Siete empresarios argentinos se encuentran en el ranking de las personas más adineradas del mundo, ellos son: Marcos Galperín, Alberto Roemmers, Alejandro Bulgheroni, Eduardo Costantini, Eduardo Eurnekian Gregorio Pérez Companc y Paolo Rocca.
Según Forbes, estas son las fortunas de estos 7 multimillonarios:
- Marcos Galperin, fundador y CEO de Mercado Libre, se ubica como uno de los 800 más ricos del mundo, con 3.900 millones de dólares.
- Paolo Rocca, del Grupo Techint, quien en plena pandemia despidió a más de mil de trabajadores, cuenta con una fortuna de 3.900 millones dólares, la cual en el último año aumentó 200 millones de dólares.
- Gregorio Pérez Companc y su grupo familiar se mueven en una amplia gama de negocios, entre los cuales se encuentran los alimentos, telecomunicaciones y energía. Tiene un patrimonio de 2.800 millones de dólares y aparece en el puesto 1096.
- Alberto Roemmers, quien es el dueño mayoritario de la empresa farmacéutica Laboratorios Roemmers, cuenta con 2.400 millones de dólares.
- Alejandro Bulgheroni, quien comanda Pan American Energy Group, la petrolera privada más grande del país y su fortuna asciende a 1.900 millones de dólares,
- Eduardo Costantini, dueño de Consultatio, se desempeña en bienes raíces y es fundador del Malba y Nordelta. Cuenta con una fortuna que alcanza los 1.500 millones de dólares.
- Eduardo Eurnekian es presidente de Corporación América, un conglomerado que incluye distintas industrias como la aeroportuaria, agroindustrias, energía e infraestructura. Tiene una fortuna estimada en 1.500 millones de dólares.
Frente a estos números desorbitantes y teniendo en cuenta que estos millonarios viven en una realidad paralela, en la Argentina de todos los días tenemos un 37% de pobreza que va en crecimiento a la par de la inflación. La brutalidad de la desigualdad que se profundizó en pandemia confirma cada vez más la crueldad del propio sistema capitalista. Es que mientras la mayoría del país no llega a fin de mes, tenemos a estos empresarios que, a fuerza del trabajo de los laburantes, se enriquecen a más no poder.
Es importante mencionar que este gobierno está profundizando esa desigualdad. Por ejemplo, no existe un impuesto progresivo y fijo a las grandes fortunas, a quienes, como ya hemos visto, les sobra plata por todos lados. La elección tradicional siempre es ajustar por abajo. Pero el gobierno sabe que tiene que hacer alguna que otra maniobra para dejar contenta a la tribuna, por ejemplo: en 2021 se presentó con bombos y platillos un único “aporte solidario” por única vez, el mismo ni siquiera fue cumplido en su totalidad por quienes debían pagar, llegó muy tarde, el monto era totalmente insuficiente y encima un 25% de esa plata recaudada fue a parar a profundizar el extractivismo.
Ni hablar de la pantomima que se está haciendo con el proyecto de ley propuesto por el Frente de Todos para la creación del “Fondo Nacional para la cancelación de la deuda con el FMI”, el cual tiene la intención de pagar la deuda con dinero fugado. Dos cuestiones con respecto a esto: en primer lugar, el compromiso de pagar la deuda macrista no cesa, convalidando la estafa que se le hizo al pueblo y que estamos pagando con este brutal ajuste. En segundo lugar, hablamos de pantomima porque el bloque de Juntos por el Cambio ya anunció que votará en contra, por lo tanto, al FdT ni siquiera le dan los números para llevar a cabo este proyecto. Estas son las tácticas que se da el frente de gobierno para lavarse la cara, tratando de disimular la entrega total y criminal que están haciendo de nuestro país con el Fondo Monetario Internacional, acompañado por supuesto de una tremenda pérdida de soberanía habiendo acordado un co-gobierno con el organismo.
Mientras tanto, la única salida a esta brutal desigualdad sigue siendo la organización por abajo, de los sectores que más sufren la crisis y de les trabajadores. Paros, movilizaciones y unidad de acción es lo que hace falta para que peleemos por otro modo de organización, por un gobierno de trabajadores que vele por nuestros intereses y para que dejemos de ser rehenes de multimillonarios que solamente explotan nuestra fuerza de trabajo y se enriquecen a costa de la explotación y la opresión.