El presidente adelantó que tras las elecciones legislativas realizará cambios “forzosos” en su gabinete. En ese contexto, confirmó que su asesor más cercano, Santiago Caputo, podría asumir un cargo formal. La medida genera inquietud por la creciente influencia del entorno presidencial y la falta de transparencia en las decisiones.
Piden el cambio
El presidente Javier Milei anunció que, una vez finalizadas las elecciones del 26 de octubre, llevará adelante una “reorganización forzosa” del gabinete nacional, en la que podrían producirse movimientos clave dentro del círculo más próximo al poder. En ese marco, el mandatario mencionó por primera vez de manera explícita la posibilidad de que Santiago Caputo, su asesor político de máxima confianza, asuma un rol institucional dentro del Ejecutivo.
“Caputo absolutamente podría tener un cargo”, afirmó Milei en declaraciones a medios oficialistas, sin detallar qué función ocuparía. El presidente justificó la medida señalando que varios funcionarios “están involucrados en la campaña electoral” y que será necesario “ordenar la gestión después de las legislativas”.
Sin embargo, la decisión anticipada encendió señales de alarma dentro y fuera del gobierno. Caputo, sin ocupar un cargo formal, ha sido señalado como una de las figuras más influyentes en la toma de decisiones, especialmente en materia de comunicación y estrategia política. Su eventual incorporación al gabinete refuerza la idea de una creciente concentración del poder en manos del entorno más íntimo del presidente.
Desde la jefatura de Gabinete, Guillermo Francos habría manifestado su malestar ante la posibilidad de que Caputo gane protagonismo, recordando que “las decisiones deben pasar por los canales formales del gobierno”. Las diferencias reflejan una lucha interna por espacios de poder en un momento de fragilidad política, con tensiones entre el ala técnica y el círculo ideológico de Milei.
Analistas advierten que esta “reorganización forzosa” podría utilizarse como pretexto para profundizar el control del Ejecutivo sobre las áreas clave, consolidando un esquema de gestión personalista. A esto se suma la falta de transparencia en los criterios de designación, ya que Milei afirmó que no revelará los nombres para “no arruinar a los funcionarios antes de tiempo”. ¿Será que tienen trayectorias oscuras como Espert?
El anuncio llega en un contexto de inestabilidad económica y conflictos internos dentro del oficialismo. En paralelo, el mandatario insiste en que el Congreso que surja de las elecciones “será mucho mejor que el actual” y permitirá avanzar con las reformas laboral y previsional, aunque no está claro si contará con los apoyos legislativos necesarios.
Con la figura de Santiago Caputo en ascenso y una estructura de poder cada vez más cerrada, el Gobierno se enfrenta a cómo demostrar credibilidad ante los disminuidos sectores que aún lo apoyan.