En la madrugada de ayer, en un control de tránsito, fue detenido un enfermero que trabaja en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Regional de Río Gallegos, Sebastián Barrientos, quien se encontraba volviendo a su domicilio luego de ocho horas de trabajo.
Durante el control los oficiales de tránsito y de policía se mostraron violentos, hasta culminar en golpes e incluso ahorcamiento mientras se lo detenía. En una transmisión en vivo desde el hospital, Barrientos comentó que se desvaneció por unos segundos y cuando recuperó la conciencia seguía en la misma situación, con el oficial impidiéndole respirar y moverse. Una acción que nos recuerda al caso de George Floyd en Estados Unidos o al de Javier Ordoñez en Colombia.
Pero esto solo fue el inicio de una noche larga para quien pelea en la primera línea.
“… aquí me matan…”
Así declaró Sebastián que se sintió cuando se encontraba en el suelo de la comisaría sexta siendo golpeado por 5 oficiales, quienes a su vez le decían “ya aprendiste a respetar a la policía”. Estos mismos oficiales con total impunidad lo amenazaron advirtiéndole que “estas cosas pasan siempre y que no iba a pasar nada”, mostrando nuevamente la impunidad con la que se manejan. Además, le dijeron que le iban a hacer una causa por haber “golpeado a 3 oficiales” en otro intento más para intimidarlo.
Entre los maltratos que recibió acusa golpes en la espalda, piernas y rostro, daños en el cuello fruto del ahorcamiento e incluso lo obligaron a limpiarse la sangre del rostro con el agua sucia de un balde.
Todo el maltrato sufrido no solo fue físico, sino también psicológico, con frases como “bueno, ya está, aprendiste la lección supongo. Ahora respetá a la policía…”. Agrega también en su descargo que mientras le pateaban las piernas para que se parara le decían “parate como hombre” y lo invitaban a pelear para saber si “era hombrecito y si respetaba a la policía”.
Por último, cuando el enfermero pregunta si le iban a constatar las lesiones lo amenazaron preguntándole si quería que lo siguieran golpeando.
La policía de la impunidad
Este capítulo es otro más en el historial de la comisaría sexta, conocida por ser una sección donde golpean y maltratan a todo aquel que detienen o que se acerca a denunciar.
El caso más reciente de abuso policial es el de Javier Astorga, quien fue levantado de la calle, llevado a esta comisaría donde sufrió golpes y denigraciones por el solo hecho de ser homosexual. Podemos agregar también lo que sufrieron las familias denunciantes de ASI, quienes el año pasado se acercaron a denunciar al ex-concejal del Frente de Todos, Emilio Maldonado, y sufrieron revictimización por parte de los agentes, en una nueva muestra de nula formación en perspectiva de género. Al día de hoy aún no se ha hecho justicia por ninguno de estos hechos.
Tampoco son casos aislados, ni algo propio de nuestra ciudad, sino más bien algo sistémico.
Así como torturan al interior de las seccionales en Río Gallegos lo hacen en Caleta Olivia, como sucedió en el caso de Rodrigo Curaqueo o Gustavo Gerez, víctimas mortales del abuso policial.
Pero si para algo sirvió la policía durante esta pandemia fue para perseguir y reprimir a lxs que luchan con total impunidad. Recordemos que hace aproximadamente un mes algunxs enfermerxs fueron desalojadxs, detenidxs, e incluso les iniciaron causas federales por acampar fuera de la Casa de Gobierno reclamando por sus derechos.
No va más
Desde el MST en el FIT-Unidad repudiamos y denunciamos el accionar de la policía de Lisandro de la Torre y Alicia Kirchner que solo ha sabido reprimir y perseguir a los sectores populares y a quienes luchan. Está claro que esta institución no está para cuidarnos.
Exigimos que se separe a todos los oficiales que se encontraban en la comisaría en ese momento y que se realicen los sumarios, juicios y castigos a los responsables directos del maltrato hacia el enfermero.
También, exigimos la renuncia del ministro de Seguridad, Lisandro de la Torre.
No podemos permitir que semejantes casos de abuso policial queden impunes, así como tampoco podemos permitir que continúen los abusos de autoridad y por eso hace falta desmantelar todo el aparato represivo para darle fin a estos casos.
Martín Saavedra