce que las encuestas muestran que “hay mucho miedo en la sociedad, donde la mitad de la población no mandaría a los chicos a la escuela” (Ámbito, 31/10).
Qué motiva tal campaña si, por la altura del año y al ser grupos mínimos de los últimos cursos o grados, no asisten más del 1 a 3% del total de estudiantes. Los 10.000 pibes de 305 escuelas bonaerenses, implican apenas el 1,6% de establecimientos y el 0.2% de estudiantes. Ínfimo. ¿Qué hay detrás de tanto titular mediático entonces?
Se buscan dos cosas: Primero instalar la idea de una “nueva normalidad” para que la sociedad gaste, produzca, compre, preste servicios y retome lo más posible sus hábitos de consumo para mover la economía. Instalar que si niñes y estudiantes “volvieron” a las escuelas –una gran mentira o falsa conciencia-, se superó la pandemia y todo tiende a la “nueva normalidad” capitalista.
La segunda es concretar un muestreo experimental que genere una tendencia favorable al inicio de clases en 2021, venciendo toda resistencia social, educativa o sanitaria en la comunidad. Al anunciar ayer el regreso a las escuelas de Santa Fe, la ministra de Educación explicó esta orientación: “Se trata de pequeños encuentros que pongan gradualidad para ir pensando alguna vuelta a la presencialidad”.
Gobernantes, periodistas y “pedagogos” desnudan la intención que esconden funcionarios de la OMS y UNICEF, junto al G8 de países imperiales, la OCDE y el Banco Mundial que piden reabrir escuelas. Hipócritamente conmovidos por las infancias, solo buscan recolocar a la educación como auxiliar de la producción y renta capitalista.
En San Juan, el gobernador Uñac del PJ lo había dicho claro: “La mayoría de los padres y madres de los y las estudiantes que comenzarán con clases presenciales hacen trabajos rurales durante jornadas muy extensas, por ello la vuelta será muy significativa desde lo educativo y lo social, por el lugar que ocupa la escuela para la organización familiar que se ha visto alterada con la pandemia”.
Luego la ministra Acuña, lejos de toda consideración pedagógica, dijo lo mismo: “es importante por la estimulación que necesitan los chicos y por la autonomía que necesitan las mujeres para ir a trabajar”. Igual el periodista de Clarín, Miguel Wiñazki: “La presencialidad es vital, y los derechos de los niños no fueron respetados en ese punto. Salta a la vista a la vez, la necesidad de reconsiderar la economía de cuidado, porque sin presencialidad, muchas mujeres no pueden trabajar, incluso, las mismas docentes…”.
Es decir, detrás del mantra ‘volver a la escuela’, no les interesan los aspectos pedagógicos ni didácticos como componentes de esta ciencia humanística que es la educación. Solo el rendimiento productivo de madres, padres y familiares, que puedan ir a trabajar y concentrarse en la producción capitalista. Mientras ven a la escuela como guardería, lugar de cuidado y “contención” de lo que el sistema capitalista no contiene. Todo para recuperar la caída de la tasa de ganancia.
Queremos otra educación, transformadora, con perspectiva socialista. Te invitamos a participar del 7º Encuentro Educativo Nacional, ONLINE este sábado 28 a las 16hs. Para debatir todo esto y qué modelo de escuela necesitamos para qué modelo de país.
Será con la aplicación Zoom (si no la tienes, debes instalar –> aquí). El sábado 15:45hs enviamos el link de conexión, ¡y listo! Para recibir ese enlace, inscribite vía WhatsApp en estos teléfonos, según tu localidad:
Provincia Bs. Aires: 11 3494-2439
La Matanza: 11 3916-2500
La Plata: 221 498-4722
Quilmes, Avellaneda, Berazategui, Varela: 11 5931-2096
Lanús, Lomas, A. Brown: 11 3494-2439
Zona Norte, GBA: 11 3392-5027
Zona Oeste, GBA: 11 6513-8888
Ciudad, CABA: 11 6483-0123
Córdoba: 3513 48-8802
Santa Fe: 341 315-2757
Entre Ríos: 3434 57-7243
San Juan: 264 471-1392
Mendoza: 261 500-5474
Neuquén: 299 463-2918
Santa Cruz: 297 509-0096
Chubut: 297 508-8049
Santiago del Estero: 385 403-0680
Salta: 387 539-2966
La Rioja: 3804 50-3379
Catamarca: 383 451-4015
Tucumán: 381 588-0978
La Pampa: 295 431-8782
Jujuy: 388 509-2390
ANCLA, Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática
MST en el Frente de Izquierda-Unidad