Este jueves 20 de octubre, los diputados integrantes de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Frente de Todos, con el apoyo de bloques aliados y del bloque Federal –que firmó en disidencia- logró mayoría para aprobar el dictamen del proyecto de Presupuesto 2023, que ahora se tratará en el recinto la semana que viene. Sobre la base de un proyecto que implica un fuerte recorte al gasto social y el aumento de las partidas destinadas a pagar la deuda, el oficialismo tuvo que realizar cambios menores para cerrar su frente interno y negociar con la oposición de JxC que no firmó el dictamen, exigiendo más concesiones pero que ya ha adelantado su voluntad de votarlo.
El proyecto elevado a la Cámara de Diputados conserva en lo esencial los objetivos para cumplir el durísimo plan de ajuste pactado con el FMI, ratificado por el último viaje de Massa a Estados Unidos y por las declaraciones de la Rosada, plateando que el acuerdo con el Fondo tiene plena vigencia y contradiciendo el relato verbal de La Cámpora que cuestiona de pico del acuerdo.
Los números centrales del proyecto después del paso por las comisiones no cambiaron. Se propone una meta de déficit fiscal de 1,9% del PBI-contra 2,5% de este 2022-. Un cálculo de inflación del 60% -mucho más bajo que la inflación proyectada para el año que viene-, una devaluación del tipo de cambio oficial del 62% y un proyecto de crecimiento del 2% del PBI. El gasto total se ubicará en 29 billones de pesos, un descenso del gasto primario de 2022 que se proyecta en un 20% del PBI, contra un 18,8% que estos nuevos números fijan para el 2023, gracias “a la suba del peso relativo de los intereses de la deuda” que “se incrementarán en un 15,8% real en 2023 respecto a 2022”. (1)
Si bien se incluyeron algunos aumentos en las partidas sociales en el proyecto que surgió del dictamen con el objetivo de cerrar diferencias en el frente interno, e incluso se aprobó un totalmente insuficiente bono destinado a un millón de indigentes por miserables $ 45.000 pagaderos en dos cuotas, lo esencial del importante ajuste que contempla este instrumento demandado por el FMI, no sufrió cambios sustanciales.
Si para muestra basta un botón, basta remitirse al extenso informe de Unicef sobre el importante ajuste de las partidas destinadas a la asistencia a la niñez (2) sintetizadas por el editorialista Francisco Jueguen en La Nación (3). De acuerdo a este informe, la reducción de los presupuestos para la niñez ascendería a un 0,2% del PBI, o del 15% de retracción inter anual si se contemplan los cálculos de inflación que manejan la mayoría de los economistas.
Entre los rubros más afectados por la reducción el informe señala: “Entre 6% y 14% para el total de las Asignaciones Familiares (AAFF), entre un 9% y un 16% para las AAFF no contributivas, y entre un 3% y un 10% para las Asignaciones Universales por Hijo y por Embarazo (AUH-AUE)”. Para la Tarjeta Alimentar el recorte oscila entre un 25% y 30%, para la construcción y equipamiento mobiliario de los edificios destinados al nivel inicial la reducción llega hasta el 28%, “Infraestructura y Equipamiento” educativo tendría con la alta inflación proyectada un recorte que llegará al 18% y el Fondo de Incentivo Docente “exhibe una reducción importante en términos reales (- 15%) incluso en el escenario más optimista de inflación”.
El peso de esta denuncia, que muestra el recorte en la asistencia a los niños, que en un 51% están por debajo de la línea de pobreza, obligó al aumento de último momento de varias de estas partidas, informado por Heller. Sin embargo, con una inflación galopante y la costumbre de sub ejecutar presupuestos para que pase el ajuste, el cambio de algunos números no cambia lo esencial de ajuste tremendo para cumplir con el Fondo.
