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A través de una resolución Carlos Pirovano decidió dar de baja los subsidios a una película sobre Aerolíneas Argentinas. La película de Marcelo Goyeneche, Teresa Saporiti y Hugo Meyerpretendía contar la historia de la línea aérea de bandera, con material inédito registrado durante décadas por los propios trabajadores aeronáuticos.
El hecho en cuestión es grave y a la vez refleja con claridad la política del gobierno en varios aspectos. El primero es después de tener paralizado el INCAA por diferentes vías durante varios meses imposibilitando la producción cinematográfica decide recortar proyectos ya aprobados golpeando todavía más al sector.
Porque como se demostró con el festival de Mar del Plata que están realizando, y lo que hacen con el Gaumont, única pantalla disponible para la difusión del cine nacional, su interés no es contar nuestra historia, sino dar dinero y mano de obra barata al cine industrial.
La crisis de la industria cinematográfica es profunda, con productoras independientes cerradas, despidos y sin mucho futuro de realización. Un sector que garantiza miles de puestos de trabajo directos e indirectos que pasan a llenar las listas de desocupados y pobres que crecen con las políticas de Milei.
Por otro lado, en la decisión de cancelar el documental se ve la necesidad de ocultar la historia de la aerolínea de bandera y la lucha por sostenerla viva. Una historia que tiene como protagonistas a sus trabajadores que enfrentaron los golpes de los distintos gobiernos.
Y es que la privatización de Aerolíneas sigue siendo un negocio por algunos recorridos que todavía mantiene, los hangares y aviones que posee.
El camino de la mentira
El documental de Aerolíneas contaba con la declaración de interés, fue aprobado por el Comité de selección de proyectos documentales y firmadas las actas para su realización por el anterior presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.
Con todo eso deciden suspender el subsidio por no haber cumplido con los plazos estipulados para el inicio de rodaje, procediendo a declarar la caducidad del proyecto. Pirovano envía una notificación que se basa en el cumplimiento de una resolución sin tener en cuenta que el Instituto estuvo acéfalo los primeros meses del año, que luego fue cerrado por el plazo de tres meses, más la parálisis total por la falta de reglamentaciones en una serie de decisiones arbitrarias sobre el fomento al cine nacional por parte del organismo,
decisiones tomadas por este mismo presidente del instituto, el economista Pirovano, quien no solo se jacta de su desconocimiento sobre la industria audiovisual, sino que además sostiene que la subejecución presupuestaria es en
realidad un “ahorro”.
Defendamos nuestra identidad y soberanía
La aerolínea de bandera y el cine nacional son sinónimos de soberanía e identidad, por eso el gobierno de Milei los ataca y por eso hay que defenderlos. Pero no quedarnos ahí porque este es un punto de base, necesitamos una aerolíneas estatal conducida por los trabajadores, profesionales y técnicos que la hacen funcionar.
En el cine defendemos nuestra producción y tradición cinematográfica, a la vezque impulsamos una lucha por democratizar todavía más la producción, necesitamos ampliar la capacidad de acceso a los fondos y hacer cumplir la ley de cuota de pantalla para que todos tengan acceso a hacer y ver nuestro cine.