jueves, 26 diciembre 2024 - 07:43

Rebrote Covid-19. Alberto Fernández y la farsa de la “responsabilidad social”

Así como el presidente lo había hecho antes de que finalice el año, nuevamente se volvió a referir sobre la suba de contagios de Covid-19 en el país. Este lunes, ahora en una conferencia donde se anunciaron obras públicas, Alberto Fernández insistió con el pedido de cumplir con la “responsabilidad social”, algo que indicó mayormente a los “Jóvenes que no advierten el riesgo que se está viviendo y que necesariamente deben advertirlo; deben entender que son vectores de transmisión del contagio”.

Como lo están haciendo las usinas mediáticas del gobierno, parece que la “nueva” estrategia está en responsabilizar a los jóvenes y las fiestas clandestinas por el aumento de caso y, como dijo el primer mandatario, “el riesgo de que todo vuelva a paralizarse”. Sin dudas que es algo repudiable el accionar de una minoría que, en medio de una pandemia en curso, realizan actividades en donde se producen aglomeraciones de personas. Pero esto no admite una generalización como la enunciada por Fernández ni tampoco es admisible la forma en la que se quita toda la responsabilidad política de lo que se vive.

Si existe un rebrote de casos como el actual, la respuesta se encuentra en la reapertura prematura e indiscriminada de la actividad económica que permitió el gobierno por presión de los grupos empresariales más concentrados. Estas medidas, que se tomaron conjuntamente con la reactivación de la mayor parte del transporte público, con escasos cuidados, para asegurarle a los patrones la asistencia de los trabajadores, son la causa mayor de lo que ocurre. Nada dice Alberto en su conferencia de la enorme confluencia de multitudes que se provocan en los subtes, trenes y demás medios de transporte que son los que se tienen que tomar aquellos que viven de su salario.

La respuesta al drama actual, lejos de encontrarse en una nueva estrategia sanitaria basada en testeos masivos y asegurar una mejora en las condiciones de trabajo del personal de salud, se especula sea un supuesto “toque de queda sanitario”. En síntesis, la utilización de las fuerzas represivas para “disipar” las aglomeraciones. Algo totalmente anticientífico e inútil para combatir la circulación del virus.

Siguiendo la agenda del FMI, este año va a ser donde, para el Presupuesto argentino no exista la pandemia actual. Algo que se va a ver en la afección aún mayor del sistema de salud público en medio de la escalada de casos. El acercamiento de la nueva ola de casos llega con debates recurrentes. Nuevamente, como en marzo de 2020, la implementación de un Sistema Único de Salud universal, estatal y gratuito, se vuelve sumamente necesario, como también combatir y terminar con la orientación represiva del gobierno de Fernández que ahora busca un nuevo enemigo en la juventud.   

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