El día de hoy, de forma unilateral y al borde de la ilegalidad, el juez Farah revocó la competencia de Casanello en la causa contra el protocolo represivo que inició Cele Fierro, diputada porteña por el FIT Unidad-MST, junto al equipo legal-CADHU. Faltaban 5 minutos para que empiece la segunda audiencia en Comodoro Py. No hubo tal audiencia y Bullrich se salió con la suya , por ahora.
Cuando tiemblan las botas
Luego de las movilizaciones en contra de la Ley Ómnibus, que terminó con su bajada del Congreso, en donde Bullrich quiso implementar su protocolo represivo y quedaron demostradas sus consecuencias con manifestantes heridos y baleados, el juez Casanello, específicamente el 6 de febrero tomó la presentación judicial que realizó Cele Fierro el 18 de diciembre, más de un mes y medio después y luego de dar vueltas por 7 juzgados, para declarar inconstitucional el protocolo, y él mismo pidió al Ministerio de Seguridad que se adecúe a las normas internacionales de derechos humanos. A partir de ahí, fue todo nervios. Para Bullrich, obvio.
La demanda presentada se basó en los siguientes argumentos:
1) El Protocolo modifica leyes, y eso no lo puede hacer ningún ministerio, es facultad plena del Congreso.
2) Incumple normas constitucionales e internacionales con rango constitucional desde 1994 en materia de protección de DD.HH. Y no lo decimos solo nosotros, los relatores especiales de la ONU exhortaron al gobierno a cumplir con los estandares internacionales de derechos humano en razon del protocolo. Este escrito también es parte de la causa.
3) Le da a las fuerzas de seguridad atribuciones casi ilimitadas para reprimir, sin control judicial, ni de ningún tipo.
4) Avanza en la legalización de facto, de una suerte de Estado de Excepción en materia de derechos elementales.
Casanello llama a audiencia el miércoles 14, de febrero; Bullrich presentó un escrito para suspender esa audiencia. Casanello la rechaza y se hace igual. La ministra de seguridad se tuvo que enfrentar cara a cara con Cele Fierro y una radio abierta llena de organizaciones políticas y de derechos humanos en la puerta de Comodoro Py para dar explicaciones y argumentar sobre por qué ese engendro represivo era tan bonito y legal. No pudo. La audiencia pasó a un cuarto intermedio y el protocolo salió debilitado y con más críticas: el ministerio fiscal cuestionó la ampliación sin límite del concepto de “flagrancia” como delito evidente aplicado a cualquier protesta social, y por lo tanto, pasible de ser reprimida sin mediación judicial por las fuerzas de seguridad.
Desde la salida de esa audiencia hasta 5 minutos antes de la segunda, es decir una semana, Bullrich y el gobierno presentaron 7 escritos para suspender todo lo actuado hasta el momento, para suspender la audiencia y para apartar a Casanello de la causa. La desesperación fue total.
Este 21 de febrero, la ministra se encontró con un amigo juez de la Cámara Criminal y Correccional Federal: Farah, y este de forma unilateral y antes de empezar la segunda parte de la audiencia, remueve al juez Casanello de la causa. Esto lo único que comprueba es el propósito de impedir que el juez nos diera la razón, porque era evidente que ese protocolo viola derechos humanos y por lo tanto es inconstitucional.
No canten victoria antes de tiempo
Bullrich salió con un twit festejando, pensando que había ganado la batalla. No solo luego de las movilizaciones en Congreso quedó en evidencia lo nefasto de su protocolo; sino que eso se fue profundizando con las audiencias, las repercusiones de la mismas, el acompañamiento de personalidades y organizaciones de DD.HH que se sumaron y presentaron 2 Amicus Curiae. Como expresó Cele Fierro al salir de Tribunales: “Está claro que desenmascaramos lo que era insostenible: el protocolo viola la Constitución, pactos internacionales, y el ministerio se arroga la facultad de legislar, modifica el código penal. Un mamarracho de autoritarismo. De hecho, ninguna medida judicial, en ninguna instancia hasta ahora, expresó que el protocolo fuera legal”.
Nuestro equipo legal ya está preparando la apelación de la medida del juez Farah, así que la ministra represiva tendrá que ver como da batalla porque no vamos a parar. Y es una batalla muy difícil para Bullrich y Milei, en el país del Nunca Más, con una lucha vigente por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Un país que sabe como hacer temblar botas con la movilización en la calle. Por eso el 1° de Marzo, cuando Milei hable en Congreso, tenemos que ser miles y miles enfrentando sus políticas, el protocolo represivo y en defensa del derecho humano, democrático y constitucional a la protesta. En la calle, y en la justicia también, seguiremos esta batalla hasta el final.
Julieta Luna