El 17F seremos miles y miles en las calles, frente a los tribunales, en todo el país. No soportamos más la atrocidad de un femicidio por día. Hacen falta medidas urgentes a nivel judicial, policial y también del gobierno, que es el responsable fundamental.
El femicidio de Úrsula sintetiza la responsabilidad del Estado y sus instituciones. Ya no cabe hablar de “Estado ausente”: sea por acción u omisión, el Estado es responsable directo y cómplice.
Ante la bronca social, el gobierno anunció que creará un Consejo Federal para el Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios. Y la ministra Gómez Alcorta creó un Sistema Integrado de Casos de Violencia por Motivos de Género (SICVG) en la órbita de la Dirección Nacional de Planificación, Seguimiento y Gestión de la Información de la Unidad de Gabinete de Asesores del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad[1]…
Demasiado palabrerío, pero poca o ninguna acción. Encima, desde julio de 2020 ya existen una Mesa y un Programa Interministerial de Abordaje Integral de las Violencias Extremas por Motivos de Género[2], que coordina la misma Gómez Alcorta con sus pares de Justicia y de Seguridad. Una de las tareas de ese Programa es “desarrollar e implementar el Sistema Único de Registro de Denuncias por Violencia de Género (URGE)”[3]. No parece muy eficaz, ¿no?
Justicia, policía… y gobierno
La convocatoria del colectivo Ni Una Menos para el 17 plantea basta de justicia patriarcal y basta de represión policial, consignas que compartimos. Y agrega fuera Berni, también muy oportuno ya que el jefe de la maldita Bonaerense alienta y justifica todo accionar represivo, desde el asesinato de Facundo hasta la represión en Rojas.
- En cuanto a la justicia, algunos sectores K hablan de una reforma judicial feminista, sin mayor detalle. Desde ya, dar perspectiva de género es necesario, pero no suficiente. La justicia es el único poder no elegido por el pueblo. Por eso proponemos elegir a todo juez, jueza y fiscal por voto popular e implementar los juicios por jurados populares. Hasta no aplicar esa democratización real la justicia seguirá dependiendo del poder político, capitalista y patriarcal.
- En cuanto a la policía, hacer realidad la consigna basta de represión requiere disolver esta Bonaerense y demás policías. Igual que Gendarmería y Prefectura, la cana no aporta ninguna seguridad sino más inseguridad, corrupción y muerte. Es más: del 15 al 20% de los femicidios los cometen sus agentes o ex agentes. Hay que reemplazar esas fuerzas represivas por una nueva seguridad comunitaria, preventiva y con control social y de los organismos de derechos humanos.
- Pero en los femicidios hay un tercer responsable, que la convocatoria de Ni Una Menos lamentablemente omite: el gobierno. Alberto Fernández y su gabinete hablan mucho de género. Tanto hablan, que él hasta se autoatribuyó “ponerle fin al patriarcado”. Pero detrás del discurso hay complicidad de hecho. Por eso, junto a exigir justicia por Úrsula y por todes y fuera Berni, nuestra consigna para las acciones del 17 es basta de justicia patriarcal, represión policial y verso oficial.
Tres medidas de emergencia
- Para fortalecer la prevención contra la violencia machista, aplicación efectiva de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral en todas las escuelas, sin excepción. Quita automática del subsidio estatal a toda escuela religiosa o privada que incumpla. Si bien esta medida ayuda a mediano plazo, como la Ley Micaela, es imprescindible empezar ya mismo.
- Aumento ya de los fondos para la Ley 26.485 anti-violencia y sus dispositivos, bajo control de las organizaciones de género. ¡Basta de mentir que el Presupuesto nacional 2021 tiene “perspectiva de género”, cuando al Ministerio de Mujeres le asignaron apenas el 0,074% del total! ¡Basta de mentir que con un subsidio de $ 20.000[4] por seis meses una víctima logra “autonomía”! ¡Basta de mentir que con “fortalecer 60 refugios” alcanza, cuando hacen falta 1.500 pero sólo hay 150! ¡Basta de mentir que hay asistencia psicológica y jurídica gratuita (Ley 27.210), cuando se sabe que es ínfima! Así es el nuevo “ministerio unicornio”: pura fantasía y cero realidad, una cáscara vacía.
- Lo más urgente es desterrar la desidia estatal cómplice. La restricción perimetral y el botón antipánico son un fracaso evidente: el rastreado debe ser el violento, no la víctima. Por eso, ante casos de peligrosidad, corresponde la detención preventiva del imputado y una pericia psicológica inmediata. Esto implica un registro centralizado de denuncias y un cuerpo de peritos que funcione las 24 horas para determinar rápidamente el nivel de riesgo y tomar las medidas adecuadas: exclusión del hogar, tobillera electrónica o prisión al violento, refugio y asistencia a la víctima, etc.
Con estas medidas es posible encarar un verdadero combate contra los femicidios y la violencia de género. Para nosotres, son parte de la lucha política de fondo para poner fin -de verdad- al patriarcado y al capitalismo, que son un mismo sistema.
[1] https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/resoluci%C3%B3n-48-2021-347091
[2] https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/resolucion_programa_interministerial_de_abordaje_integral_de_las_violencias_extremas_por_motivos_de_genero.pdf
[3] https://www.argentina.gob.ar/seguridad/genero/urge
[4] Programa Acompañar.