jueves, 21 noviembre 2024 - 23:27

Presupuesto 2024. Se continúa con la hoja de ruta del FMI

Mientras el ministro candidato Sergio Massa lanza paliativos que no recomponen los ingresos en relación a la última devaluación del 22% post PASO, también presentó en el Congreso el proyecto de Presupuesto para el 2024. De nuevo como en los años anteriores dibujan la inflación a la baja para recortar partidas presupuestarias y no aumentar salarios. El déficit fiscal vuelve a reducirse. Se cumple, como lo hicieron todos los ministros desde que el Fondo llegó con el macrismo, con una hoja de ruta que atenta contra las necesidades de las mayorías sociales.

Algunos puntos centrales del nuevo presupuesto

En el nuevo proyecto presentado por Sergio Massa se detallan los siguientes ítems centrales:

  • Inflación

La ley de leyes que propone el presidenciable de Unión por la Patria para el 2024 contempla una proyección anualizada de la inflación en un 70% (interanual), algo que cualquiera que lea el número lo considerará un chiste. Ante la inflación actual, récord en los últimos 21 años, que llegó al 12,4% en agosto, trepó al 80,2% en lo que va del año y alcanzó la cifra del 124,4% de forma anualizada, no es más que un dibujo contable lo presentado por jefe de Hacienda. Más aún si se ve que en el propio documento, para el presente año, se espera una suba de precios del 135%.

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No tiene inocencia alguna esta maniobra. Tal como lo hizo Martín Guzmán, su antecesor en Economía, proyectar una inflación a la baja está pensado para bajar el poder de compra de los diferentes ministerios y secretarías. En síntesis, cumplir con el pedido del FMI por la vía de la inflación, de reducir la masa salarial del Estado, ergo, salario a la baja para los estatales y menos presupuesto, de nuevo, para áreas claves como Educación, Salud y Asistencia social.

  • Déficit fiscal

El déficit fiscal primario -aquel que no contempla el gasto del pago de la deuda pública del Estado- tiene como proyección lo redactado por el último Staff Report del FMI. Como se cumplirá este año con el 1,9%, el que viene tiene como meta un déficit del 0.9%. Mientras Massa posa con las más de veinte nuevas medidas, que no son más que dádivas para hacer campaña, prepara las manos de tijera para un eventual gobierno en caso de ser electo.

Entre las áreas más afectadas se encuentran: Educación y Cultura (-2,35%), Vivienda y Urbanismo (-0.71%) y los subsidios a la energía que caerían en más de 17 puntos. Por otro lado, desde el gobierno afirman que “gastarán” menos debido a que el próximo año no estará el mal de la sequía y se contará con el gasoducto, además de que planifican más explotación de las reservas de litio. En otras palabras, piensan recrudecer la explotación del ambiente, algo en lo que hay un acuerdo nacional entre todas las fuerzas políticas patronales, para que el fisco recaude más. Y, si faltaran privilegios para los ricos y fugadores seriales de divisas, piensan que, con un nuevo blanqueo de capitales, a partir del intercambio automático de información tributaria con los Estados Unidos, se recaudará más.

  • Crecimiento económico

Otro de los puntos detallados que se mira con recelo es el del crecimiento económico que se espera. Según el proyecto de Massa, este año el país caerá 2,5 puntos del PBI, mientras que para 2024 se proyecta una recuperación del 2,7%. Un guarismo que ante el alto nivel de endeudamiento y una estructura económica al servicio del capital financiero, con tasas de interés astronómicas, pone en duda si el escenario económico del país no es el de un estancamiento con alta inflación, más que el de un crecimiento con inflación a la baja.

Al menos los indicadores oficiales de los últimos meses, ya alertaron esta posibilidad.

  • Dólar

El precio del dólar seguramente jugará su papel ante los demás indicadores repasados. Semanas atrás el ministro candidato anunció que el FMI exigió una inflación del 100%. ¿No volverá a la carga con ese pedido? Otras preguntas que nos podemos hacer, ¿aunque sea en cuotas, no aplicará Massa nuevas devaluaciones? Más allá de que el oficialismo espere un cierre de año con el dólar oficial a $367 en diciembre y $607 para fin de año de 2024, todo está atado a las expectativas electorales y, también, a las decisiones del organismo de crédito al que estamos atado. No es de sorprender que, en este plano, como en político, también se den cambios bruscos.

Sólo para mencionar un elemento, no se pueden descartar las tensiones generadas entre la superestructura política económica de Estados Unidos. La semana pasada, el subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales del país del norte, Jay Shambaugh, dijo al FMI: “Debe estar dispuesto a retirar su financiación si un país no toma las medidas necesarias”. Un comentario lanzado por las nuevas medidas del ministro candidato que, para el propio establishment estadounidense van contra el acuerdo de ajuste que el gobierno mantiene con el Fondo.

Salir del Fondo

Como perla queda decir que el presupuesto, por pedido de Javier Milei, es probable no se trate hasta después de los resultados del 22 de octubre. El cambio, como cualquiera se imagina, en caso de ganar el libertario, es pasar de las tijeras a la motosierra. Entre el mal menor y la ultra derecha el ajuste parece no ser un tema en discusión, como mucho el ritmo en el que se aplicará.

Las condiciones estructurales económicas del país, dependen en gran parte del nivel de endeudamiento bajo acuerdos espurios que, a pesar de los cambios de signos políticos, se mantienen. Sin romper con el FMI y desconocer la deuda externa, no habrá un futuro sin austeridad donde las condiciones de vida no empeoren para los trabajadores y las mayorías populares.

Ese cambio de 180 grados sólo lo propone el Frente de Izquierda Unidad, junto con otras medidas económicas para recuperar la soberanía económica. Estatizar el comercio exterior y la banca privada, bajo control de los trabajadores y usuarios, son algunas políticas de ese programa para salir de este laberinto de crisis recurrentes. A la vez, para tener un presupuesto al servicio de las necesidades del 99%, implementar un impuesto permanente a las grandes riquezas y corporaciones

Es hora de imponerlo con lucha y organización en la calle contra el ajuste de hoy, que se proyecta para el mañana, con Massa, Bullrich o Milei en la Casa Rosada.

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