Se trata de 70 trabajadoras y trabajadores profesionales de la salud, cuyo contrato fue finalizado antes de tiempo. Una muestra más de que el Estado provincial de Perotti ajusta, precariza y despide.
Desde PDI tuvimos la posibilidad de entrevistar a una de las trabajadoras, quien nos contó al detalle la situación del conflicto.
¿Cómo empezó el conflicto?
Hace un año que estábamos trabajando en el Hospital Geriátrico de Rosario, bajo la condición de suplencias por covid. En un primer momento se estableció que este contrato era hasta que termine la pandemia, con la promesa de Perotti de que los suplentes nos íbamos a quedar.
El lunes 12 yo estaba trabajando, me llaman de la oficina de personal del Hospital, la señora Claudia Yañez, y me dice que se terminó mi contrato como el de todos mis compañeros, que en total éramos casi 70 entre enfermeros, médicos, servicios generales, kinesiólogos, nutricionista, músico terapia. Nos avisan el lunes pero la suplencia por covid cayó el viernes 10 de julio, y los directivos ya lo sabían desde hacía una semana.
¿Qué medidas decidieron tomar?
Al día siguiente reclamamos en la puerta del Hospital. La “solución” de Perotti fue dar más contrato basura, ofrecer una suplencia por treinta días a pagar dentro de tres o cuatro meses. Porque cuando se te cae una suplencia en la provincia, tu cobro vuelve a cero y tenes que esperar tres o cuatro meses para cobrarlo. Yo por mi parte no lo acepté porque no estoy en condición de esperar ese tiempo.
¿Qué opinás de cómo actuaron ATE y UPCN?
Los gremios levantaron el paro conformándose con eso. Y ahí quedó el reclamo. La carpa se levantó y la verdad que fue muy injusto porque la lucha no era por una suplencia de 30 días, era por uno de los tantos cargos que Perotti tiene encajonado.
¿Cómo es la situación del Hospital ahora?
En el Hospital Geriátrico Provincial de Rosario, el 70% de las personas que fueron exceptuadas por covid son personal de tareas livianas que están por jubilarse y no están en condiciones de volver. De hecho allí hay dos salas con covid. Ese personal, cumple un rol muy importante, pero no pueden hacer la tarea de levantar, higienizar y bañar a los gerontes. Entonces, en los hechos esos cargos están vacantes, falta personal pero los cargos los tienen encajonados.
¿Querés agregar algo más?
Ojalá que este conflicto sea un antecedente para los próximos. Yo creo que la lucha es no aceptando la propuesta que nos dieron, que es una miseria. En su momento esperé dos o tres meses para cobrar, pero ahora no lo voy a hacer porque me parece que es una burla al trabajador profesional. Somos enfermeros, profesionales, nos necesitan, somos esenciales. Nuestro trabajo ahí adentro se notó y cambió muchísimo el lugar.
Por eso vamos a seguir en lucha, porque la situación no está resuelta, porque enfermería tiene que profesionalizarse y no tenemos que permitir este tipo de contratos que están lejos de dignificar una profesión.