viernes, 27 septiembre 2024 - 01:20

Peronismo. Máximo de tensión en su interna

Este viernes, en el club Atenas de la ciudad de La Plata, a tan solo algunas cuadras de la gobernación conducida por Kicillof, Máximo Kirchner realizó un acto criticando a Milei, pero, sobre todo, marcando la cancha en la interna del peronismo. Visibles molestias en el entorno de la gobernación bonaerense. Un capítulo más de una crisis al interior de un peronismo que no encuentra salida.

Melodías en colisión

La disputa por la presidencia del PJ y la lapicera de cara a las elecciones del 2025, están cada día más recrudecidas. La carta y el discurso de Cristina en Merlo presagiaba aumentos de tensión en la interna peronista, la respuesta rápida de los sectores de la burocracia sindical lo confirmó, incluso planteando la fusión de las CTA´s, ordenadas detrás de Kicillof.

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Su hijo y dirigente de La Cámpora, Máximo Kirchner, reapareció y protagonizó una nueva escena de disputa en la capital bonaerense, donde dedicó la mayor parte del tiempo de su discurso a dar mensajes hacia Kicillof y otros lideres del peronismo.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires hace más de un año, llamó a componer nuevas melodías: “creo que tenemos que ir dándole un carácter generacional y de época nuevo, nosotros no podemos vivir más, y no es justo que vivamos más, de lo que tiene ya tufillo a esas bandas de rock que tocan siempre los grandes éxitos, y uno sabe, pero bueno… va a haber que componer”.

La frase de Kicillof no gustó a La Cámpora que cantaba en el club Atenas: Cristina es la conducción, vamos a ver si lo entienden. Somos soldados de Perón y la Patria no se vende. Yo siempre te voy a seguir, no me importa lo que digan. Y si querés otra canción, vení, te presto la mía”.

Con ese clima y rodeado por los intendentes que le responden, Máximo soltaba además un mensaje ubicando el contexto frente al gobierno de Milei: “Es imposible que los argentinos de bien acompañen un saqueo, a esos argentinos hay que salir a buscar a pedirle que se involucren en el destino del país”.

De cara a la interna

Sin disimular demasiado, comenzó a apuntar su discurso hacia el poroteo pejotista: “Esta convocatoria tiene que ver con que militantes con diferentes responsabilidades, todas ellas importantes, o muchas veces algunas compañeras y compañeros se confunden y piensan que lo único importante son algunos lugares“.

Mostrando las riñas que prevalecen tras su última gestión de gobierno y las razones de su derrota electoral, el diputado arrojó: “En ese entender qué es lo que nos pasó, voy a reflexionar con ustedes, que pueden no estar de acuerdo conmigo… La militancia es así, nadie se puede ofender y ver dónde hay ideas de un complot. Al contrario, siempre estuvimos para ayudar a los compañeros y compañeras en los desafíos que tienen”.

Había muchos sectores dentro que no se la aguantan, que no se la aguantan a ella porque no tiene miedo. Uno de los problemas que tenemos hoy en el peronismo es que hay muchos dirigentes con miedo y en vez de asumir ese miedo, prefieren… bué”, mencionó Máximo, defendiendo la figura de CFK.

Asimismo, en clara alusión al gobernador bonaerense, sostuvo que: “Ahora resulta que Cristina no puede hablar porque eclipsa a otras figuras…”.

Porque ahora dicen ‘che, el dedo de Cristina’. Y yo la pregunta que me hago es si los que fueron señalados por el dedo de Cristina se quejan, qué nos queda a los que no hemos sido señalados por el dedo de Cristina y seguimos haciendo todo lo que hay que hacer“. Un dedo que al parecer, apunta y quema, porque todos los señalados fueron fracasos rotundos. Más allá que en sí mismo el método del dedo es reflejo de un modelo político profundamente antidemocrático, verticalista, como la ha sido el PJ desde su origen.

Los reyes de la “autocritica”

En su propio discurso, remarcó molesto, que el resto del peronismo recae la crítica en La Cámpora y ninguno realiza una autocrítica de sus errores.  En ese sentido habla de los distintos momentos y candidatos electorales que fueron levantando como espacio político.

En principio, ironizó declarando que: “No, no… Scioli perdió porque nosotros no militamos por él” y remata “Basta de Sciolis; si no, elegiremos otro camino. Porque realmente la frustración del peronismo que vota diputados y senadores que se dan vuelta como una media nos van a poner lejos de la gente”. Notemos aquí que la distancia con amplias franjas de la población ya es evidente y no un problema del futuro. Todo el desarrollo de este acto y discurso es la confirmación de esa realidad.

