Un nuevo femicidio conmociona al país. Ayer, lunes 8 de febrero, un agente de la maldita Bonaerense asesinó a Úrsula, una joven 18 que había denunciado reiteradas veces violencia de género. Vecines y familiares se movilizaron para pedir justicia, pero la respuesta fue la represión.
Una vez más tenemos que lamentar un nuevo femicidio. Úrsula, la joven de la localidad bonaerense de Rojas, fue asesinada a puñaladas por Matías Ezequiel Martínez, efectivo de la policía Bonaerense. Úrsula reiteradas veces denunció al femicida por violencia de género, hostigamiento y amenazas de muerte. Hace más de siete meses que la joven viene dando alerta del peligro que corría.
Estamos ante otro femicidio que pudo haber sido evitado. Durante el fin de semana pasado, Martínez, el femicida, ingresó a un bar de la zona a hostigar y amenazar a Úrsula. Según el relato su mamá, la joven intentó a realizar una nueva denuncia por violación a la restricción perimetral, pero el juez de paz que intervino en el caso expresó que no podía hacer nada por ser fin de semana. A su vez, ella esperaba la entrega del botón antipánico que sería entregado ayer, el día del femicidio.
Casi como un relato unificado por los femicidas, Martínez llamó a un tío, le dijo “me mandé una cagada” y le contó el hecho y lugar donde se encontraba: un descampado a unos 13 kilómetros de Rojas.
Ante este terrible caso, la bronca estalló y les vecines y familiares de Úrsula se movilizaron en las calles de Rojas. El grito por la exigencia de justicia también se ve expresado en las redes sociales con el hashtag #JusticiaPorUrsula.
La movilización de anoche terminó con una repudiable represión desatada por la Policía Bonaerense que comanda Sergio Berni. Quedó claro a quién protege esa maldita policía. Gases lacrimógenos y balas de gomas que tiraron a los ojos de las pibas que se movilizaban fueron parte de la respuesta popular ante el dolor y la bronca popular ante el femicidio.
A pesar del intento de frenar la movilización, para la tarde de hoy se convoca a nueva marcha para exigir justicia por Úrsula y castigo al femicida. La convocatoria se realizará en la plaza San Martín, en Rojas.
El patriarcado no terminó
El caso de Úrsula se suma a los 44 femicidios en lo que va el año. Denuncias y todo tipo de alertas son ignoradas por los gobiernos día a día. La falta de políticas públicas reales para combatir la violencia deja estos datos alarmantes. La (in)justicia encubre y protege a femicidas, pero deja a las mujeres y disidencias en total vulnerabilidad. Y ni hablar de la maldita Bonaerense, que reprime a familias, vecines y amigues que con dolor y bronca gritan por justicia.
Este sistema capitalista y patriarcal es el responsable. El Estado, con el gobierno y todas sus demás instituciones, son de hecho cómplices de la violencia de género y los femicidios. Por eso, para lograr justicia por Úrsula y por todas las que nos faltan, hay que seguir en las calles para exigir justicia por ellas, ESI efectiva para prevenir y presupuesto suficiente para asistir a las víctimas, en el camino de tirar a este sistema que sostiene la opresión patriarcal y por lo tanto es cómplice de los femicidios.