jueves, 14 noviembre 2024 - 20:20

Presupuesto 2025. Tensiones sin resolver y proyecciones para el año que viene 

En medio de una semana marcada por las tensiones financiaras sufridas por el gobierno, el titular de Hacienda presentó unas primeras aproximaciones de lo que podría ser el proyecto del presupuesto nacional para el 2025. Además de la introducción a algunos indicadores de la macroeconomía para el próximo año, el gobierno de Milei también centró el texto en 4 ejes rectores, los cuales mantienen desde el principio de esta gestión, siendo estos los responsables de la situación de crisis por la que transitamos.

Estas primeras proyecciones publicadas por Luis Caputo, en un documento de 59 páginas, son un primer acercamiento a números que, por el desarrollo de los últimos días pueden estar cubiertos por un manto de dudas. El proyecto que verá su versión final en septiembre, mes en donde ingresará al Congreso. Según el documento publicado, la ley de leyes de la economía para el 2025 busca mantener la estabilidad macroeconómica y continuar con el déficit cero.

En las primeras páginas del documento presentado por el gobierno ya deja en claro el perfil político por el cual se ordena este boceto de presupuesto para el próximo año. Las prioridades presupuestariass se centrarían en:

  • Un equilibrio fiscal sostenido. Como lo indica este ítem el equilibrio se sostendría: “adoptando medidas audaces que permitieron avanzar de forma más rápida de lo previsto hacia el equilibrio fiscal, la desaceleración de la inflación, la mejora del balance del BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA y el fortalecimiento de las reservas internacionales”.

Todos los elementos enumerados en este punto dejaron consecuencias muy violentas para las condiciones de vida de la mayoría de los laburantes. Actualmente tenemos un equilibrio fiscal generado por un hachazo al poder adquisitivo de los salarios, recortando presupuestos de áreas sociales sensibles y otros elementos que se desprenden de la recesión por la que transitamos. Siguiendo en la línea de lo fiscal, el equilibrio actual se encuentra flojo de papeles, sobre todo entendiendo los pagos de algunos compromisos suspendidos y por algunas tarifas que todavía pisadas.

  • La política social. “El acompañamiento social sin intermediaciones, realizando esfuerzos significativos para ampliar la asistencia social a madres y niños en los sectores más vulnerables y proteger el poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones”.

Otro de los lineamientos que ofrece este documento es el de mantener el discurso estigmatizador contra las organizaciones sociales. En el segundo punto el gobierno busca mantener su política anti intermediarios, negándole el derecho a organizarse a las mayorías populares. Un eje insultante, viendo el contexto en el que se encuentra la ministra de Capital Humano luego de retener mercadería para los comedores populares, y con la justicia fallando en su contra.

  • La modernización y simplificación del Estado. “El objetivo de esta gestión es hacer un Estado moderno, eficaz, eficiente, simple y útil para los ciudadanos, ocupado en sus funciones esenciales para no entorpecer las condiciones para el desarrollo del sector privado, favoreciendo la libre empresa”.

Este tercer punto está puesto al servicio de reforzar el ataque a los trabajadores estatales, los cuales, hoy, son uno de los principales sectores atacados por el gobierno de Milei.

  • Seguridad y defensa.En tal sentido el fortalecimiento y revalorización de las fuerzas de la Defensa continuará siendo una prioridad como así también será prioridad seguir dotando a las fuerzas federales del equipamiento necesario y de la capacitación continua para garantizar la seguridad interior como un derecho de todos los argentinos, con énfasis en la prevención del delito y la investigación del crimen organizado.”.

Todo el ajuste descripto anteriormente no puede pasar sin represión y el gobierno lo sabe bien. A esto es lo que parece intentar responder este último ítem. Una muestra de la hoja de ruta que lleva hacia un régimen más autoritario con una respuesta represiva una poco más acelerada.

El trazo de estos ejes muestra una oferta que no cambiaría el sentido por el que el gobierno libertario se viene manejando en estos 7 meses. Es una propuesta de profundización para el programa de ajuste que se viene aplicando y donde el resultado ha sido tener a más de la mitad del país por debajo del umbral de la pobreza.

Proyecciones de algunos indicadores económicos

El documento presentado por Caputo acerca unos primeros pronósticos sobre algunos valores de la economía para fines del 2024 y para el 2025.

  • Inflación: La gestión libertaria espera para diciembre de este año una inflación interanual en torno al 130%. Este anuncio muestra que la cartera económica del gobierno espera que la inflación restante para los próximos meses se estacione en un 4% promedio.
  • Dólar: Lo presentado estima un tipo de cambio oficial de $1.016 para fin de año. Con este valor se mantendrían las micro devaluaciones mensuales del 2%, conocidas como crawling peg.
  • Actividad Económica: En paralelo a las estimaciones anteriormente publicadas por el FMI, según el gobierno el PBI caerá un 3,5%.

Si bien esto se presenta como un avance de lo que sería el proyecto de presupuesto 2025, en este adelanto se encuentran grandes ausentes, como el de la educación y los jubilados, sectores altamente perjudicados por el programa de Milei.

La publicación evade dar algún tipo de explicación sobre cómo llegar a los niveles de déficits deseados sin que el ajuste no sea una solución. Los números presentados en principio tienen que resolver algunas de las tensiones que resonaron fuertemente en el inicio de la semana, luego de que el equipo económico presente la segunda etapa del plan de estabilización de Caputo, tan resistido por algunos de sus socios. Las presiones cambiarias, con un dólar blue por encima de los $1.400, las exigencias del FMI, la poca liquidación de la cosecha y los embates del mercado son un importante contraste a los números que presentó el ministro de economía.

Es claro que las pretensiones del gobierno son las de redoblar los esfuerzos para generar las condiciones que le permitan acelerar el ajuste puesto en marcha. En contrapartida, el ajuste tiene sus límites, y se empieza a visibilizar con el descontento de la gente frente a esta situación económica insoportable.

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