Negociaciones con la oposición de derecha y novedades
El dictamen aprobado contiene varias concesiones a las demandas de la Juntos por el Cambio, como el aumento de las partidas destinadas a los subsidios al transporte de pasajeros en el interior y una cláusula gatillo que impone al Ejecutivo a enviar al Congreso una ampliación del presupuesto si la inflación supera la proyección del 60% y el Estado termina recaudando más de lo previsto.
Pese a las concesiones, JxC que elogió la “sensatez” de los números presentados por Massa –en relación al presupuesto 2022 presentado por Guzmán, que no aprobaron-, finalmente no firmó el dictamen. Según lo que han declarado intentan cambiar el artículo que permite al gobierno administrar el monto de las retenciones y frenar el pago del impuesto a las ganancias que tendrían que realizar los jueces, hasta ahora exentos.
Hubo otros cambios, como la concesión al bloque de Lousteau (Evolución radical) para que se pueda deducir el 40% de la cuota de los colegios privados de las deducciones de Ganancias, lo que constituye un subsidio a la educación privada y un alivio parcial de los bolsillos de la clase media. Se flexibilizan las condiciones para que las provincias paguen sus deudas con la distribuidora eléctrica CAMMESA, con planes de hasta 96 cuotas que no afectarán su coparticipación como figuraba en el proyecto original. Se aumenta la coparticipación de La Rioja, se suben los impuestos internos de los productos electrónicos producidos en Tierra del Fuego y existen pequeños aumentos en las partidas destinadas a los bosques nativos y defensa del consumidor. Se crea un nuevo régimen destinado a la regularización de deudas tributarias.
Cambios polémicos de última hora
Dos cambios preanuncian un fuerte debate. Por un lado, la incorporación del Poder Judicial al régimen del Impuesto a las Ganancias de cuarta categoría. Este impuesto al salario, no solo abarca a jueces, fiscales y funcionarios judiciales, lo que constituiría la eliminación de un privilegio; sino que abarca también a todos los trabajadores judiciales, castigando y liquidando así una conquista laboral de trabajadores que hasta ahora habían evitado la injusta exacción de este impuesto, ya que el salario no es ganancia.
El otro cambio es la propuesta del dirigente bancario Sergio Palazzo, mediante la cual se pretende cobrar a las prepagas de salud y obras sociales un 15% sobre el diferencial que los trabajadores pagan por sus planes especiales de salud. Juntos por el Cambio puso el grito en el cielo defendiendo a las patronales. Pero si tenemos en cuenta que este gobierno ya ha permitido aumentos en las cuotas de las prepagas por más del 80% durante este año, si la propuesta no va acompañada de un congelamiento de los aumentos quienes van a absorberlo serán los propios trabajadores usuarios del sistema, vía aumento de las cuotas.
Todo indica que este dictamen va a terminar siendo aprobado luego de algunas negociaciones extras. Su aprobación es además una de las condiciones que impone el FMI, ya que es un presupuesto diseñado para cumplir con el pago de la deuda y los compromisos con los acreedores privados a costa de un durísimo ajuste. Entre los tironeos, como señalamos, hubo un restablecimiento de algunas partidas sociales en forma parcial, destinadas a lograr que el relato progre no pierda vigencia en un momento pre electoral; pero sin cambiar la esencia del tremendo ajuste en ciernes.
¿Qué harán La Cámpora, los K, los diputados de las organizaciones sociales oficialistas o dirigentes sindicales que levantan discursos combativos, que han protestado contra el ajuste en curso? ¿Llamarán a movilizar contra este presupuesto 2023 del ajuste y el FMI, como proponemos desde el MST en el FIT-U? ¿O terminarán facilitando su aprobación? Acá se acaban los relatos electorales y los discursos combativos para intentar retener a miles y miles que ya no le creen nada, porque como el tero, ponen el huevo en un lado y el grito en otro.
- Ámbito Financiero 28/09/2022
- Ver https://www.unicef.org/argentina/informes/analisis-del-presupuesto-2023-con-foco-en-ninos-ninas-y-adolescentes
- Artículo Unicef afirmó que el presupuesto recorta el gasto social para la niñez, publicado en La Nación del 20/10/2022