jueves, 21 noviembre 2024 - 11:45

Plenario de la Izquierda. Discurso de Vilma Ripoll

A continuación reproducimos la intervención de Vilma Ripoll en el Plenario de la Izquierda

Compañeros, compañeras, primero que nada saludar este inmenso plenario que con mucho esfuerzo llevamos adelante. A pesar del frío estamos acá, discutiendo qué paìs se viene, qué política necesitamos, cómo fortalecer al Frente de Izquierda Unidad y también las candidaturas, eso habla muy bien de todos nosotros.

Yo quiero resaltar un aspecto, que es el orgullo de que todas nuestras listas y las candidaturas que acabamos de votar democráticamente, estén llenas de trabajadores y trabajadoras. Ocupados y desocupados. De activistas de la salud, la educación y otros gremios, de la juventud, del movimiento ambientalista, los derechos humanos, feminista y LGBT. O sea, de todos los que en estos años de ajuste no abandonamos las calles ni dimos el brazo a torcer.

¿Y saben por qué es importante que nuestras listas sean de trabajadores? Porque los que vamos de candidatos somos los mismos que estamos en la fábrica cuando la patronal no quiere dar aumento de sueldo. Sosteniendo la salud pública, que se cae a pedazos y no hay insumos. Sosteniendo la escuela pública, esquivando las ratas, sin agua y poniendo el cuerpo a todo el abandono estatal y la crisis social que repercuten ahí. Es decir, en nuestras listas llevamos los reclamos concretos de la clase obrera y los sectores populares, con los protagonistas de carne y hueso.

Acá en esta plaza y en estas listas estamos los verdaderos anticasta. Porque no tenemos, ni queremos tener, ninguno de los privilegios que ellos defienden. Porque somos los únicos que cuando ejercemos cargos cumplimos nuestro mandato y al otro día volvemos a laburar. Porque ganamos lo mismo que una maestra de doble turno. No los sueldos exorbitantes, tan lejos de la realidad de las mayorías. Somos los que usamos y defendemos la escuela pública, el hospital público. Por eso nuestra realidad y nuestras propuestas son de y para la clase trabajadora y el pueblo. Porque así vivimos y eso somos: del pueblo trabajador.

Porque ser anticasta es una postura política. Y si sos un verdadero anticasta, tenés que tener un programa y candidatos que lo expresen. Ser anticasta no es pasearse por los programas de televisión haciendo un show a los gritos, con mucha propuesta facha pero ninguna contra los privilegios políticos ni contra la principal de las castas: los empresarios, los capitalistas, banqueros, terratenientes o industriales. Porque esa es la principal casta de este sistema, que está por encima de las otras. Y para gobernar al servicio de esa casta capitalista se postulan los Milei, los Juntos o no tan Juntos por el Cambio, y la nueva Unión por la Patria, que por más que se cambien de nombre también siguen siendo responsables del ajuste y la entrega.

Por eso compañeros, compañeras, compañeres, es fundamental entender la importancia que tiene que seamos nosotros, la misma clase obrera ocupada y desocupada, la que haga política en defensa propia. Y así será nuestra campaña electoral, en todo el país, desde mañana mismo.

Porque ya sabemos cómo es. Si no hacemos política nosotros, la hacen ellos, los políticos tradicionales. Los felpudos del Fondo Monetario. Los que van a seguir pagando “taca taca” la deuda externa. Los que van a profundizar el ajuste a nuestra clase y para eso van a endurecer la represión y la quita de derechos, como hicieron en Salta y en Jujuy. A todos ellos les daremos pelea en las urnas y sobre todo en las calles, antes, durante y después de las elecciones. ¡Vamos con todo, compañeros!

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