Luego de tres elecciones donde la “síntesis del proyecto” fueron candidatos presidenciales para olvido, se dieron cuenta que había un problema ahí. Ahora ¿no recae ninguna responsabilidad en los dueños de la lapicera? ¿no recae ninguna responsabilidad en CFK eligiendo esos candidatos?

Se llora mucho sobre la leche derramada, pero cuando estos sectores que dicen querer un país justo, soberano y progresistas, tuvieron ante sus ojos la posibilidad de avanzar en reformas estructurales o intentar conciliar juntos a la vieja casta peronista, prefirieron los negociados, la administración mediante ajuste del modelo capitalista y quedarse en el molde.

Continúa Máximo: “Cristina estaba muy bien, pero muy bien en las encuestas, y tomó una decisión. Esto sí que quiero que hagamos… porque muchos nos ponen en un lugar que no es cierto. Podrán, a fuerza de pauta y vaya a saber qué más, decir que nosotros somos siempre el factor de división. Por el contrario, que traigan a un dirigente que haya dejado su lugar para que hubiera unidad, como hizo Cristina en 2019”.

Alberto, ya había sido candidato de Cavallo, abogado de Repsol y armador de Massa (con quien supuestamente se iban todos los traidores en aquel momento), su currículum no tenía ni una mella de esperanza de ser quien encarne el sueño de “volver mejores”. Si tan bien estaba en las encuestas ¿Por qué eligió ese camino? La realidad es que ni estaba tan bien, ni tampoco quería modificar la estructura con la que el peronismo viene sosteniendo al régimen hace décadas. La elección de Alberto como candidato fue la expresión concreta de lo que CFK quería: un gobierno moderado respetando todas las reglas del juego. Solo que fue eso y muchas cosas peores. Y hasta hoy el peronismo paga la cuenta de ese fracaso.

Además, explico la política de “hay 2019”, sosteniendo que CFK “entendió que demandaba que el gobierno de Macri concluyera de forma democrática, como se debía“. Como resultado, confiesa: “Así fue como Alberto Fernández fue presidente”. Es decir, la estrategia de desmovilización que montaron desde el peronismo, luego de aquellas jornadas históricas donde el pueblo reclamó contra la reforma previsional que muchos diputados peronistas le votaron a Macri, termino en el gobierno de Fernández. Eso sí que es verla.

La respuesta del gobernador

Desde el lado de Kicillof no se van a quedar de brazos cruzados, y su mesa política ya organiza un nuevo encuentro militante, esta vez en el conurbano, ahora con el contexto de la fuerte molestia que el acto de Máximo causó en su tropa.

Vienen de realizar uno en la quinta sección, y anteriormente en la tercera. Mientras, daba su discurso Máximo Kirchner, el ministro de Trabajo de PBA, Walter Correa se ponía a culminar detalles para realizar el próximo en el oeste del conurbano bonaerense.

La actividad fue descrita como parte de: “un marco de unidad, y en defensa del pueblo de la Provincia y de la gestión del gobernador Kicillof“. Una gestión que debemos decirlo, lleva consigo también ajustes, retrasos salariales y falta de presupuesto en sectores sociales claves.

Hagamos algo nuevo, desde la izquierda

La conducción del peronismo es un recurrente propulsor de fracasos políticos. No es un problema personal, de tal o cual dirigente. Es toda su vieja estructura y su modelo económico-político el que no va más. Quedó hoy tan solo ubicado a la búsqueda de un intento de reposicionamiento electoral, sin encontrar por parte de las grandes mayorías ningún elemento de apoyo real ni de entusiasmo verdadero.

En este contexto, las experiencias de sectores populares que hablan de pelear desde adentro del PJ o de Unión por la Patria, “por izquierda”, acompañan ese fracaso con el suyo propio. Nunca han logrado ningún cambio de rumbo positivo y sí terminan de hecho aggiornados a la política que impulsa y decide la conducción del PJ. Así fue, así es y así seguirá siendo.

Comprendemos la decepción de miles de trabajadores y jóvenes que han creído en el peronismo y aun creen en sus banderas sociales. Por eso nuestra invitación a todas y todos ellos a dos tareas: a pelear juntos en la calle contra el gobierno de Milei y todo su macabro plan. Y a construir en común una nueva y gran alternativa junto a la izquierda. Desde el MST, como integrante del Frente de Izquierda que es una gran conquista de unidad de la izquierda, bregamos para que nuestro frente convoque a este gran debate, impulse nuevos mecanismo de participación de miles de independientes y fortalezca una herramienta política con su programa anticapitalista y socialista, levantando también tareas antiimperialistas de ruptura con el FMI, desconocimiento de la deuda ilegítima y una verdadera soberanía y política y económica, que hoy solo la izquierda busca y promueve, En el marco de la lucha de fondo por un gobierno de las y los trabajadores.

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