Oriana Tolosa y Melisa Narvarte
Este martes 20 de octubre las madres de las víctimas convocaron una nueva movilización en contra del abuso sexual en las infancias (ASI). La concurrida marcha exigiendo justicia se inició en el Tribunal Superior de Justicia y culminó en el juzgado número 2. En el cierre de la convocatoria, las madres expresaron agradecimiento a las y los participantes, llamaron a organizar una nueva convocatoria y comentaron que participarán de una reunión virtual con familias de Río Turbio que se encuentran en la misma situación, para brindarles apoyo y motivarlos.
Los casos de ASI explotaron durante la cuarentena. El pedido de justicia para las víctimas y el repudio al sistema judicial inoperante dieron como resultado masivas movilizaciones, que a su vez hicieron crecer el número de víctimas que se animaron a hablar, visibilizando la gran cantidad de casos desatendidos por la Justicia.
Actualmente el Poder Judicial de la provincia se encuentra en feria judicial extraordinaria, lo cual es inaceptable dado que se trata de un derecho esencial que debería ser garantizado por el Estado, aún en cuarentena.
Terminar con la Justicia patriarcal
Desde el inicio de la pandemia en nuestra ciudad no solo han explotado las denuncias de ASI, sino también las de violencia de género. Un síntoma de lo que sucede a lo largo y ancho del país, mientras el Estado y la Justicia vulneran constantemente los derechos de las víctimas. Partiendo de la falta de formación en perspectiva de género, continuando con la revictimización, y por último la lentitud en accionar, demostrando la complicidad con que juegan a favor de los violentos, abandonando a las víctimas. Tampoco se brinda atención psicológica y contención emocional, ni se garantizan casas refugio para todas ellas, siendo estas medidas necesarias para recuperar la integridad de las mujeres. De esta manera, la Justicia refuerza su carácter patriarcal y condena a las víctimas a seguir conviviendo con potenciales femicidas.
Hacia la Justicia que necesitamos
Creemos necesario y urgente la formación con perspectiva de género, con la aplicación efectiva de la ley Micaela para todo el Poder Judicial y cada trabajadora y trabajador que tenga contacto con víctimas de ASI, violencia de género y homolesbobitransodio. Además, proponemos que todos los jueces y juezas sean electos por voto popular y con revocatoria de mandatos, para que respondan a las necesidades del pueblo. Junto a esas medidas, es necesaria la implementación de ESI real en todos los niveles, para contribuir a la prevención, autocuidado y alerta ante conductas de acoso o abuso sexual en las infancias.