Agentes de la policía provincial y de control municipal agredieron a golpes y balazos de goma a un grupo de jóvenes que se había reunido en el Patio a la Madera. Hubo varios heridos y dos detenidos.
En la tarde del día viernes 8 de enero, casi un centenar de jóvenes se encontraba reunido al aire libre para participar y presenciar una competencia de freestyle en el Patio de la Madera, uno de los lugares más concurrido por las y los jóvenes rosarinos. Según dieron a conocer los organizadores, la jornada se desarrollaba con total normalidad, cumpliendo los protocolos de bioseguridad e incluso contaban con habilitación para el evento.
Los participantes expresaron que todo marchaba muy bien hasta la llegada de varios patrulleros de la policía provincial santafesina, que bajo una actitud muy hostil comenzaron a empujar a varios jóvenes para que dispersen el lugar. No contentos con los pedidos de los asistentes de que se den a conocer, arrancaron a los balazos de goma.
En uno de los tantos videos que se volvieron virales rápidamente, se puede evidenciar a varios efectivos agrediendo a golpes de puño a una adolescente que les solicitaba no la empujaran. Una actitud sumamente reprochable de quienes supuestamente deben brindar seguridad.
El incremento de hechos represivos sobre las y los jóvenes es responsabilidad directa de Pablo Javkin y de Omar Perotti, que tienden a responsabilizar a las juventudes del ascenso de casos de coronavirus, mientras son ellos los verdaderos responsables que habilitan una tras otras las actividades no esenciales.
Las juventudes no son el problema
La tendencia de responsabilizar a las juventudes por el ascenso de casos de coronavirus es alarmante. Junto al discurso de la responsabilidad individual, varios funcionarios políticos del gobierno nacional y provincial, buscan instalar que el ascenso de contagios en nuestro país se debe a la irresponsabilidad de la sociedad en general y de los jóvenes en particular.
Gran parte de ese discurso y las narrativas que propugnan producen una alarma social que apunta a construir un chivo expiatorio que debe ser castigado. Es muy frecuente que las juventudes ahora sean indicadas como parte del peligro del cual la sociedad debe defenderse, y de ese modo las autoridades justifican la represión y el maltrato.
Desde el MST nos oponemos rotundamente al discurso hegemónico que indica que las y los jóvenes son responsables de la crisis sanitaria que atraviesa el país. En numerosas circunstancias son ellos los que han demostrado el cuidado hacia los otros y entre ellos mismos.
Es necesario que los jóvenes cuenten con lugares significativos para el encuentro, con todas las medidas de bioseguridad posible. Espacios donde se pueda expresar el arte y el ocio de manera gratuita y con cupos limitados para evitar aglomeraciones. Esas actividades deben estar garantizadas desde el Estado con la plena participación autónoma de artistas y jóvenes organizadores.
Es tiempo de dejar de ubicar a las juventudes como parte del problema y para eso es necesario cuestionar los modos en los que se organiza la actual sociedad capitalista que privilegia los emprendimientos privados sobre el arte libre que inspira el hip hop, el rap, el freestyle, entre otros.