“Todas las mujeres estamos en guerra” dice el estribillo del tema hardcore de la banda española Mafalda. No es casualidad el nombre con el que las y los integrantes se identifican como grupo e individualmente. Es su causa y de hecho la orientación que los anima es la lucha feminista, por eso, incluso los varones se mencionan a sí mismos en femenino y se nombran “Mafalda”
Se consideran portadores de la energía crítica, reveladora y rebelde de la creación del mendocino Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como Quino, el papá de la icónica Mafalda, el personaje de la niña filosa que sigue sorprendiendo con su agudeza y gracia.
Quino fue estudiante de bellas artes en la escuela de su ciudad, Mendoza. Había llegado al mundo un 17 de julio de 1932 en un hogar de inmigrantes españoles. Algo en la experiencia de su tío, el artista reconocido Joaquin Tejón lo atrapó. Sin embargo no terminará la carrera porque se aburre de dibujar jarrones y guitarras. Sospecha que lo que más le gusta es graficar escenas humorísticas, asi como cuando su tío los entretenía con dibujitos en secuencias que formaban historias, entonces alrededor de 1950 decide viajar a Buenos Aires. Aquí las publicaciones incorporaban historietas. En particular admira a Vito, el creador de las mujeres larguísimas con grandes tetas, cintura de avispa y caderas centroamericanas, era el auge del pin up. Y Quino llega a la capital porteña con un par de dibujos que reconoce, eran muy feos, y claro, no tiene éxito, por lo cual regresa a Mendoza. Al poco tiempo le toca hacer el servicio militar obligatorio. Allí no vuelve a tocar un lápiz. Al concluir el periodo, reinicia su trabajo y es ahí donde nota que su trazo ha cambiado, es diferente. La necesidad de dibujar y vivir de ello lo impulsa nuevamente hacia Buenos Aires donde finalmente trabaja en Esto Es; en esta época trabajó también para Rico Tipo, Dr. Merengue y Tía Vicenta.
El personaje que lo llevaría a la fama y popularidad nació a pedido de una empresa de electrodomésticos de la firma Mansfield. La idea, le habría dicho el dueño, es que la publicidad en sí quede velada debajo de la vida familiar estándar con algún toque de particularidad. Y Quino pensó rápidamente en una niñita preguntona que expusiese la hipocresía de los mayores. Así nació Mafalda en el imaginario del dibujante.
En una entrevista le preguntaron porque una niña y no un niño. Quino respondió que las nenas son más despiertas e inteligentes. Sin embargo el dibujante ya dejaba entrever su admiración por lo femenino por su capacidad afectiva, paciente y tolerante “yo quisiera además de ser yo hombre, ser yo mujer, para quererme a mí mismo, porque yo no me quiero como soy, no me gusto” confesaba en un programa de la televisión española, aprovechando para destacar el rol admirable que reconocía en su esposa y compañera de toda la vida, Alicia Colombo.
En sus historias siempre hay una crítica y denuncia del sistema patriarcal, clasista y represivo, su arte gráfico muestra las injusticias sociales, las incoherencias entre los mandatos, la doble moral. Quino tenía una sensibilidad especial que lo acercaba a las minorías oprimidas y sus luchas. En un medio gráfico, luego de su muerte, su sobrino que lo cuidó los últimos años recuerda cómo había sido amenazado por la triple A, hecho que lo impulsó a exiliarse en la década de los 70,”… A Quino lo fue a buscar la triple A en el 75, a comienzos de octubre. Por suerte, estaban en el Tigre, en una casa que tenían ahí. Esa madrugada la patota los fue a buscar, pero solo alcanzaron a romper la puerta, porque todo se frenó con la intervención de un policía de la federal que vivía en ese mismo edificio, luego de llamar al comando radioeléctrico. Todos se conocían entre ellos. Nunca más volvió ahí y se fueron a San Rafael, donde vivíamos con mis padres…” (Pablo Maninno, octubre 2020)
Fue toda una declaración aquella en el marco de la pelea por la ley de la IVE en julio del 2018 cuando los sectores antiderechos utilizaron a Mafalda “editada” con el pañuelo celeste:
“Se han difundido imágenes de Mafalda con el pañuelo azul que simboliza la oposición a la ley de interrupción voluntaria del embarazo. No la he autorizado, no refleja mi posición y solicito sea removida.
Siempre he acompañado las causas de derechos humanos en general, y la de los derechos humanos de las mujeres en particular, a quienes les deseo suerte en sus reivindicaciones”
Fueron miles las viñetas que, por esas cosas de los contratos y el trabajo, aparecían en las publicaciones del diario de la corneta y su revista del domingo, además de la ediciones de compilados en los libros Potentes, prepotentes e impotentes, Quinoterapia, Gente en su sitio, ¡Qué presente impresentable! o Yo no fui, Simplemente Quino entre muchas otros trabajos. Obtuvo una larga lista de premios como la de 1982 concedida por sus colegas, la de “dibujante del año”
En setiembre del 2020 el genial historietista fallece a causa de un ACV. Hacía poco tiempo se había quedado viudo y decidió regresar a su provincia natal para estar rodeado de sus sobrinos.
Para definir una obra clásica, más allá de las teorías se diría que ésta es capaz de atravesar distancias temporo- espaciales para seguir interpelando la realidad. Así con las historietas de Quino, no hay una viñeta que no nos haga reflexionar, sonreír y entristecernos también.
Todas y todos tenemos un personaje favorito de su creación. Hoy a los 90 años de su nacimiento recordamos su genial humanidad y creación.