El proyecto liberal no es gratuito, trae un costo integral a la economía argentina que pagamos todos los trabajadores. Mientras tanto, Milei festeja con un asado con la casta.
Radiografía del saqueo
“El primer presidente economista de Argentina“, cómo se jacta Milei, no viene teniendo buenos resultados con su materia. Según datos revelados este miércoles por el INDEC, durante los primeros 6 meses del 2024 el PBI cayó un 3,4% en relación con el mismo periodo del año anterior.
La demagogia del “no hay plata“, trajo como consecuencia un desplome del 22% interanual en la construcción, una baja de 17,4% en la industria manufacturera y un 15,7% en caída del comercio. En cuanto al consumo privado, el mismo cayó un 9,8%.
Números que no alientan y que revelan la radiografía de una profunda recesión en nuestro país. Hasta ahora ninguna de las medidas del gobierno mitigó la crisis que atravesamos, sino que todas están contribuyendo a profundizarla.
Confesión de socios
Días atrás, la UIA había hecho declaraciones al respecto del presente de la industria. Por más discursos grandilocuentes y eventos donde la Unión invite al presidente, ni sus socios pueden esconder que se está afectando medularmente a la industria.
El panorama sigue lejano a algún tipo de recuperación en “V”, los rebotes no han impulsado una aceleración constante. Junio y julio parecían meses por los que el oficialismo y su empresariado amigo iban a festejar, pero los primeros números de agosto derrumbaron ese sueño.
“Los datos anticipados de agosto indican una nueva caída interanual y una baja en la comparación mensual, revirtiendo la mejora de julio“, nos revela la Unión Industrial Argentina. La ilusión se esfumó, pero quedo el desastre: “el sector industrial acumula catorce meses de caída interanual consecutiva y una baja de 12,8% i.a. en lo que va del año“, admite la UIA.
Además, plantean que “el sector industrial sigue enfrentando un panorama desafiante. De acuerdo con la III Encuesta UIA, para el 69% de las empresas, la utilización de la capacidad instalada en julio fue menor a la considerada como óptima y la mayoría (55,7%) esperaba recuperar niveles adecuados recién a partir de la segunda mitad del 2025“.
Salvo los rubros de refinación de petróleo y alimentos y bebidas, el resto no expresa mejoras, sino que continúa con una tendencia a la baja.
Caballos de batalla
La búsqueda del gobierno tiene que ver con la reducción de la inflación y el déficit 0. La inflación sigue sin poder perforar el piso de 4% aun pisando tarifas y “la gente no come superávit fiscal”.
Además, un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (UNDAV) explicó que los precios de los alquileres crecieron un 213%, es decir, 66 puntos más que el IPC entre diciembre del 2023 y agosto de este año. Lo mismo ocurre con las telecomunicaciones, que dieron un salto de un 201% , entre otros servicios que realizan una presión “alcista” sobre la inflación.
El presupuesto 2025 marca el mismo camino de austeridad para los de abajo y negocios para los de arriba, mientras se fortalece el aparato represivo del Estado.
Siguen pegando abajo
Las repercusiones de su plan económico no solo son números catastróficos, ellos se traducen en que más de 5 millones de jubilados y pensionados están por debajo de la línea de la pobreza y un millón de niños que se van a dormir sin comer.
Mientras Milei festeja con un asado en la quinta de Olivos con la casta, que le vetó un aumento de 17 mil pesos a los jubilados, el consumo de carne es uno de los más bajos en décadas.
Según un informe de los economistas Ramseyer y Terre, “se proyecta que el consumo anual (de carne vacuna) por habitante promedio sea de solo 44,8 kilos, por debajo del promedio histórico de 72,9 kilos”. Es decir, el menor dentro del último siglo.
En tanto, el consumo total de carnes bovina, aviar y porcina en Argentina “podría ubicarse en el año 2024 en torno a los 105,7 kilos por habitante”. De forma que, cada argentino consumiría siete kilos menos de carnes en comparación al promedio de los últimos diez años, que es de 112,8 kilos.
Asimismo, los despidos cada vez son más. Según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), se perdieron más de 200 mil puestos de trabajo formal entre el mes en curso y el mismo periodo del 2023. Tampoco hay una perspectiva de que eso cambie, la única política laboral del gobierno es la flexibilización y precarización de las relaciones de trabajo, obviamente con la complicidad de las burocracias sindicales.
Todas estas aristas demuestran lo dañino que es el plan de ajuste de Milei para los trabajadores, jubilados, estudiantes y sectores populares. El momento de enfrentarlo es ahora y en las calles, no esperara a la agenda legislativa, ni electoral.
Con la mayor amplitud en la lucha, con una gran autoconvocatoria a construir planes de lucha consecuentes y la exigencia a las centrales sindicales, sin quedar en la espera sino impulsando por abajo, podremos enfrentar realmente este plan de saqueo y ajuste.