En una vergonzosa constante, la represión y la brutalidad policial no solamente se dirigen contra los reclamos sociales, sino también y en forma cotidiana contra la juventud y contra quienes apelan a la vía pública para ganarse el pan de cada día, como por ejemplo las trabajadoras sexuales y los vendedores ambulantes.
Esta persecución policial ocurre en todo el conurbano bonaerense, por responsabilidad política de los intendentes peronistas, con el de Florencio Varela a la cabeza, pero también en la Capital que gobierna Rodríguez Larreta. Así sucedió ayer, jueves 22 de setiembre, en la concurrida esquina de Rivadavia y Nazca, en el barrio porteño de Flores.
Pasado el mediodía, la Policía de la Ciudad arremetió contra Víctor Huamán, un humilde vendedor de paltas. Fue golpeado por un policía con un cabezazo, casi resulta atropellado por un colectivo y luego, ya casi inconsciente, es golpeado por otros policías, esposado y pisado. Huamán convulsionó en el lugar y en grave estado fue atendido y trasladado por el SAME al Hospital Ramos Mejía.
La denuncia nos la hizo llegar el compañero Omar Guaraz, quien es referente de la agrupación Vendedores Libres, siempre defendiendo los derechos de sus compañeras y compañeros que venden en la vía pública. Si la venta callejera se regulara por ley, como plantea el proyecto que como diputado presentó Alejandro Bodart en la Legislatura porteña, no habría margen para estos repudiables atropellos policiales.