Comenzó el 2023 y la crisis política lejos está de disiparse. La carestía de vida, los presupuestos de ajuste y las paritarias, que se preparan para cerrar en un 60%, siguen castigando los bolsillos de los trabajadores y sectores populares. Mientras, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio se disputan la fidelidad de la justicia clasista en fricciones que se muestran totalmente ajenas a las necesidades de los de abajo. Y los liberfachos intentan utilizar la decepción que esto genera para postularse, ofreciendo una salida aún más a la derecha, que significaría liquidar cualquier tipo de derechos para quienes vivimos de nuestro trabajo.
Massa, Larreta y Macri, entre otros, son los nombres que más resuenan en un año electoral para funcionar como recambio de gobierno. Más allá de los nombres que puedan cambiar, que muestran diferencias, cada vez más difíciles de detectar por la derechización de estos espacios, hay acuerdos en puntos centrales, como mantener la dependencia con el FMI y cumplir con la espuria deuda que tomó el gobierno de Cambiemos y revalidó el del Frente de Todos.
Así las cosas, el experimento que CFK dio a luz en 2019 no ha resuelto nada de lo que prometió por aquel entonces. Aún sin certezas tampoco se sabe cuál será el rol que jugará la vice este año, específicamente en la disputa electoral. Con amagues de renuncias anticipadas a participar, la coalición peronista no tiene candidato definido, aunque todo apunta que lo será el superministro de Economía. Una orientación que profundizaría aún más un comportamiento del gobierno de Alberto Fernández que viaja cada tres meses a Washington para recibir indicaciones. Luego, no sabemos con qué cara amenaza con el advenimiento de la derecha.
Sumado a esto, nuevos personajes como Antonio Aracre, en connivencia con la inacción de la dirigencia burocrática de la CGT y la CTA, empiezan a instalar el debate sobre una reforma laboral, según ellos es lo que necesita el país para seguir creciendo. Como reconoció CFK de su gobierno, hay crecimiento, pero «la riqueza se la llevan 3 ó 4 vivos». Sin dudas que es así y con una reforma laboral sólo se aseguraría magnificar aún más las ganancias de los capitalistas a costa de la precarización de nuestras vidas.
Con este presente, el posibilismo está lejos de representar alguna variante para combatir a la derecha. Sobradas son las muestras en estos últimos tres años de cómo el FdT condujo al país por el camino del ajuste, profundizando las políticas heredadas del macrismo.
Ante tanta derecha, fortalezcamos a la izquierda
Los sucesivos gobiernos capitalistas son responsables del fracaso que estamos pagando hoy en día los trabajadores y sectores populares. Por este motivo, es necesario que podamos fortalecer nuestras propias herramientas políticas para hacer que la crisis la paguen quienes la generaron. Y es nuestro Frente de Izquierda Unidad, con su programa de ruptura, anticapitalista y socialista, la única opción para frenar la entrega y el ajuste que promueve el programa del FMI, dispuesto a cumplir a raja tabla por parte del FdT, JxC o los liberfachos.
Sin embargo, para nutrir y desarrollar aún más esta herramienta que pelea por los derechos de los trabajadores y la juventud, es necesario avanzar para superar la posición ya conquistada. Hay que discutir que el FIT-Unidad dé un salto, no solo para disputar con más fuerza en las próximas elecciones sumando nuevos puestos de lucha en las instancias parlamentarias, sino para superar el estadío de frente electoral y convertirse en un espacio dinámico de construcción política unitaria entre los partidos que lo integramos para dar pelea en todos los terrenos. Confluir en un gran movimiento político común, que también integre personalidades independientes e intelectualidades, donde convivan corrientes o tendencias organizadas democráticamente. De esta forma va a ser posible una intervención común en los diferentes conflictos que se desarrollan como los del equipo de salud, los portuarios, los movimientos sociales combativos y los conflictos que vendrán como los docentes por el no inicio. Para impulsar el Plenario del Sindicalismo Combativo. Para dar fuerza a las peleas ambientales, de géneros, de la juventud. Para ayudar a desarrollar una nueva dirección sindical y política. Para que los trabajadores y el pueblo tengan una alternativa para cambiar de raíz este modelo de entrega y pobreza y no se encaminen a nuevas frustraciones.
Sumate al MST para dar esta pelea
La construcción de nuestro partido, el MST, está al servicio de dar esta disputa para fortalecer al FIT-Unidad. Ya que entendemos que sólo con más y mejor izquierda seremos útiles para los trabajadores, los sectores populares, la juventud, el movimiento de mujeres y las disidencias y el movimiento en defensa del ambiente; para enfrentar los ataques a nuestras vidas, a nuestra salud y nuestra educación, al derecho a la vivienda y a todos nuestros derechos que seguirán siendo atacados durante este año.
Fortalecer al MST es pelear por la concreción de medidas de ruptura. Para dar por tierra con la crisis política y económica proponemos un programa que incluye la ruptura con el FMI, el no pago de la estafa de la deuda, la nacionalización de la banca y el comercio exterior. Además, una reforma agraria agroecológica para terminar con el poder de los terratenientes de siempre, que nos saquean y envenenan. También cambiar la matriz productiva, para terminar con las prácticas extractivistas que destruyen nuestro ambiente. Y, sin dudas, ahora tan en debate, terminar con esta justicia adicta, antidemocrática y clasista, al servicio de las diferentes facciones del régimen capitalista.
Te invitamos a sumarte al MST en el Frente de Izquierda Unidad. Es hora de dar todas las batallas indicadas. Queremos defender los derechos sociales que buscan atentar, como dar la batalla electoral que se vendrá este año. Pero, por sobre todas las cosas, consideramos que es hora de robustecer una herramienta política anticapitalista, socialista e internacionalista, que se organice bajo la estrategia de terminar realmente de raíz con los privilegios del 1% dueño de todo, de terminar con el capitalismo.