viernes, 22 noviembre 2024 - 06:39

Rompecabezas. Gobernadores y la CGT se reunieron tras la renuncia electoral de CFK

Luego de que la semana pasada Cristina Fernández de Kirchner, tras conocer su sentencia por la causa “Vialidad”, haya dicho que se daba de baja del juego electoral de 2023, en el peronismo comenzaron a circular miles de hipótesis de cara a los próximos comicios. Sin dirección definida y sin jugar la figura central del peronismo, que se encargó de armar el Frente de Todos y designar a Alberto Fernández como presidente y ahora Sergio Massa como “súper” ministro de Economía, los gobernadores comenzaron a mover sus fichas.

Ayer, en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), los mandatarios provinciales aprovecharon para reunirse con los principales dirigentes de la CGT, una central sindical que no respaldó las luchas de los trabajadores que se desarrollaron durante el año pero que dice presente en la rosca peronista. Si bien el temario de la reunión preveía el estudio del fallo de la Corte Suprema por los fondos de coparticipación, también formó parte del debate el reacomodamiento de la fuerza gobernante, que viene aplicando un ajuste a medida del FMI, con la novedad de que la vicepresidenta no se candidatearía a ningún cargo.

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Por parte de los gobernadores que componen la Liga de los Gobernadores Peronistas, participaron: Axel Kicillof (Buenos Aires); Sergio Ziliotto (La Pampa); Gustavo Bordet (Entre Ríos); Ricardo Quintela (La Rioja); Raúl Jalil (Catamarca); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Sergio Uñac (San Juan); Osvaldo Jaldo (Tucumán); Oscar Herrera Aguad (Misiones); Alberto Rodríguez Saá (San Luis); Gildo Insfrán (Formosa); Jorge Capitanich (Chaco); Mariano Arcioni (Chubut); Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Alicia Kirchner (Santa Cruz). En tanto que de la CGT se hicieron presentes Héctor Daer, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez y Armando Cavalieri, entre otros.

Si bien la centralidad, al menos de manera formal como fue presentado a la prensa, estuvo marcada por la discusión de copartipación y la confrontación de todo este sector con el fallo que favorece a Larreta, lo cierto es que el condimento electoral también fue un plato fuerte. Quienes son los responsables de que los trabajadores estatales de las provincias, como también los docentes y profesionales de la salud, mayormente, cobren salarios de pobreza, conjuntamente con la burocracia que frena toda lucha, hablaron de su funcionamiento sin CFK. Según dejaron trascender después de la reunión recalcaron que: “Tenemos que tener una estrategia común dentro del peronismo. Ponernos de acuerdo en lo táctico y lo estratégico. Necesitamos otra dinámica”. Si bien internamente el Frente de Todos funciona como una coalición gobernante, pro patronal, que se ata estratégicamente a los designios del FMI, las diferentes tribus no tienen un andar unificado, más bien se bombardean continuamente. Con una situación social que no permite ningún tipo de improvisaciones, los dirigentes provinciales y los burócratas de la CGT ya toman nota de esta dificultad y empiezan a pergeñar una acción común con la menor rispidez posible. Donde, algunas especulaciones, colocan a Sergio Massa como un posible candidato a presidente para 2023.

Entre otras de las declaraciones publicadas post reunión, desde el ala sindical dijeron: “El peronismo no puede manejarse como una ‘orga’, como algo de elite”. Lo cierto es que, desde hace una gran cantidad de décadas, la ilusión de defender las 3 banderas de la soberanía política, la independencia económica y la justicia social han quedado de lado para cumplir con el modelo del capitalismo neoliberal que plasmó el primer peronismo después del retorno a la democracia con la presidencia de Menem. Si de elites se habla, el nuevo blanqueo de capitales que va a llegar como propuesta de Hacienda al Congreso, insiste con este espíritu del peronismo. Ni hablar del otro costado, aquel que refleja una degradación del salario aún mayor que en tiempos de gobierno macrista.

Tomando distancia de estos resultados políticos, también desde la burocracia sindical, Armando Cavalieri dijo que: “Desde la pandemia para acá, lo de Alberto es lamentable”. Y, además, agregó tras la reunión en el CFI: “estamos cerca del que se vayan todos”. Con estas definiciones seguro que la reunión de ayer sea de las primeras para ubicar en el norte del peronismo una figura presidenciable, donde Alberto no tendría chances de una reelección, que pueda afrontar un ajuste aún mayor de que el que estamos viviendo por exigencias de la fraudulenta deuda que se quiere cobrar el FMI.

Si bien CFK ya no jugaría más en la rosca electoral, en primera persona, no quiere decir que no siga participando de los armados y las estrategias políticas. Esta primera reunión de los popes de la CGT con los gobernadores, también dejó en claro un espíritu del peronismo que no descarta la política de “unidad nacional” o “pacto democrático” con el resto de los partidos pro patronales para poder enfrentar a los sectores trabajadores y populares en una nueva ofensiva contra sus derechos.

Queda un largo camino aún para que las urnas se hagan presente en la vida de quienes se preocupan por llegar a fin de mes. Pero las novedades internas de la fuerza gobernante, amenazada con encuestas que le dan resultados estrepitosos para continuar con su ilusión de mantenerse en la presidencia, mueve todos los cimientos establecidos. Los gobernadores junto con los burócratas, comenzaron un rearmado para mantener sus privilegios y cuidar las localidades donde funcionan como cuasi feudos que no quieren perder sea quien sea llegue a la Casa Rosada el próximo 2023.

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