El jueves 30, la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la condena contra el ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra, quien impidió el aborto legal en curso de una joven de 18 años, cuyo embarazo era producto de una violación.
La Corte confirmó la condena de Rodríguez Lastra. La defensa del médico había presentado un recurso de queja, que fue desestimado.
Rodríguez Lastra, un ginecólogo abiertamente anti-derechos y a favor de “las dos vidas”, fue condenado el 4 de octubre de 2019 por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Se le otorgaron las penas de un año y dos meses de prisión, así como dos años y cuatro meses de inhabilitación, por no haber realizado un aborto no punible en Cipolletti.
La joven de 18 de años había sido víctima de una violación y tenía el derecho a acceder a la interrupción del embarazo. En ese momento, antes de la legalización del aborto, el abuso sexual estaba contemplado entre las causales de aborto no punible. Esto fue impedido por Rodríguez Lastra, que se encargó de que dicha práctica no se lleve a cabo.
La paciente había expresado la voluntad de interrumpir su embarazo. Ella había dado su consentimiento informado, circunstancia que le fue transmitida vía telefónica al médico el 29 de marzo de 2017.
El ginecólogo recibió a la paciente en el Hospital Área Programa de Cipolletti, provincia de Río Negro, el 2 de abril de 2017 con el proceso de interrupción en curso. La dolescente lo había iniciado con misoprostol. Entonces, cuando ella fue a atenderse, le suministró una medicación para detener el aborto.
Es importante destacar que la jueza analizó el caso con perspectiva de género. Según ella, “desoír la voz de la mujer, ignorar sus necesidades vitales, avasallar los derechos reproductivos arrasando la psiquis y esclavizando el cuerpo en orden de forzar la gestación después de una violación conlleva la negación de la condición de sujeta de derecho de la víctima y conlleva la encarnación de las violencias de género en su más dolorosa expresión”.
La lucha feminista y disidente por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito fue un hito que indefectiblemente atravesó a todas las instituciones. Tuvieron que adaptarse a los cambios culturales, políticos e ideológicos que las masivas movilizaciones generaron en el conjunto de la sociedad. Esto dio lugar, por ejemplo, a estos juicios con perspectiva de género en donde se falla a favor de la víctima.
Tenemos que seguir protegiendo el derecho y la ley que conquistamos. Exigir su aplicación efectiva, sin objeción de conciencia ni ningún otro obstáculo, para que quien lo necesite pueda acceder de manera rápida, gratuita y eficaz a la interrupción del embarazo no deseado. Este fallo de la Corte confirma la legitimidad de nuestra pelea.