miércoles, 18 diciembre 2024 - 19:17

Proclama del 25 de mayo. Un programa insuficiente para la segunda independencia

El pasado 25 de mayo, cuando se cumplió un nuevo aniversario de la Revolución de mayo, un sector del Frente de Todos, el kirchnerismo, emitió una proclama para exigirle al gobierno -que ellos componen- que priorice la salud antes que los pagos de deuda con el FMI y el Club de París. La diplomacia con los organismos de deuda, el ordenador de esta política para, en ningún momento del escrito, proponer una ruptura plena. El documento firmado por varias figuras del posibilismo como Fernanda Vallejos, Hugo Yasky, Pablo Moyano y Amado Boudou, refuerza los límites de la política posibilista.

Si hay algo que tiene de cierto el documento publicado con el título de “Proclama del 25 Mayo. Primero la salud y la vida, Después la deuda. El presente y el futuro están en juego”, es que la deuda externa configura un problema estructural que impide al país dejar de ser una colonia sometida al imperialismo. Sin embargo, la proclama emitida, que viene a ser una especie de revival de la riña entre Martín Guzmán y Martín Basualdo, omite el hecho que quienes escriben estas exigencias a Alberto forman parte de su mismo gobierno.

Contradicciones de la proclama

Vamos a usar algunas citas, en algunos casos un poco extensas, para exponer los argumentos completos de quienes esgrimen las ideas y son motivo de polémica en estas líneas.

El documento advierte: “Nuestro país se encuentra en una situación de ‘estado de necesidad’ que le impide afrontar los compromisos de deuda contraídos, especialmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos, bajo riesgo de afectar intereses superiores que el Estado debe proteger, en un contexto de pandemia: la vulnerabilidad social, la salud, el trabajo, la educación y la vivienda del conjunto de la población”. A pesar de lo escrito, los abajo firmantes, se olvidan de recordar que también son responsables de aprobar el Presupuesto 2021, un presupuesto que supone ordenar las prioridades de acuerdo al pago de la deuda, en contraposición a las necesidades sociales. También obvian las erogaciones ya realizadas hacia las arcas del FMI, pagos de intereses que, como el último de U$S 300 millones, equivalentes a más de un millón de IFE´s de $40.000.

En otro apartado la proclama continúa: “La realidad se impone: no se puede seguir manteniendo los pagos de una deuda pública que no fue contraída para satisfacer necesidades del pueblo ni del país, que no sirvió para construir hospitales, puentes o escuelas o recuperar la infraestructura, sino para enriquecer al puñado de poderosos que consumó la fuga de capitales que el préstamo del FMI financió y consintió con pleno conocimiento de su malversada utilización”. A la misma vez el documento indica que hay que reprogramar los pagos, buscando un plazo acorde a lo que puede ser el crecimiento económico del país y por eso, suponen hasta como mejor opción una reestructuración de 20 años.

Lo ilógico de este planteo es que, reconociendo el carácter ilegítimo de la deuda, remarcando que se encuentra judicializada con responsables de carne y hueso del gobierno macrista y hasta indicando que se incumplió con el Estatuto del Fondo, se alienta a seguir pagando la deuda, claro en “términos adecuados” para que el pueblo no lo sufra. Algo totalmente irreal.

La doble vara del documento se demuestra cuando se pide completar la auditoría sobre la deuda contraída con el FMI. No porque no sea necesario, sino porque la misma proclama habla de la deuda con el Club de París. No hay que olvidar que esta última, contraída en la última dictadura, fue reconocida por el gobierno de los Kirchner y refinanciado por Kicillof; refinanciamiento que terminó con el reconocimiento de U$S 5.000 millones de capital y el pago de intereses casi por el mismo monto.

Romper, desconocer y no pagar para lograr la independencia

Terminar de verdad con el mecanismo de saqueo que significa la deuda externa para los países latinoamericanos, que hoy en Argentina equivale al 90% de su PBI (US$ 335.910 millones, datos de la Secretaría de Finanzas), solo se puede hacer por medio de la ruptura de los organismos internacionales, investigando las deudas y desconociendo las mismas con el incumplimiento total de los pagos.

Medidas de tal altura no se pueden realizar formando parte de un frente de gobierno que semanas atrás tuvo a su presidente y ministro de Economía recorriendo Europa para pedir a varios presidentes del viejo continente y al Papa, apoyo para poder pagar la deuda con el FMI y el Club de París.

La proclama, más bien, parece otro canto de sirenas por parte del kirchnerismo. No por las propias figuras que lo firman, si no por el proyecto político que encarnan. Son los sindicalistas que apoyan el documento quienes aceptan paritarias a la baja, para respetar el 29% de inflación indicado en un presupuesto elaborado en las oficinas de Washington del FMI.

Desde el MST en el FIT-Unidad estamos por una nueva independencia, una que nos despoje de todos estos organismos de créditos y del imperialismo. Pero entendemos que no son proclamas las que hay que alardear, de manera electoralista, para lograr tal cometido; sino tomar las medidas concretas escritas más arriba. Al igual que quienes realizaron la hazaña del 25 de mayo de 1810, nosotros sostenemos que, si se pudo independizar una vez nuestro país, se puede de nuevo.

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