Reforma laboral. Milei vuelve a intentar apagar la cultura

La reforma laboral anti obrera de Milei tiene cientos de ataques a nuestros derechos. Y escondido en el TÍTULO XXVI, hay un ataque al Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y a los medios de comunicación alternativos que revive la pelea de inicios de su gobierno.

El título llamado “Derogaciones” expresa “ARTÍCULO 195.- Deróganse, a partir del primer día del mes inmediato siguiente al de la entrada en vigencia de esta ley, los incisos a), b) y c) del artículo 21 y los artículos 22 y 23 de la Ley de Fomento de la Actividad Cinematográfica Nacional N° 17.741 (t.o. 2001) y sus modificaciones.

ARTÍCULO 196.- Deróganse, a partir del primer día del mes inmediato siguiente al de la entrada en vigencia de esta ley, el Título V y el inciso a) del artículo 136 de la Ley Nº 26.522 y sus modificaciones”.

Este compendio de elementos números, artículos e incisos que, perdidos en el final de la ley, buscan marear y pasar desapercibidos significan un ataque a los gravámenes que financian la producción cinematográfica y la forma de financiarse de los medios alternativos.

¿Qué deroga el artículo 195?

Impuesto a las Entradas de Espectáculos Cinematográficos. El artículo 181 deroga los incisos a), b) y c) del artículo 21 de la Ley 17.741, así como sus artículos 22 y 23. Estas disposiciones constituyen el núcleo de financiamiento del Fondo de Fomento Cinematográfico, que administra el INCAA.

En estos incisos se encuentran los siguientes gravámenes: impuesto del 10% al precio de la entrada de cine (localidades pagas o gratuitas), impuesto del 10% a la venta y locación de videogramas grabados; y la transferencia del 25% del gravamen percibido por el COMFER (hoy ENACOM) al INCAA.

¿Qué deroga el articulo 196?

Todo el Título V (arts. 94 a 100), que además crea el gravamen a los servicios de comunicación audiovisual. El inciso a) del art. 136, que asigna a RTA S.E. el 20% de ese gravamen.

Sin esos recursos no hay asignaciones específicas. El artículo 97 de la Ley de Servicios de Comunicación Argentina (LSCA) define la distribución del gravamen. Con su derogación, pierden financiamiento específico el INCAA con el 25%, Instituto Nacional del Teatro (INT) 10%, Radio y Televisión Argentina (RTA) S.E.-20%, Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) – 28%, Def-5%, Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (Fomeca) 10%, Instituto Nacional de la Música (INAMU) 2%, más del 90% de su presupuesto efectivo. El impacto es estructural.

En cine, el INCAA pierde el 25% del gravamen. Esto afecta aún más a una producción y realización independiente afectada por la recesión económica del país.

En medios públicos, la pérdida del 20% del gravamen (art. 136 inc. a) debilita la autonomía de RTA. No implica su cierre, pero sí la hace más dependiente del presupuesto general y del Ejecutivo. Menos autonomía financiera, menos independencia editorial.

Estas reformas tributarias no se presentan como un proyecto separado, sino que están integradas al texto de reforma laboral, en lo que parece un intento de articular una reforma económica sistémica, que abarque simultáneamente lo laboral, lo fiscal y lo productivo.

¿Cuáles son las consecuencias para la cultura?

Como lo explicamos el INCAA pierde un cuarto del total de su gravamen y afecta rodajes, concursos, salas INCAA, festivales y producción federal. En el caso del Instituto Nacional del Teatro se pierden fondos que sostienen salas independientes, festivales provinciales, circuitos teatrales y proyectos emergentes.

En cuanto a la música, sin esa asignación, se paralizan las principales líneas de apoyo a giras, grabaciones, festivales y producción independiente. Es un golpe directo a la escena musical federal. En medios comunitarios, la caída del 10% destinado a proyectos especiales (hoy FOMECA) significa menos apoyo a radios indígenas, rurales, cooperativas, universitarias y de frontera.

Sin duda es un recorte cultural que afecta a los proyectos independientes, al federalismo y revienta la autonomía y la autarquía con la que han funcionado hasta el día de hoy estos entes. Evidentemente había cosas que mejorar, pero esta reforma no plantea ninguna mejora, sino que retrocede en muchas conquistas.

Milei odia la cultura nacional

El gobierno de ultraderecha en todos sus intentos de reforma estructural del país tuvo un apartado para la cultura. La llamada ley ómnibus y la ley bases buscaron eliminar institutos, modificar su independencia o desfinanciarlos.

Durante estos años también fueron de los sectores con despidos, paralización de tareas, cierre de espacios y ataques por redes sociales.

A todo esto, se contrapuso un amplio abanico de movilizaciones, actividades de visualización y campañas que desde los sectores de la cultura sostuvieron viva la llama de la resistencia.

Este nuevo ataque se da en el marco de un INCAA con 0 producciones propias, con cadenas de pago cortadas y con Espacios INCAA, como el Gaumont, que se usan para la proyección de películas extranjeras y eventos privados.

Revivamos la lucha

En el inicio del gobierno de Milei “evitemos el apagón cultural” fue un lema que se masifico, a través de asambleas, marchas, concentraciones y festivales. La cultura le dio color a jornadas acaloradas de lucha.

Hoy ante un nuevo ataque a nuestros derechos y a nuestra cultura es necesario que revivamos la llama de la lucha. Que enfrentemos a este plan de Milei porque no podemos dejarlo seguir avanzando.

El ataque a la cultura refleja el interés en reformar también nuestra concepción de mundo, abandonar la solidaridad que nos caracteriza para dejarnos solos ante un enemigo mayor como las patronales y el gobierno ajustador. No les dejemos avanzar, planteamos bandera y construyamos nuestro camino de lucha.

Pedro Pallero – Leo Rando

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