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Terminando el periodo de las sesiones ordinarias, el gobierno ya está preparando su agenda para el año que viene.
Reformas y más ajuste
El filo de la motosierra no llegó a su tope y Milei ya diagrama su plan de gobierno para el año que viene. Los equipos técnicos están trabajando en “profundas reformas” que abarcan las áreas impositiva, previsional, laboral y penal, entre otras.
La reforma impositiva buscará reducir a 5 o 6 los impuestos existentes y la idea del Ejecutivo es poder presentar dicho proyecto al Congreso con la apertura de sesiones ordinarias, el 1ro de marzo.
Si bien en la actualidad existen cerca de 155 impuestos (según IARAF), son 6 de ellos los que concentran el 83% de la recaudación, siendo IVA, Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social, Ganancias, Ingresos Personales, Débitos y Créditos bancarios y Derechos de exportación.
Esta medida también generará una puja con los jefes de las provincias, que posiblemente encontrarán una reducción en sus ingresos coparticipables, y además se estarán en la disyuntiva de seguir la política impositiva de Milei o sostener sus impuestos provinciales.
Por otro lado, en materia previsional el gobierno desea eliminar los regímenes jubilatorios especiales, con el verso de que de tal forma se elevaría la jubilación mínima, se avanza sobre el resto de las jubilaciones.
No solo se proyecta la reforma en materia previsional, sino que en paralelo el gobierno piensa profundizar aún más la reforma laboral, cimentando nuevas flexibilizaciones con la excusa de formalizar el trabajo informal. Cuando en los hechos, sus medidas solo facilitaron el desarrollo de este ultimo.
A su vez, otro punto que analiza el gobierno es el endurecimiento de determinadas penas, para dar una imagen de resolución de los problemas de inseguridad.
En cuanto a la reforma gremial, el gobierno tuvo que moderarse, preservando el acercamiento dialoguista de la cúpula de la CGT, que causó crisis interna en la central.
Enfrentar el plan motosierra
Los cantos de sirena del peronismo desde sus expresiones sindicales y políticas acumulan fichas en las elecciones venideras. Mientras tanto, sus gobernadores transan y les cuestan votos en el Congreso.
La estrategia de acumulación parlamentaria se demostró ineficaz durante toda la gestión de Milei, que con un puñado de 37 diputados terminó logrando pasar su plan de gobierno.
La única salida para enfrentar el conjunto del plan motosierra es en las calles como sostenemos desde la izquierda, cualquier otra orientación termina siendo cómplice del brutal ajuste de Milei.