Finalmente y tras largas reuniones, en las que participaron activamente el presidente Alberto Fernández y Sergio Massa entre otros, definieron la designación como nuevo presidente del bloque de diputados del Frente de Todos, al santafesino Germán Martínez. El mismo es parte del sector del peronismo La Corriente Nacional de la Militancia, espacio que conduce Agustín Rossi y que también integran Taiana y Filmus entre otros. El nuevo jefe de bloque, nacido en Rosario, se reconoce como “peronista y kirchnerista, sin contradicción” y fue jefe de asesores precisamente de Rossi, las dos veces que este presidió el bloque del peronismo en el Congreso.
A diferencia del hijo de Néstor Kirchner, el flamante jefe de bloque fue uno de los primeros en declarar a favor del nuevo acuerdo del gobierno con el Fondo. No es un hecho menor, sino una postura esencial para poder conducir el bloque en medio de los fuertes debates internos y frente a la necesidad de que el Congreso vote a favor del acuerdo alcanzado. Fernández necesita una voz que defienda sus planes en el Congreso sin ningún tipo de duda. Y así lo dijo Martínez en su primera declaración pública tras la designación: “Voy a defender todas las políticas del gobierno nacional (…) Me parece que el camino de solución propuesto por el presidente fue un acuerdo positivo”.
A la vez, también necesita a alguien que no rompa lanzas con el ala que se referencia en Máximo Kirchner y en CFK, alguien que negocie y trate de acordar con ellos. Y ayude a que, más allá de las críticas, exista disciplina de bloque y todos voten a favor del acuerdo cuando llegue el momento de hacerlo en la Cámara de Diputados. No es casual que el propio presidente Fernández, ni bien lo designó, le envió un claro mensaje al hijo de Kirchner: “Le he pedido que profundice el enorme trabajo que hizo Máximo. Trabajo por el que estoy muy agradecido y que sé que va a continuar”.
Recordemos que estamos presenciando a la vez dos cuestiones de importancia; por un lado una crisis política producto de las diferencias reales y evidentes que existen entre diferentes sectores del Frente de Todos, en torno al acuerdo con el Fondo. Y, por otro lado, la decisión de Máximo Kirchner de correrse sin obstaculizar que el plan del presidente avance. No es casual que la propia Cristina Kirchner no haya dicho hasta ahora nada en contra del acuerdo. En resumidas cuentas, dejan correr el acuerdo que pagará el pueblo con más pobreza y desocupación, pero no quieren hacerse cargo de las consecuencias ni del costo político.
Cómo decíamos en otro artículo sobre el tema, si bien las diferencias son notorias, los líderes del kirchnerismo no se plantean ni romper el bloque en Diputados ni menos aún salir del gobierno. Aunque reconocen que el acuerdo con el FMI traerá más penurias y pérdida de soberanía, seguirán siendo un ala clave del gobierno. Lo mismo sucede con otros sectores del Frente de Todos que también critican el acuerdo. Esta mañana Claudio Lozano en Radio con Vos volvió a criticar el acuerdo, pero ante la pregunta concreta del periodista sobre si se van del gobierno, dijo claramente que no, que van a seguir dando el debate adentro. Lo cual equivale a decir que seguirán siendo corresponsables de lo que pasa, es decir de un gobierno de ajuste, aún con sus críticas a cuestas.
El 8 de febrero a Plaza de Mayo
Surge muy evidente el descontento de importantes sectores de la base social del gobierno, que votó contra el macrismo esperando cambios y se encuentra con la convalidación de la deuda ilegal que este contrajo. De hecho, las críticas y debates por arriba en el Frente de Todos a la vez son consecuencia de la presión y el descontento por abajo.
De ahí que se hace más necesario que nunca fortalecer un camino de lucha en las calles y lucha política contra todo el acuerdo con el Fondo y contra el plan de ajuste. Y eso solo se puede hacer convocando ampliamente y en forma independiente y crítica del gobierno. Así lo venimos haciendo desde el Frente de Izquierda Unidad y el MST, junto a unas 200 organizaciones con quienes en común estamos convocando a una gran jornada el próximo martes 8 de febrero a Plaza de Mayo y en muchas plazas del país. A esta gran acción protagonizada e impulsada por la izquierda unitaria, invitamos también a sumarse a todas y todos los trabajadores y jóvenes que han votado al Frente de Todos y no comparten el acuerdo con el Fondo. Seamos miles y miles en la calle. Y a los dirigentes y organizaciones que desde el Frente de Todos se dicen críticos con el acuerdo, los llamamos a que sean coherentes: entonces rompan con este gobierno de ajuste y llamen a fortalecer la movilización para que caiga el acuerdo. Eso vale más que mil palabras.