La joven, de 23 años, fue abusada sexualmente por 10 hombres en 2016. El juicio comenzará el 22 de marzo.
El 10 de diciembre de 2016, Paula denunció que 10 hombres la habían drogado, secuestrado y violado en grupo mientras estaba en un cumpleaños, llevándola a otro domicilio. Al ir a presentar la denuncia contra ellos, se los cruzó en la comisaría. En la declaración dijeron que estaba alcoholizada, aunque ella aclaró que había sido drogada. Incluso tuvo que soportar maltratos por parte del médico a cargo de la examinación.
Hasta la fecha Paula presentó más de 30 denuncias por hostigamiento y amenazas, tanto de los acusados como de sus familias. Es más: en marzo de 2020 terminó hospitalizada por una fuerte golpiza por parte de una patota de mujeres familiares de los imputados. A partir de ese ataque ella intentó quitarse varias veces la vida, por lo que debió ser internada con asistencia psiquiátrica.
El hallazgo
El cuerpo sin vida de Paula fue encontrado el domingo 26 de diciembre en el interior de la casa en donde vivía con su madre, en Florencio Varela. La encontró su tío Walter, quien vive en la casa de atrás del mismo terreno. La familia cuestionó la principal hipótesis de los investigadores sobre la muerte de Paula, que es la de suicidio. Por eso solicitaron que se investiguen a fondo todos los detalles de la escena en donde fue hallado el cuerpo.
Daniel Giaquinta, abogado de la familia, afirmó al diario Infobae que los familiares poseen documentación que les permite sostener que no fue un suicidio. La hipótesis de los familiares indica que murió por ahorcamiento. La investigación de su muerte, caratulada como “averiguación de causales de muerte”, quedó a cargo de la UFI N°5, del Juzgado de Garantías N°8 de Florencio Varela.
#NiUnaMenos
Paula atravesó un verdadero calvario. Primero, la atrocidad machista de la violación en manada. Luego, la modificación de su declaración por la policía y el maltrato del médico que la examinó. Después, el continuo hostigamiento por el que debió presentar decenas de denuncias. Y por si todo eso fuera poco, la larga espera de más de cinco años para llegar al inicio del juicio.
Los diez acusados, uno de los cuales sigue prófugo, merecen cadena perpetua por la barbaridad que cometieron. Como afirmó su madre, a Paula la mataron en vida, empujándola de una u otra manera a lo que terminó pasando. El Estado también tiene su responsabilidad, por no haberla protegido y por demorar la elevación de los culpables a juicio. ¡Todo nuestro apoyo a los familiares y amigos, en su reclamo de verdad y justicia por Paula!
Iara Saldungaray